El Banco Central anunció recientemente una suba en las tasas de interés de hasta el 46% anual para el plazo fijo tradicional, un porcentaje que a largo plazo podría significar pérdidas frente a la inflación, pero que en un mes llegaría a igualarla. Ahora bien, existen otros instrumentos, como el plazo fijo en Unidades de Valor Adquisitivo, UVAs, que garantizan que se iguale a la inflación, más una renta pactada antes de la constitución del plazo fijo.
Para considerar qué herramienta es más conveniente, se puede tener en cuenta las estimaciones de los más de 40 expertos que participan del Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central, quienes señalaron que para este año la inflación cerrará en 59,2%, según este dato, los plazos fijos generarían rendimientos por debajo de la inflación. Expresado en pesos, por ejemplo, un plazo fijo de $50.000 inmovilizado durante 30 días, luego de que se constituya un plazo fijo, daría rendamientos de $1.915.
Ahora bien, si el capital se invierte en valor UVA, es decir que se actualiza diariamente en función de la inflación, la ganancia obtenida corresponderá al equivalente en pesos de las UVAs al momento del vencimiento, más el interés pactado.
¿Qué dijo Cavallo sobre los Plazos Fijos?
“A pesar de la continuidad de la reactivación económica post pandemia, hasta 2024 la suerte económica está echada. La economía no va a mejorar, pero si puede empeorar. Y mucho”, indicó el economista y político argentino, Domingo Cavallo.
El exfuncionario publicó en su blog un artículo titulado: “Que la inflación anual no supere el 80% es lo máximo a lo que puede aspirar este gobierno”; y esto está directamente relacionado con el futuro de las inversiones en pesos, y su posible rentabilidad. Es que, ya hay economistas ya ubican la inflación de abril en torno al 6% (5,7% según EcoGo), en este caso, sólo los plazos fijos en UVAs habrán logrado proteger la inversión del aumento continuo de los precios.
Ahora bien, de acuerdo con Cavallo: “El crecimiento de los depósitos a plazo fijo también será muy limitado porque serán desplazados de los portafolios del sector privado por los bonos que emitirá el tesoro. Por eso, estos depósitos se reducirán del 14,6% del PBI a sólo el 12%. Consecuentemente los préstamos al sector privado que en 2021 representaron 9,7% del PBI se reducirán a 8,3%”.
Así, el economista señaló que “para lograr un escenario de inflación anual del 80%, el mejor al que el gobierno puede aspirar, tendrá que aumentar muy pronto el ritmo de devaluación en el mercado oficial (que deberá ubicarse entre el 4 y el 5% mensual), tendrá que elevar la tasa de intervención del Banco Central (y la tasa que estará dispuesto a pagar el Tesoro para colocar deuda interna), a no menos de 4,7% mensual, es decir 56% nominal anual o 73% efectiva anual”.