Desde ahora, los ahorristas que posean billetes de dólares dañados o los denominados “cara chica” podrán cambiarlos gratuitamente en los bancos. Esto pone fin al negocio paralelo que llevaban a cabo muchas financieras, “arbolitos” y “cuevas”, donde se pagaba menos por estos billetes.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA), máxima autoridad monetaria del país, tras la reunión semanal de su directorio presidido por Santiago Bausili, emitió la “Comunicación A-8079″ dirigida a las entidades financieras, informando que implementó un mecanismo para recibir depósitos de billetes de dólares estadounidenses provenientes de los bancos. Así, las entidades bancarias podrán realizar operaciones con sus clientes y derivar los billetes al Central hasta el 31/12/24, según las pautas establecidas.
Esta medida incentiva a las entidades financieras a aceptar depósitos en moneda extranjera, incluidos billetes deteriorados, ya sean rasgados, sucios, flojos, gastados o desfigurados. Será voluntario y gratuito para los bancos. Incluso se recibirán los de emisión antigua con diseño anterior, conocidos como “cara chica”, que son rechazados sin fundamento legal en el mercado.
La excepción son los billetes “mutilados”, es decir, aquellos dañados en la medida en que queda la mitad o menos del billete, o cuya condición cuestiona su valor, como los quemados o dañados por líquidos.
Un Mecanismo Innovador
Esta es una medida histórica que se sale de la operatoria habitual. Los ahorristas podrán depositar en sus bancos los dólares rotos, sucios, manchados e incluso los billetes “cara chica” y recibirán acreditado en sus cuentas el importe de su valor sin retenciones, para luego extraer billetes nuevos. El BCRA enviará estos billetes para su destrucción y cambio en la Reserva Federal de Estados Unidos (FED). Tradicionalmente, el BCRA ha sido proveedor de divisas a los bancos, pero esta vez recibirá los billetes que le envíen las entidades financieras.
Cabe recordar que los dólares “cara chica” son precisamente los billetes de USD 100 emitidos antes de 1996, que incluyen la imagen de Benjamin Franklin enmarcada en un óvalo, en dimensiones menores a las de los billetes emitidos posteriormente.
Esta medida permitirá que los ahorristas no pierdan un porcentaje de su valor por decisiones arbitrarias de los operadores financieros, quienes llegaban a pagar hasta un 4% menos, lo que equivale a recibir entre $10 y $40 pesos menos por cada dólar cambiado.
Esta diferencia de precio no tiene un fundamento real, más allá del oportunismo de los cambistas. Todos los diseños de billetes de dólar estadounidense son de curso legal y continúan recibiéndose en los comercios de Estados Unidos.