El Gobierno Nacional no logró frenar los aumentos de los bienes esenciales durante el año pasado. Según un relevamiento realizado por Los Andes, decenas de alimentos e insumos básicos que fueron incluidos en Precios Cuidados tuvieron subas de hasta 29,6% en el último año.
Para llegar a esta conclusión, se hizo un seguimiento de más de 80 artículos de consumo habitual para las familias mendocinas, que incluyó productos de almacén, lácteos, carnes y embutidos, panificados, bebidas, frutas y verduras y bebidas con alcohol.
De acuerdo al relevamiento, ni Precios Cuidados ni Precios Máximos pudieron evitar aumentos de hasta 29% en algunos productos de almacén y de 21,07%% en promedio entre enero de 2020 e igual mes de 2021. El Gobierno autorizó únicamente un ajuste del 4,5% en julio y otro de 6% en octubre (totalizando 11% en el año según la Secretaría de Comercio nacional), pero los valores en góndola muestran una realidad diferente.
El incremento admitido oficialmente representa menos de un tercio de la inflación de 2020 (36,1%, según el Indec) y casi una cuarta parte de la variación en alimentos y bebidas no alcohólicas (42,1%).
De acuerdo con fuentes del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, los aumentos por encima de los porcentajes autorizados responden en parte a subas anteriores al congelamiento de marzo, y en parte a la imposibilidad del Estado de controlar todo el comercio. No obstante, aseguraron que en los supermercados grandes el cumplimiento es “riguroso”.
El seguimiento de precios de Los Andes demuestra que los mayores incrementos se dieron en la categoría “almacén”, en envasados de harina (29,61%), pasando de $ 46,53 a $ 62,90 la Morixe 0000 de 1 kilo, y la yerba mate, con incrementos de 29,38% a 29,55%, según las distintas marcas y presentaciones. Dentro del mismo rubro, el arroz y el aceite mostraron subas en torno al 27% en un año.
Por otro lado, los lácteos aumentaron entre 13,43% (yogur bebible descremado por 900 gramos que pasó a valer $ 92,15, de $ 81,24 que costaba en enero de 2020) y 25,53% (leche entera y descremada Larga Vida, marca Los Apóstoles, con un precio de $ 47,48 en enero de 2020 y de $ 59,60 para el primer mes de este año). La marca de leche Armonía, en la misma presentación, aumentó 22,94% y en enero se vendía a $52,20.
Los panificados subieron por encima del 21% y, por ejemplo, el pan para hamburguesas o para panchos de la marca Lactal, por 210 gramos, pasó a costar $ 63,15, cuando en enero del año pasado se exhibía en las góndolas a $ 52 (21,44%).
Las gaseosas y aguas mostraron incrementos en torno al 22%. Así, mientras que, para el primer mes de 2020, un agua mineralizada con gas costaba $ 34, un año después se exhibe en $ 41,65 (22,50%) y, de la misma manera, una gaseosa Coca Cola de 1,5 litros, que se vendía a $ 100, pasó a costar $ 120 (20%). En el caso de las bebidas con alcohol, los incrementos van del 13% al 15%, de manera que, por ejemplo, una cerveza rubia, de la marca Isenbeck, en botella retornable de 1lt, pasó de $ 90 a $ 102 (13,33%), y una cerveza clásica de la marca Quilmes por 340 cc pasó de $ 35 a $ 40 en un año (14,29%).
En el rubro “frutas y verduras”, los aumentos superan el 13%. En “embutidos y carnes”, las hamburguesas y las salchichas tuvieron incrementos por debajo de 14%. Por otro lado, la “tapa de asado de novillo” aumentó 87,33% (de $ 241,60 por kilogramo a $ 452,60), siendo la excepción que superó ampliamente la suba promedio de 21,07% mencionada anteriormente.
Rebrote inflacionario
Consultado sobre los programas del Gobierno como herramientas de control de precios, el titular de Evaluecon, José Vargas, recordó que Precios Cuidados y Precios Máximos autorizaron aumentos muy inferiores a las subas de costos que tuvieron las empresas. “Esta es la principal preocupación, porque si se siguen extendiendo los controles, peligra la cadena de comercialización”, advirtió.
Vargas evaluó que los costos se van a ir reacomodando al alza y por fuera de ambos programas, los bienes y servicios van a aumentar de manera considerable, y es ahí en donde cabe esperar “rebrotes inflacionarios”. “Este año (por 2020) tuvimos una inflación cercana al 2,5% y al 3% mensual, y este año tenemos que empezar a pensar en un promedio mensual cercano al 4% o 5%”, cerró.
En tanto que el economista Raúl Mercau evaluó que este tipo de medidas, desde el punto de vista de la lucha contra la inflación, no son exitosas ni pueden evaluarse como progresivas por cuanto no atienden a la población más vulnerable, sino que se aplican en grandes cadenas a las que mayormente acceden sectores sociales de ingresos medios y altos.
Al igual que Vargas, alertó sobre un posible “rebrote inflacionario” si no se logran salidas progresivas de estos programas, aunque consideró que a la vez sin controles los precios pueden subir por encima de los costos económicos debido a que en el sector de alimentos hay “cierto grado de oligopolio”, en particular en las ventas minoristas.