Con algunos números de los primeros meses de 2021, vale la pena preguntarse cómo avanzó la economía durante el primer trimestre del año. Algunos economistas plantean que la actividad económica local no funcionó tan bien como la nacional, mientras que el Gobierno provincial defiende la buena base que dejó en 2020 el equilibrio entre salud y economía.
El Ieral Mendoza, de la Fundación Mediterránea, plantea en su informe de junio varios obstáculos originados en la pandemia de 2020 y que han complicado alzar vuelo en este nuevo año (aún signado por el Covid-19). Para ilustrar esto, titulan su informe con el nombre “Economía en cuarentena: saliendo de una y entrando en otra”.
“En 2020 la economía mundial se desplomó, para luego recuperarse rápidamente. En Mendoza y en nuestro país, a pesar del repunte, no se ha llegado a los niveles previos a la pandemia”, inicia Jorge Day, economista a cargo del informe.
En su análisis de Mendoza y Argentina, la actividad se derrumbó en abril del año pasado y tuvo este año un repunte en “V”. Sin embargo, el repunte local sería menor al nacional, explicado por “un peor desempeño en los sectores transables (que dependen más del dólar), como minería (petróleo), industria y agro”. Calcula que en el primer trimestre en promedio la actividad de Mendoza cayó un 1% interanual, mientras que en el país sí creció un 4 %.
Por otro lado, Sebastián Laza, economista asesor del Ministerio de Economía y Energía recuerda que durante 2020 el Producto Bruto Interno de Argentina cayó casi un 9,6%, mientras que el Producto Bruto Geográfico de Mendoza cayó menos, entre un 7 y un 8%. “No nos parece correcto cuando algunos afirman que en 2020 a Mendoza le fue peor que a Argentina. A Mendoza el año pasado le fue mejor que a nivel nacional”, afirma Laza.
En cuanto a la consulta de si el país puede haber crecido más que Mendoza en el primer trimestre, Laza cree que es posible, pero porque en 2020 el promedio nacional fue peor y el efecto “rebote” sería más pronunciado: “En la Pampa Húmeda cayeron tanto que este año se están recuperando fuerte. Hay un crecimiento interesante en industria y agroindustria, por eso es probable que la nación crezca más en 2021”.
Los motores de la economía
El análisis del Ieral hace hincapié en cuatro motores que impulsan o contraen la economía: motor privado (poder adquisitivo), motor financiero, motor externo (exportaciones) y motor público. De esos cuatro, en el trimestre analizado cayeron el privado, el financiero y el público, mientras que el externo contribuyó más a impulsar la economía.
El motor privado hace referencia al poder adquisitivo de la población, que se puede medir con la masa salarial privada, neta de inflación. Desde 2014 sigue una tendencia decreciente (con sus altibajos) y las caídas se dan en los períodos con devaluaciones. Vale recordar que cuando el dólar se encarece, los salarios en pesos pierden poder de compra.
“¿Qué se espera para los próximos meses? La masa salarial privada está muy correlacionada con el PBI, lo cual es lógico. Cuando la producción aumenta, las empresas venden más, y por ende, pueden pagar una mayor masa salarial (sea contratando más trabajadores, sea pagando mayores salarios)”, afirma Day sobre este primer motor. Si la economía se estabiliza y el dólar oficial no sufre un incremento abrupto, puede haber una leve mejora en la masa salarial.
El segundo motor, el financiero, está vinculado con los préstamos. El informe del Ieral señala que luego del boom de los UVA en 2017/18, los créditos bancarios, netos de inflación, vienen cayendo en forma notoria: “A inicios de este año, son la mitad de los créditos que había hace tres años. La explicación no viene por una menor fuente de fondos (los depósitos), sino por destinarse menos a créditos para empresas y población”.
Varios factores juegan en contra dentro del motor financiero. La recesión y la pandemia promueven menos inversiones, lo que reduce la demanda por créditos. Por otro lado, los bancos son más reticentes a prestar por el temor de incobrabilidad y, además, el Banco Central es gran demandante de esos fondos, a través de sus Letras (leliqs). Es difícil que esos factores se reviertan durante 2021, por lo que no se espera un boom en créditos para el sector privado.
El tercer motor es el externo, que se lo puede entender como las ventas a mercados extranjeros (exportaciones). Durante 2020 el mundo también sufrió la crisis económica por Covid y en general compró menos, aunque Mendoza tuvo una mejor performance que el promedio nacional ya que pudo exportar más vino en volumen, en especial a granel con un precio más bajo.
“Para este año, el empuje exportador se notará más a nivel nacional. No sólo el mundo se recupera, sino que han aumentado fuertemente los precios de los commodities (soja, maíz, entre otros). Habrá algunos problemas, como el retraso en el dólar oficial (aumentando menos que la inflación) y en las restricciones para exportar (carne)”, describe Day. Este primer trimestre, han caído las exportaciones de vino a granel de Mendoza pero se mantienen vigentes otras.
