El empleo privado registrado de Mendoza se contrajo 6,5% en setiembre, tras perderse 15.361 puestos de trabajo en relación a igual mes del año pasado. Se trata de la vigésimo segunda caída consecutiva en la provincia y según los economistas, habrá que esperar varios meses más para empezar a pensar en una recuperación.
De acuerdo al Ministerio de Trabajo de la Nación, en el noveno mes del 2019 Mendoza tenía 238.082 personas desempeñándose en el mercado laboral formal. En setiembre de este año, en cambio, se contabilizaron solo 222.721 empleados registrados, una cifra que se asemeja a la que tenía Mendoza hace una década.
La razón de baja es clara: la profundización de la crisis económica, provocada por la pandemia del coronavirus. Es que la implementación del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) obligó al cierre total o parcial de casi todas las actividades económicas, lo que repercutió rápidamente en la cantidad de mano de obra empleada.
Lo llamativo, es que setiembre siguió mostrando una fuerte tendencia de contracción del mercado laboral, pese a que a la gran mayoría de los sectores ya había retomado un ritmo de trabajo casi normal para ese entonces. Si bien es cierto que la caída fue menor a la registrada en los meses de abril (-7,8%), mayo (-7,7%), junio (-7,1%), julio (-8%) y agosto (-7,9%), es importante recordar que en abril y parte de mayo el cierre de la economía fue prácticamente absoluto.
Los motivos de la crisis
Está claro qué fue lo que provocó que se perdieran tantos puestos de trabajo en poco tiempo, pero merecen un análisis aparte los motivos por los cuales la crisis continúa y el mercado laboral formal sigue sin poder recuperarse. El economista Carlos Rodríguez, recordó que técnicamente Argentina sigue en recesión y si bien la mayoría de la actividades ya están trabajando, mantienen algunas restricciones, como pasa con los restaurantes, la hotelería y los espectáculos. “Esto es importante, porque los lugares de hospedaje y los locales gastronómicos son grandes generadores de empleo en Mendoza”, comentó el economista.
Por otro lado, Rodríguez indicó que durante los meses más estrictos del aislamiento se destruyeron muchas pymes. “No hay que olvidar que la mayoría de los empleos formales son creados por las pequeñas y medianas empresas. Además, inciden otras restricciones, como la falta de insumos importados. Eso impide que algunas actividades industriales estén operando a pleno”, agregó el experto.
También compartió su opinión José Vargas, economista y director de la consultora Evaluecon. “Es cierto que las actividades económicas se han ido flexibilizando, pero no todos los sectores están trabajando a pleno, con lo cual el mercado laboral se está reacomodando muy lentamente”, apuntó.
Vargas explicó que hay un alto grado de incertidumbre a nivel general, que no permite que la actividad económica despegue de la manera que se pensaba para esta parte del año. “La incertidumbre que despierta una posible segunda ola de contagios no permite pensar en una recuperación de las inversiones y del mercado laboral en el corto plazo”, insistió.
Por su parte, Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de Mendoza, aseguró que hay una mejora económica real, aunque el empleo privado registrado siempre tarda más en recuperarse. “Debe estar mejorando bastante el empleo informal. A medida que la economía se vaya recuperando, las empresas irán blanqueando a sus empleados. Seguramente durante 2021 ya recuperaremos los niveles de empleo que traíamos antes del Covid”, comentó.
Se perdieron 266.764 empleos a nivel país
En el total de Argentina se perdieron 266.764 empleos privado registrados en setiembre, lo que significó una retracción del 2,2%, según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Si bien se trata de una caída porcentual más chica que la que tuvo Mendoza en el noveno mes del año (6,5% de retracción), es válido mencionar que la crisis laboral a nivel país lleva más tiempo. De hecho, ya se cumplieron dos años completos desde que la última vez que Argentina logró crear más puestos de trabajo de los que se perdieron.
La pandemia y la incertidumbre, tampoco hacen pensar en una pronta recuperación nacional.