La Argentina y Brasil avanzan en un mecanismo para limitar el uso del dólar en las operaciones de comercio bilateral, que permitirá descomprimir temporalmente la presión sobre las alicaídas del Banco Central.
No obstante, lo que se presenta como un gran acuerdo económico y de convivencia política hilvanada por el mismo tinte ideológico no es más que la búsqueda de equilibrar un balance que es ampliamente desfavorable para la Argentina.
“Brasil es el principal socio comercial de Argentina, relación que históricamente mostró saldos deficitarios debido a que las importaciones desde aquel país suelen ser estratégicas para nuestro tejido productivo”, señaló un informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC).
El trabajo indica que en el primer cuatrimestre del año la balanza comercial entre ambos países arrojó un déficit para la Argentina de U$S 1.775 millones. Las importaciones crecieron 26,2% y las exportaciones avanzaron apenas 7%.
En 2022 el rojo para el país fue de U$S 2.250 millones, lo cual dimensiona el resultado negativo de los primeros meses de este año y proyecta un desfasaje difícil de tolerar para las arcas nacionales hasta fin de año.
La implementación del nuevo mecanismo fue el tema central de las reuniones que mantuvieron este martes en Brasilia, el presidente Alberto Fernández, con su par brasileño, Luiz Inácio “Lula” Da Silva.
De las conversaciones también participaron el ministro de Economía, Sergio Massa, y su par brasileño Fernando Haddad.
La operatoria tendrá al Banco de Desarrollo Económico y Social (BNDES) como agente de financiamiento.
Básicamente se busca que el BNDES amplié el financiamiento a las empresas brasileñas que vendan en la Argentina y luego por un mecanismo de compensación de monedas evitar la utilización de dólares. De esta forma se evitaría el paso por el SIRA que autoriza los pagos con plazos de hasta 180 días.
Esta alternativa había sido abordada cuando “Lula” visitó la Argentina el 2 de enero tras su asunción, mientras se desechaba la posibilidad de la creación de una moneda común dado su complejidad.
Massa considera muy importante poner en marcha este acuerdo en el corto plazo y por tanto no dudo en “pegar el faltazo” al acto por el Día del Trabajador que realizó la CGT en el estadio del Club Defensores de Belgrano en el barrio porteño de Núñez.
Pese a que la central obra se pronunció a favor de su candidatura a presidente, el ministro eligió viajar a Brasilia para acelerar las negociaciones y envió un mensaje de respaldo.
Crujen las reservas
Por otra parte, las reservas internacionales siguieron crujiendo hoy con la venta de U$S 133 millones por parte del Banco Central, de las cuales U$S 102 millones corresponden a adelantos de compras de energía
El dólar agro tuvo otra jornada discreta, con ventas que apenas superaron los U$S 54 millones. Cada día se asienta más la proyección de que el programa apenas logrará un 50% del ingreso total pretendido.
Por otro lado, en el primer día de vigencia de las nuevas restricciones para que los traders de bolsa compren dólar Bolsa, el “blue” avanzó $ 6 y cerró en $ 474.
La jornada estuvo marcada por la volatilidad con cotizaciones que fluctuaron en más y en menos durante toda la rueda.
Los dólares financieros que fueron afectados por las medidas de la Comisión Nacional de Valores se comportaron de forma dispar. El MEP cayó 1,7% a $ 428,84, mientras que el Contado con Liquidación (CCL) subió 1,6% a $ 459,89.
La devaluación del dólar oficial fue de 1,07% y lo llevó a $ 232,09, mientras que el mayorista aumentó 0,88% a $ 224,65. Las brechas son de 104% y 111%, respectivamente.
Sin embargo, los analistas ponen el ojo en la diferencia entre el “Blue” y el MEP, que permite realizarse de una ganancia superior a los $40 por dólar entrando con pesos a la Bolsa y al mismo tiempo vendiendo en el paralelo.