Una última mención es sobre el motor público, referido a las inversiones de la administración pública o la quita de impuestos. Después de un 2020 austero, con contracción de las inversiones y aumentos salariales por debajo de la inflación, se espera que durante 2021 haya una reactivación en el motor público. Esto se daría por una mejora en las finanzas gubernamentales y por ser un período electoral.
Las expectativas
Desde el Ministerio de Economía insisten en que el mejor cierre de 2020 dio pie a un crecimiento que, si bien puede ser menos marcado que el nacional, se puede mantener en el tiempo. Especialmente, Sebastián Laza remarca que la decisión del Gobierno local de reabrir la actividad económica en el segundo trimestre del año pasado, marcó una diferencia.
“En el primer trimestre de 2020 no había pandemia. En el segundo trimestre estuvo casi todo cerrado. En el tercero, Mendoza se despegó de la Nación y empezó a generar una mayor dinámica y empleo que a nivel nacional. El tercer trimestre es clave para explicar la relación entre la Nación y Mendoza”, apunta el asesor del ministerio.
En cuanto a 2021, Laza remarca que la provincia se viene recuperando, quizás a un ritmo menor que el promedio por las exportaciones de la Pampa Húmeda y la reactivación industrial. “Vemos que, en este segundo trimestre del año, Mendoza está creciendo bastante fuerte respecto del segundo trimestre de 2020. Aquel trimestre fue el peor de la pandemia. Ahora Mendoza crece fuerte y la Nación también”, afirma el economista.
En las conclusiones de su informe, Day afirma que “a pesar de una cuarentena menos exigente, a nuestra provincia le fue peor que el promedio nacional” y “las explicaciones vienen especialmente por el motor privado (los ingresos de la población se redujeron más en Mendoza)”. No ayudaron el motor financiero ni el público, pero sí contribuyó la demanda de productos del exterior, aunque el peso de las exportaciones en la economía local es bajo.
El economista del Ieral Mendoza también señala que las cuarentenas de 2021 deberían ser más laxas que el año pasado y que, debido al atraso cambiario, “es posible esperar una recuperación de la masa salarial, siempre y cuando no haya una devaluación abrupta” (que no se espera hasta las elecciones).
Además, se puede acompañar con un impulso de obras públicas, gracias a una mejora en las finanzas del Gobierno provincial.
“Concluyendo, a pesar de haber entrado en una segunda cuarentena que impactará negativamente, los datos de este año claramente serán mejores que los de 2020”, afirma Day. En esa línea, es probable que la Nación tenga un desempeño mejor que Mendoza por el agro pampeano, la recuperación de la industria nacional y el repunte petrolero de Vaca Muerta.
Actividades con altas y bajas
Jorge Day analiza distintas actividades y observa que, en promedio, al país le fue mejor que a Mendoza. Una razón es que la industria nacional tuvo una muy fuerte caída en 2020 y este año tuvo una buena recuperación, mientras que la industria vitivinícola no tiene tanta fuerza ni capacidad instalada como, por ejemplo, la industria automotriz.
“El uso de capacidad instalada de industria nacional ha mejorado bastante, en parte porque la economía se cerró más y (aunque uno esté o no de acuerdo) eso es bueno para los industriales nacionales”, agrega Day.
Si se puntualiza en las actividades que mide el Ieral y las estimaciones que realiza en base a información de organismos públicos, institutos y otros, la actividad medida a nivel interanual en la provincia es de un 1% menor respecto del primer trimestre de 2020. En cambio, en el país el promedio interanual es de un 4% mayor.
De 9 actividades medidas, la de peor panorama es Restaurantes y Hoteles con una caída local interanual del 35% (a nivel nacional la caída es aún peor, del 42 %). También hay una baja en minería y petróleo del 15%, una actividad que empieza a repuntar en el país gracias a Vaca Muerta, pero no en Mendoza. El panorama negativo local lo completan Administración Pública, Industria (que sí creció a nivel nacional) y EGA con caídas entre el 6 y el 2% interanual.
En Gastronomía, les fue relativamente bien a los hospedajes fuera del Gran Mendoza, mientras que cayeron los hoteles céntricos dedicados a la parte corporativa. Otras consideraciones son sobre el petróleo local, que no termina de reactivarse, y la Administración Pública, con caída por aumentar sus sueldos por debajo de la inflación.
De las actividades con crecimiento positivo, se destaca Construcción con un 23% de crecimiento (aún más que a nivel nacional, 12%), seguida por el Comercio con un 11%, el Agro con 8% y la actividad Financiera con un 2% de crecimiento.
