Los productores suelen hacer referencia a la cantidad de horas de frío que necesitan acumular los frutales para que la floración comience en el momento adecuado en cuanto lleguen los primeros calores, con la primavera. Sin embargo, el frío se hizo esperar, con un otoño más cálido de lo habitual, y el invierno, aunque arrancó con registros bajos, parece no estar muy convencido de aportar esas horas de frío tan necesarias para ciertos cultivos.
Esta semana, las máximas estarán por encima de 18° y las mínimas no caerán por debajo de 5°. El pronóstico extendido de la Dirección de Contingencias Climáticas anticipa que hasta el viernes las condiciones serán las siguientes:
Martes. Parcialmente nublado con ascenso de la temperatura, vientos moderados del sudeste. Máxima: 24ºC / Mínima: 8ºC.
Miércoles. Algo nublado con descenso de la temperatura, vientos leves del sudeste rotando al noreste. Máxima: 18ºC / Mínima: 6ºC.
Jueves. Algo nublado con leve ascenso de la temperatura, vientos leves del sudeste. Máxima: 19ºC / Mínima: 5ºC.
Viernes. Algo nublado con poco cambio de la temperatura, vientos moderados del noreste. Máxima: 18ºC / Mínima: 6ºC.
Y, de hecho, cuando se consultan las previsiones para los próximos 10 días de otras plataformas, las temperaturas se mantendrían muy similares hasta el jueves 10 de agosto. De todos modos, se debe tener en cuenta que, cuando más extendido sea el pronóstico, mayor margen de error existe.
Un El Niño moderado
El fenómeno El Niño, que se esperaba fuera en 2023 fuerte, será moderado, según los más recientes análisis de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, de Estados Unidos. “El océano no termina de acoplarse con la atmósfera y no se potencia la actividad de los vientos que son responsables del transporte de humedad”, explicó el consultor Alfredo Elorriaga a Agrofynews.
Pese a esto, el evento El Niño va a estar presente durante la cosecha gruesa 2023/24. Si bien el comportamiento de los vientos es otra de las variables que define la intensidad del fenómeno, las anomalías de las temperaturas en el océano Pacífico Ecuatorial son factores más estables como predictor de los modelos y siguen mostrando un calentamiento muy importante. Lo que cambia es la importancia que tendrá este fenómeno entre todas las variables que determinan las lluvias de la región pampeana.
“El Niño será una pieza clave para que Argentina cuente con un mayor aporte de humedad. Pero otras variables, como los efectos regionales, tendrán mayor importancia que hace un mes. O sea, dependeremos más de efectos que no son posibles de cuantificar a largo plazo”, explicaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
Hace un mes se habían presentado algoritmos que mostraban el efecto de un Niño fuerte sobre las lluvias en la región núcleo. Los resultados mostraban lluvias mensuales de octubre a enero que, en general, superaban a las medias por un 40 a 60%. Con un Niño moderado, las lluvias mensuales proyectadas estarían entre un 30 a 40% por encima de lo normal.