En 2023, la economía mendocina tuvo, según los economistas del Ieral (Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana, de la Fundación Mediterránea), una caída del 1,4%. Esto es, idéntica a la reducción nacional. El sector que tuvo una mayor disminución, en ambos casos, fue el del agro: 20,1% en todo el país y 13,7% en Mendoza. La industria fue el segundo con mayor descenso, de un 1,6% en Nación y 7,4% en Mendoza.
El documento del Ieral plantea que la industria tiene una participación del 13,6% en el PBG de la provincia y que no atravesó un buen 2023. Principalmente, porque hubo una menor cosecha de uvas y acusó el impacto de una reducción de la actividad económica. Pese a eso, en el primer semestre, el empleo industrial aumentó un 1,8% interanual (por debajo de Nación, que alcanzó el 3%).
La industria mendocina presenta varias ramas y se destacan la refinación de petróleo (39% del PBG sectorial), vinos y mostos (38%), agroindustria (4%) y el resto corresponde a “la otra industria”, que comprende una variedad de rubros, varios de los cuales son proveedores de equipos e insumos para otras industrias y para la construcción.
El Ieral plantea que la refinación de petróleo tuvo un leve incremento en los volúmenes procesados, del 1% en la provincia. En cuanto a vinos y mostos, entre enero y octubre de 2023 se redujeron en un 15% y 54%, respectivamente, las cantidades vendidas. De enero a septiembre, las cantidades exportadas por la agroindustria disminuyeron un 14% (los montos, netos de inflación, aumentaron un 29%). Y la “otra industria” mostró un aumento del 4,5% interanual en el empleo registrado, pero cayeron las ventas al exterior, lo que evidencia que se vendió más en el mercado interno.
Perspectivas
Se espera que 2024 sea también un año recesivo y que seguirá deprimido el poder de compra de la población. Sin embargo, el documento del Ieral, que analiza la evolución de cada uno de los principales sectores de la economía, advierte que ya no estará el impacto de las elecciones, como en 2023, por lo que es de esperar una importante caída en la obra pública. También que, aún con las tormentas de granizo, la cosecha de uvas será mayor y habrá mejores condiciones para la agroindustria. De ahí que entienden que el panorama sectorial tendrá una importante variación.
Mauricio Badaloni, integrante del comité ejecutivo de la UIA (Unión Industrial Argentina), indicó que la macroeconomía le está trayendo fuertes dificultades a la industria, porque ha caído el consumo de modo marcado y recién se están empezando a resolver las dificultades de pago de las importaciones (con las complicaciones que implica para el acceso a insumos).
De ahí que muchas empresas estén recalculando el escenario productivo, para analizar cuál sería el nuevo piso de producción. Sumó que también se observan algunas correcciones de precios, ya que algunos valores han bajado, como el acero, que ha tenido una disminución significativa en el último mes. Lo mismo está sucediendo en la industria alimenticia que, por el desplome de las ventas, ha ajustado a la baja los valores en las góndolas de los supermercados.
Badaloni mencionó que el sector está esperando que se produzca un aumento salarial y que la recomposición de los ingresos genere un cierto rebote. Las empresas, acotó, están muy expectantes de cómo evolucionan ciertas variables económicas, entendiendo que en enero y febrero hubo un desplome grande y que se están atravesando los dos peores meses del plan del nuevo Gobierno nacional.
En cuanto a si algunas industrias están planeando ajustar sus planes productivos, señaló que al sector “le cuesta mucho apagarse y volver a encenderse”, por lo que en general hay mucha cautela. Algo parecido sucede con los empleos, ya que les resulta difícil conseguir personal calificado, y si bien algunas han optado por dar vacaciones al personal o aplicar suspensiones temporales, no se vislumbra un retroceso fuerte en este sentido.
Como contraparte, el representante de Mendoza en la UIA resaltó que, para la Fiesta Nacional de la Vendimia, vinieron a Mendoza directivos del Banco Nación y del BICE y se mencionaron líneas de crédito para el sector productivo, fundamentalmente para el agroindustrial, y también un leasing para comprar maquinarias usadas. Y que, en Expoagro, que se realizó en Buenos Aires, se presentó otra línea en dólares, con tasas muy convenientes.
Todas estas opciones, planteó, pueden ayudar a que el sector se siga tecnificando y reduzca sus costos de producción, lo que le permitiría bajar los precios, como también crecer y generar empleo. Sin embargo, señaló la importancia de que se corrijan algunas variables, como el déficit fiscal y la alta carga impositiva. Asimismo, indicó que el dólar blue está bajando y eso genera un poco más de previsibilidad, ya que con un valor cercano a los $1.000 está casi a la par del oficial, que cotiza en torno a los $865.
Difícil primer semestre
Mariano Guizzo, presidente de Asinmet (Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza), manifestó que la metalmecánica no es ajena a la situación de la industria en general y comparte una contracción muy grande del consumo interno. Esto ha significado la detención de muchos proyectos, que ha ido alcanzando a distintas ramas.
Así, explicó que la baja de la actividad también está llegando a la del oil&gas (petróleo y gas), una industria de capital intensivo, en especial porque Mendoza tiene yacimientos convencionales maduros y no hay obras en ejecución. Acotó que YPF ya anunció que va a vender sus activos en este tipo de áreas y la provincia está incluida en el listado. Esto tiene su impacto, advirtió, en las empresas que prestan servicios a las petroleras.
Analizó que las compañías que trabajan para las mineras están teniendo un cierto nivel de actividad, vinculado a proyectos en otras provincias, porque en Mendoza, si bien hay una perspectiva interesante de trabajo en la minería, aún no comienza a manifestarse. Sobre las que venden bienes de capital para la agroindustria, expresó que sigue habiendo restricciones para acceder a algunos insumos que no se fabrican en el país, aunque se van ordenando las importaciones.
Pero Guizzo reconoció que no hay perspectivas de aumento de la producción. “Creo que, hasta junio, vamos a tener los meses más difíciles del ordenamiento de la macroeconomía”, lanzó. Y precisó que es una mirada compartida por los integrantes de todas las comisiones de Asimet (energía, minería y agroindustria), que avizoran una situación compleja. Además, con la alta inflación, se ha producido un reclamo, que consideró razonable, de aumento salarial, pero que, con la baja de actividad, genera situaciones muy tensas en paritarias.
Más allá de este complejo panorama, consideró que se vislumbra una salida, tanto a nivel nacional como provincial, con diversidad de actores trabajando en conjunto para que “Mendoza despegue de los valores de producción que viene teniendo últimamente”.