En una jornada movida, con marchas y piquetes de movimientos sociales en las grandes ciudades del país exigiendo trabajo, el presidente Alberto Fernández firmó un convenio con representantes de cámaras empresarias y el sindicato que reúne trabajadores gastronómicos y hoteleros para avanzar en “la compatibilización de programas sociales con empleo genuino”.
“A esto lo venimos trabajando con Juanchi (Zabaleta), con organizaciones sociales. Lo que buscamos es cambiar planes por empleo, que el Estado no haga elegir entre el plan y el empleo. Tenemos que ver cómo asociamos el esfuerzo del Estado y los empresarios, para que poco a poco tengan un empleo. Buscamos formalizar a la Argentina”, afirmó Fernández. El acto se desarrolló esta tarde en la sede de UTHGRA, el sindicato que conduce Luis Barrionuevo, quien ofició de anfitrión del evento.
Además de los presidentes de distintas cámaras empresarias del sector gastronómico y hotelero, Alberto sentó en el escenario a los ministros Claudio Moroni (Trabajo), Zabaleta (Desarrollo Social), Elizabeth Gómez Alcorta (Mujeres, Género y Diversidad) y Matías Lammens (Turismo). Con Barrionuevo (un peronista crítico del gobierno y anti-kirchnerista histórico), el Presidente cruzó elogios y sonrisas. Valoró que más del 50 por ciento de los afiliados gastronómicos son mujeres. Fernández y Barrionuevo coincidieron en que el sector experimenta una rápida recuperación.
“Si hay una actividad que ha padecido, es la actividad turística, que tiene que ver con el disfrute; la pandemia nos privó del disfrute”, dijo el Presidente.
El “acta acuerdo” firmado se tituló para la “Generación, Recuperación y Afianzamiento de Trabajo Registrado”.
“Unir el esfuerzo de los empresarios, el sindicato y el Estado”, sintetizó Fernández. “Necesitamos que la mejora macroeconómica se vea en la calle; lo que más se necesita es empleo formal”, insistió.
La jornada nacional de protesta impulsada por movimientos sociales no alineados con el Gobierno nacional no hizo más que reafirmar la necesidad de encontrar soluciones urgentes a la problemática del empleo registrado.
El Gobierno nacional viene de firmar convenios similares al de los gastronómicos, con los trabajadores rurales y con la Cámara Argentina de la Construcción y la UOCRA, siempre con el objetivo de que los desocupados reciban capacitación (a cargo de las empresas y los sindicatos), para que puedan ser empleados, sin que ello implique perder el plan social que reciben, al menos en una primera etapa.
“Hoy escuchaba al Papa (Francisco); dijo algo que lo charlé en privado con él: nadie disfruta de los planes; son un analgésico, no pueden ser la regla. La regla debe ser trabajar en un empleo formal que no es lo mismo que trabajar porque los que reciben planes también trabajan. La diferencia es que la formalidad le garantiza obra social, vacaciones, un aguinaldo”, explicó Fernández.
Según se informó, los Ministerios de Trabajo y Desarrollo Social, avanzarán en la complementación de planes y programas de apoyo a la generación de nuevos puestos de trabajo formales y sostenibles para quienes se encuentran desocupados.
El Presidente comentó que durante el fin de semana largo que pasó, el turismo aumentó un 55% respecto a 2019, “cuando no había el virus caminando entre nosotros”. También apuntó que distintos informes proyectan un crecimiento para este año que va del 7 al 9,1.
“La Argentina está creciendo. Días atrás estuve en una empresa de autos que tomó en agosto 700 nuevos empleados y que habilitó un segundo turno como hacía años que no ocurría”, contó el Presidente.
Fernández, en tono de campaña, recordó que al terminar la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner había “menos de 200 mil planes sociales”. Y dijo que el gobierno de Macri terminó con 750 mil planes, a los que se sumaron otros 250 mil durante la pandemia.