La venta de productos de limpieza sueltos ha tenido distintos momentos fuertes. El último se dio durante la pandemia, cuando quienes no podían trabajar en otras actividades abrieron este tipo de negocios y los compradores invertían en preparados para mantener a raya al coronavirus. Hoy, la pérdida de poder de compra de los salarios ante la suba constante de precios ha hecho que muchos vuelvan a inclinarse por los elaborados sin envasar y sin marca.
Florencia, de Limpieza La Maga, un negocio ubicado en pleno centro mendocino, explicó que mucha gente se está volcando a comprar suelto porque los productos son mucho más baratos que en los supermercados y el cliente busca los precios más bajos. Aquí, tienen la posibilidad de llevarse el bidón de 5 litros o llevar su propio envase (incluso, los vacíos de detergente).
En este tipo de comercios se puede comprar lavandina líquida y en gel, desodorante para pisos, jabón para lavar la ropa, suavizante, brillapisos, detergente, entre otros, con precio por litro. Y, en el caso de los jabones líquidos para ropa y de los suavizantes, se suelen ofrecer con el nombre de marcas reconocidas, ya sea con la aclaración “tipo” o con comillas. Pero también cuentan con las mismas líneas que se pueden comprar en el súper. Florencia resalta, sobre estas últimas, que opta por las recargas económicas.
“La gente te dice, ‘voy al supermercado a buscar ciertos productos, pero lo de limpieza lo compro afuera’. Es lo mismo que pasa con la verdura, que antes comprábamos en el súper y ahora todo se busca por separado”, detalló. Como se trata de un negocio céntrico, vende a quienes viven en los edificios cercanos, pero también hay una escuela a una cuadra y es común que los compradores le dejen el pedido al llevar a sus hijos y lo retiren cuando van a buscarlos. De todos modos, reconoció que a fin de mes las cuentas se complican, porque es cuando caen las ventas.
Gabriel, de Power Clean, otro negocio ubicado en el centro, resaltó que no sólo le venden a gente de bajos recursos, sino que, por la inflación y la crisis, y el hecho de que la calidad de los productos que se comercializan sueltos ha ido mejorando, hay muchos consumidores que están eligiendo esta opción.
Sumó que se siguen vendiendo ciertas marcas, porque hay productos específicos en los que sí hay una diferencia en el resultado, pero que, en los preparados líquidos, salen mucho más los sueltos que los de líneas reconocidas.
Gabriel señaló que, en el caso particular de ellos, las ventas siguen creciendo de modo sostenido, ligado a las que realizan en el local físico, los repartos a domicilio y una estrategia de marketing, sumado al asesoramiento a los clientes. También ofrecen un precio por litro a granel -cuando el comprador lleva el envase – y otro cuando ellos entregan el bidón.
Jorge, de ProMel, otro espacio de venta de productos de limpieza, en Godoy Cruz, señaló que abrieron en 2002, una época en la que no era tan común encontrar este tipo de negocios en los barrios, ya que las primeras marcas tenían precios más accesibles. Sin embargo, la crisis del 2001 favoreció la apertura de varios, porque la gente se había quedado sin empleo y buscó alternativas para trabajar, el dólar saltó de $1 a $4 y aumentó el valor del petróleo (muchos de estos preparados se elaboran con derivados del crudo).
A medida en que la situación económica se fue recuperando y muchos volvieron a conseguir un empleo, algunos de estos comercios cerraron. Y volvieron a aparecer cuando la recesión empezó a sentirse nuevamente, en 2018.
Jorge sostiene que las ventas se han frenado mucho, cerca de un 50% en los últimos meses, y que la caída se ha acentuado en marzo y abril. Es que él mismo elabora los productos y detalla que no se trata de los que habitualmente se pueden comprar sueltos, sino que son de primera calidad y eso hace que los precios no sean tan bajos. Y suma que, una vez al mes, tiene aumentos que van del 8% al 20%.
“Ha disminuido bastante la venta. La gente se restringe. Compra lo indispensable”, señaló. Acotó que hay clientes habituales que ya no van con la asiduidad que iban antes o que directamente han dejado de comprar porque hoy solamente buscan precio y ellos han decidido no bajar la calidad. Aunque planteó que hay otros que prefieren llevar menos cantidad, pero seguir comprando sus productos.
En cuanto a las perspectivas, el hombre indicó que hace 45 años trabaja de manera independiente, por lo que ha atravesado más de una crisis. Incluso, se vio obligado a cerrar tres negocios y empezar de nuevo. Sin embargo, no recuerda haber vivido una situación como esta, ya que en el pasado los precios subían, pero la venta seguía, mientras ahora cada vez hay menos ventas y los valores continúan subiendo.
Estrategias
Los consumidores apelan a distintas estrategias para intentar hacer rendir los ingresos frente a una inflación que ya acumula el 101,7% interanual en Mendoza (casi un punto por debajo de la nacional, que es de 102,5%). La compra en mayoristas y en negocios de productos sueltos y sin marca, la búsqueda de promociones tipo 3x2 o la segunda unidad al 70% en supermercados, o de los días en que los bancos ofrecen descuentos son sólo algunos ejemplos.
Para entender la diferencia entre los productos de limpieza sueltos y los de marcas reconocidas, la semana pasada, Andrés compró una promoción de 5 litros de jabón líquido y 5 litros de suavizante por $2.100, mientras que, en un supermercado local, el Ariel de 3 litros tiene un valor de $2.235 y el suavizante Vivere, también de 3 litros, cuesta $1.456.
De hecho, los precios de algunos artículos de limpieza han crecido por encima de la inflación. De acuerdo con un relevamiento realizado por la consultora nacional Focus Market, entre marzo de 2022 y el mismo mes de 2023, el detergente ha subido 124,1%; los suavizantes, 129,5%; los desinfectantes, 120,7%; y la lavandina, 114,4%. En cambio, productos como el rollo de papel de cocina y el papel higiénico se encuentran entre los que mayores subas interanuales han tenido: 155,8% y 134,9% respectivamente.