Entre enero y abril de 2023, la recaudación de Ingresos Brutos en la provincia tuvo un incremento del 3,5% en términos reales, en comparación con el primer cuatrimestre de 2022. Esto es, restando el efecto de la inflación y pese a que, en el marco del consenso fiscal, este año se redujeron alícuotas para ciertos sectores y tipos de empresas. El resultado positivo se explica por la eliminación de una exención.
El ministro de Hacienda y Finanzas, Víctor Fayad, explicó que Mendoza tiene la alícuota más baja en el país para las entidades bancarias: del 7%. Sin embargo, las transferencias desde la banca privada al Banco Central estaban exentas. “El sistema financiero hoy está financiando al Gobierno nacional y nosotros no nos podemos quedar sin esa recaudación, porque, sino, le tenemos que ir a cobrar a otro sector que sí está produciendo acá, que si está contratando gente acá, que sí es parte de la economía”, planteó.
El ministro resaltó que hoy no existe financiamiento para el sector privado, sino que los bancos le están prestando al Banco Central, con lo que no tienen riesgo. De ahí que decidieran eliminar la exención, como ya lo hizo CABA. En definitiva, comenzaron a cobrar Ingresos Brutos por los préstamos que las entidades bancarias le hacen al BCRA.
Como cuando los bancos le otorgaban créditos al sector productivo, la provincia recaudaba, pero esos créditos desaparecieron y, en cambio, empezaron a prestarle a Nación, se decidió aumentar la base imponible con los préstamos al Gobierno nacional, que estaban exentos.
Esa modificación hizo que la recaudación real de Ingresos Brutos esté 3,5% por encima de la del año pasado, cuando, de no haber eliminado la exención, estaría en los mismos niveles o apenas por encima. Esto, resalta Fayad, permite apreciar la magnitud de la exposición del sistema financiero al sector público.
Se debe recordar que, en la ley Impositiva 2023 se fijó una reducción en las alícuotas para más de 48.000 contribuyentes de los principales sectores de la economía provincial: se disminuyó fuertemente la carga de Ingresos Brutos para microempresas, que pagan entre un 20% y un 50% menos que en 2022. También se bajaron las alícuotas para contribuyentes medianos y sectores intermedios de la cadena de valor, como industria y construcción, con el fin de amortiguar el efecto cascada de este impuesto. Además, se mantuvo el beneficio de tasa cero para los sectores agropecuario, software, investigación y desarrollo, reciclaje y educación.
