En mayo, los despachos totales de vino en el mercado interno mostraron un crecimiento del 6,3%, empujado principalmente por una suba del 11,5% en los vinos tintos, ya que la comercialización de blancos cayó un 5% con respecto al mismo mes de 2023. Y cuando la comparación se realiza con el mes de abril de 2024, el incremento alcanza el 23,8%, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura.
Sin embargo, en el acumulado de los primeros cinco meses del año los valores siguen siendo negativos, ya que se registra una disminución en las ventas del 3,5% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Además, se debe considerar que en 2023 los envíos al mercado doméstico cayeron un 6,3% con respecto a 2022.
Cuando se discriminan los números del INV se observa que los vinos varietales, que representaron el 39,3% del total comercializado en mayo, tuvieron un aumento del 27,8%, mientras los genéricos disminuyeron un 0,1%. En cuanto a los envases, la botella mostró un leve incremento, del 2,5%, en tanto el tetra brik -que alcanzó el 37% del volumen total- creció 20,5%.
Mauro Sosa, gerente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, indicó que la comparación interanual, mes a mes, no permite sacar conclusiones porque los datos suelen ser muy variables. Pero sumó que, en principio, las pequeñas y medianas fraccionadoras están observando un cierto mantenimiento en el promedio de ventas en los últimos seis meses.
Pese a eso, resaltó que cuando aparecen incrementos como este en los despachos, después de meses de baja, suele tratarse de un anticipo de compras por parte de los proveedores y que, en muchos casos, responde a que las bodegas van adelantando la posibilidad de un aumento de precio. Detalló que, por ejemplo, las botellas han subido un 6% y que se espera un nuevo ajuste del 7%, y que algo similar está sucediendo con otros insumos.
“Lo que parece un aumento de ventas o un mayor consumo en realidad es un anticipo de compra, que levanta los números. En mi opinión, hay que verlo en un período más largo y, si antes era de tres meses, ahora debería ser de seis, porque mes a mes es muy errático”, planteó.
Sosa añadió que se sostienen los problemas vinculados a la pérdida de poder adquisitivo de la gente, que llevan a que el consumidor elija los vinos más económicos, como también que hay quienes se inclinan por opciones de mayor precio, pero en menos ocasiones de consumo.
Efectivamente, cuando se analiza el largo plazo, los primeros cinco meses del año, los envíos a mercado interno han tenido una caída del 3,5%. Los varietales, sin embargo, registran un leve incremento, del 2,9%, y los genéricos, un descenso del 4,4%. En cuanto a los distintos envases, la botella de 750 cc muestra una disminución del 3,2% y el tetra brik, que creció tanto en mayo, cae un 0,4%, es decir, prácticamente se mantiene, en lo que va de 2024.
Milton Kuret, director ejecutivo de Bodegas de Argentina, indicó que se debe entender que estos informes del INV no son de comercialización, sino de despachos a mercado interno. Esto es, los envíos desde los sitios de producción a los centros de almacenamiento y distribución, y que no necesariamente se trata de ventas de las bodegas a sus clientes ni de éstos a los consumidores.
Indicó que, en general, las bodegas no están viendo un aumento en el volumen de ventas, sino que, por el contrario, señalan que siguen deprimidas, porque los ingresos de los consumidores están resentidos. Esto hace que el vino se venda en las cadenas de supermercados y las vinerías gracias a las promociones del tipo 3x2 o los descuentos. Pese a eso, los establecimientos vitivinícolas no están sintiendo el efecto de esa tracción.
“Las empresas siguen con sus procesos de producción y despachando, haciendo envíos a depósitos, pero no es venta genuina”, resaltó. Mencionó que, en todo el mundo y por diversas razones, había sobrestock en toda la cadena, lo que ralentizó mucho la comercialización a los distribuidores, cadenas de supermercados y otros canales. Esto explica también las promociones que se lanzaron con el objetivo de que los productos roten y, por eso, podrían empezar a aumentar las compras a las bodegas.
Kuret planteó que este sobrestock fue favorecido por el proceso inflacionario, ya que los comercios que tenían una cierta liquidez y podían comprar lo hicieron, para adelantarse a las subas que se sabía llegarían el mes siguiente. Para conocer qué ha pasado con el consumo, indicó, habrá que esperar unas semanas más, cuando se conozcan los relevamientos que realizan las consultoras especializadas en este tema.