Uno de los errores más comunes, no sólo de la gente común sino también del 90% de los economistas (economistas matemáticos ellos), es recomendar a un argentino por ejemplo, ahorrar en dólares, euros, yens, libras, etc. O también, y ya abarcando la recomendación a nivel global, ahorrar en otros papel moneda o haciendo plazos fijos de ese papel moneda en un banco. Para que quede claro de una buena vez: el papel moneda, sea cual fuere, es “deuda no activo”. Entonces, ¿cómo se puede ahorrar en una deuda?
Bancos Centrales: estafadores seriales
El 15 de agosto de 1971, Richard Nixon terminó con el último vestigio que quedaba de un papel moneda con respaldo, al declarar de forma unilateral la inconvertibilidad del dólar al oro (curiosamente fue destituido por el caso Watergate y no por esta estafa). A partir de ahí, todo papel moneda es deuda.
Cuando un banco central emite papel moneda (no es moneda), lo contabiliza en el pasivo, lo cual es correcto, dado que es una deuda que ese banco central tiene con quien recibe ese papel. Recordemos que el origen del papel moneda se remonta a los certificados de depósitos de oro que los bancos privados entregaban a quienes llevaban oro físico para ser guardado en esos bancos. Ningún banquero podía entregar esos certificados sin tener el oro respectivo guardado en el banco. Si lo hacía, iba preso por estafa (hoy lo llaman “política monetaria”).
Dado esto, si “ahorramos” en dólares, pesos, euros, etc., en realidad estamos guardando papeles pintados que son deuda/pasivos, no un activo. Sólo se puede ahorrar en activos, como es el oro, la plata, etc. Los gobiernos quieren que Ud. ahorre en esos papel moneda porque, de esa forma, le pueden cobrar el impuesto inflacionario para solventar sus depilfarros públicos (y mantener sus privilegios). La mayoría de los ricos, si los observa, ahorran o hacen coberturas con oro, plata físicos. Hasta Warren Buffet está comprando oro (y acciones de empresas mineras que se dedican a la extracción de oro y plata), el cual detestaba hace 10 años, al decir que no generaba valor, lo cual es cierto, no genera flujo de fondos. Por eso es un activo para cobertura y no es una inversión (mucho menos el papel moneda).
Hacia una crisis monetaria y de deuda
La pregunta entonces es: ¿Por qué hasta Warren Buffet, que detestaba el oro, está comprando? Porque se viene una crisis monetaria y de deuda fenomenal (no sólo en Argentina lo cual es por cuestiones propias y no por lo que pasa en el mundo, de hecho entre 2025/2030 entrará en su 11º default en su historia, pero eso es para otra nota).
El papel moneda emitido a la fecha por los principales bancos centrales del mundo ya está casi en U$S 40 billones (trillones nuestros). Antes de la pandemia, era de unos U$S 29 billones (trillones nuestros). Mientras que la deuda total, pública y privada es de 3,7 del PBI y va camino a 4 PBI juntos. Imaginen que es impagable este nivel de deuda con tasas del 0% y/o negativas. ¿Qué pasará cuando la tasa de interés comience a subir?
Los precios de los activos de renta variable (acciones), tienen un valor 25 veces su ROIC (Rendimiento sobre el capital invertido medido en base a S&P), es decir, su precio no se condice con su rentabilidad, es muy superior (los precios de las acciones han seguido subiendo desde marzo a la fecha, sobre todo las “tech five” y luego de la caída inicial, mientras el PBI del mundo está cayendo). Esto se debe a que, buena parte del papel moneda emitido por los bancos centrales, ha ido a parar a ese mercado vía compras apalancadas (comprar acciones con préstamos) y/o recompra de acciones (las empresas compran sus propias acciones con préstamos, lo cual hace subir el precio y redunda en “bonus” para los CFO). Y por si esto fuera poco, los millennials y muchos centennials compran acciones con deuda (en la actualidad el nivel de endeudamiento de estos sectores es del 150% de sus ingresos, serán los pobres de mañana). En síntesis, la caída será tremenda.
Finalmente, los FCI, los Fondos de Inversión y los Fondos Jubilatorios (del tipo 401 k en USA AFP en Chile, etc.), están invirtiendo también en deuda corporativa y estatal al límite del grado de inversión (que es la que algo de renta genera), ya que, necesitan mantener estructuras muy caras, y ellos viven de los royalties que cobran por generar renta. Adicionalmente, las empresas “zombies”, que son aquellas que con su flujo de fondos no pueden hacer frente al servicio de su deuda, ya está en el 58% del total de las empresas en el mundo y sigue subiendo; y muchos FCI, Fondos de Inversión y de Jubilación han invertido en este tipo de deuda, para lograr más renta, pero con un gran riesgo (por eso NO recomendamos colocar dinero en este tipo de fondos, ya algunos en Argentina tuvieron la mala experiencia a fines de 2019).
Gobiernos, bancos centrales, bancos: un “fake trío”
Existen dos formas de emisión de moneda: una indirecta y otra directa. La indirecta, es la que genera el sistema fraccionario de encajes, es decir, los bancos. Cuando Ud. lleva U$S 100 y los coloca a plazo fijo, el banco, suponiendo un encaje del 20%, está obligado a guardar sólo U$S 20 y el resto los presta a otra persona. Esta otra persona, coloca los U$S 80 en otro banco, y éste, a su vez, guarda U$S 16 y presta el resto a otra persona. Esta 3ra persona coloca los U$S 64 en un tercer banco, y este guarda U$S 13 prestando U$S 51 a una 4ta persona (lo paramos aquí pero podría seguir cuantas veces quiera). Así, de U$S 100 reales, se generaron U$S 244, hay U$S 144 ficticios, asientos contables.
La directa, es cuando los gobiernos gastan más de lo que ingresa por impuestos y, como hay un límite al aumento de impuestos, dado teóricamente por la famosa “curva de Laffer” (salvo en Argentina), deciden colocar deuda, la cual es monetizada por los bancos centrales (en Argentina el banco central monetiza la deuda pública y el déficit fiscal, doble bomba neutrónica), quienes luego venden en el mercado secundario esa deuda, y ¿quién la compra? Los bancos mayoritariamente. Esto implica que, Ud. cuando coloca dinero a plazo fijo, está solventando, vía bancos, a su propio secuestrador: los gobiernos.
Es por eso que este “poliamor” entre Gobiernos, Bancos Centrales y Bancos, jamás se desarmará. Es un “win-win-win” permanente; pero todo con papel moneda, es decir, dinero falso (“Fake Money” lo llama Robert Kiyosaki), que Ud. acepta y encima, por consejo de los “expertos” ahorra. Cada vez que Ud. ahorra en papel moneda (también colocando un plazo fijo en un banco), ellos celebran con champagne porque cayó en la trampa. Este “fake trío” gana dinero y Ud. se hace más pobre.
La pregunta final es. ¿Cómo me resguardo dado todo esto? ¿En qué ahorro entonces? ¿En qué invierto? Algunas pistas ya les he dado (oro, plata, para cobertura). ¿Quieren más? Eso ya tiene otro precio.
*El autor es Economista – Socio/CEO Value International Group.