El comercio mendocino en general atraviesa por un panorama complejo y acumula en los últimos 12 meses una caída en las ventas del 0,7%, según publicó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). El dato se agrava en rubros que pasan por muy mal momento como el de indumentaria que atraviesa por una baja del 10% interanual. Lo acompañan los negocios vinculados a bazar y mueblerías. En el extremo opuesto, se encuentra una recuperación muy fuerte en lo que hace a farmacia y perfumerías, además de bebidas y alimentos.
Dentro de este universo aparecen los tour de compras de los chilenos que cruzan la cordillera porque el cambio los favorece. Más allá de beneficios en el sector comercial muy puntuales y dentro del área metropolitana, a la hora de medir el derrame en la provincia, referentes afirman que el dinero que dejan los vecinos trasandinos no mueve la aguja en la economía mendocina.
“Hay rubros que han crecido junto con el nivel de actividad económica. Sin embargo, hay otros rubros que tienen una caída tan pronunciada que al momento de realizar el promedio los datos se van hacia abajo”, resumió Juan Manuel Gispert, director ejecutivo de la Federación Económica de Mendoza (FEM).
Sube y baja en las ventas
Después de la cuarentena del coronavirus, el nivel de actividad económica dentro del comercio comenzó a crecer de manera sostenida hasta, aproximadamente, mayo de 2022. Luego de la salida de Martín Guzmán del ministerio de Economía nacional y que los tipos de cambio paralelos se volvieron altamente inestables, la actividad comercial empezó a transitar un camino sinuoso con algunas altas y sobre todos muchas bajas que dejó al sector en serias dificultades.
“Las ventas venían creciendo en forma importante desde 2021. En mayo del 2022 comenzó a amesetarse la curva. Era algo lógico porque en realidad estábamos en la recuperación de la pandemia y también de la prepandemia que fue muy mala. Es decir que estábamos recuperando el nivel de actividad estándar”, comenzó explicando Gispert.
“Desde mayo, con la crisis de (Martín) Guzmán y que empezaron a moverse los tipos de cambio paralelos, empezó una fluctuación en las ventas. Hubo algunos meses positivos, pero la mayor de las veces fueron meses negativos. Por ejemplo, las ventas en diciembre fueron buenas, pero en la previa, y después fueron meses malos, al realizar la comparación interanual”, detalló el director ejecutivo de la FEM.
En líneas generales, las estadísticas muestras que las ventas están alicaídas debido a la fuerte retracción que presentan rubros en particular. “La caída en las ventas se explica en que te encontrás con que hay algunos rubros muy mal, como es el caso de indumentaria y textil, que tienen una caída acumulada del 7% y una baja interanual del 10%”, afirmó Gispert.
El integrante de la FEM recordó que ese rubro en particular es el que acumula el mayor nivel de inflación y sus artículos no de primera necesidad: “Se encarecen por encima de los sueldos y se suma a que, si baja el poder adquisitivo, la gente prioriza los bienes que son necesarios o básicos como alimentos, bebidas y medicamentos que justamente son rubros que han tenido crecimiento”.
En el caso de las mueblerías, Adrián Alín, presidente de la Cámara Empresaria de Comercio, Industria, Turismo y Servicio de Mendoza (Cecitys) aseguró que “en enero y febrero tuvieron un pico en las ventas que según los análisis está muy relacionado con lo que fue la venta de mobiliario para departamentos o casas de fin de semana, pero fueron esos dos meses”.
Más allá de las cifras y las estadísticas, para Alín por estas horas el comercio “va subsistiendo, esa es la palabra correcta, sobrevivimos a esta situación (crisis económica, inflación); es porque estamos acostumbrados, en otros países esto sería un desastre, pero bueno es la Argentina”.
En síntesis, la mejora en algunos sectores del comercio no compensa el declive por el que están pasando otros ramos como el de la indumentaria, bazares y muebles. “En estos rubros es tan fuerte la caída que tira el promedio para abajo”, redondeó Gispert.
¿Hay impacto del bum chileno?
El efecto tour de compras que realizan los chilenos por la provincia ha tenido un impacto, al parecer, más visual que redituable en términos económicos.
Si bien hay negocios que hasta tuvieron que disponer de horarios especiales ante la avalancha de turistas que cruzan desde Chile exclusivamente para cargar los changuitos hasta reventar, al final la ecuación no es significativa ya que los beneficiarios de ese bum son muy puntuales.
Sin dar vueltas ni colorear la situación, Juan Manuel Gispert de la FEM aseguró que “el bum de venta a chilenos, más allá que en el área metropolitana es muy fuerte, no mueven la aguja en la provincia”.
En su análisis, el dirigente sostuvo que la presencia de los turistas de Chile tiene mucho impacto en algunos fines de semana, pero “al ver la media de ventas del comercio mendocino, no mueve la aguja porque no hay un derrame en la economía en general”.
Si bien el rubro perfumería y farmacia se vio muy beneficiado por el aluvión de chilenos dentro de la Ciudad, al momento de analizar la mejora dentro de esos ramos, Gispert explicó que la movilidad ascendente se debe a “la mayor cantidad de empleados en blanco”.
“La suba en estos rubros se explica por el trabajo, por la cantidad de asalariados en blanco que pueden acceder a una obra social, tienen descuentos en farmacia y va y compra. Esa persona que antes era desempleada no tenía esa posibilidad”, argumentó.
Igualmente, el dirigente de la FEM consideró que las cifras de mayo darán un panorama más claro sobre el impacto de las compras de chilenos en Mendoza. “Todo esto del bum de los chilenos empezó a mediados de abril cuando comenzó a escalar el dólar por eso el relevamiento de mayo es el que va a mostrar más el impacto de las compras chilenas”, finalizó Gispert.