A inicios de 2022, el mundo parecía encaminarse hacia un panorama más tranquilo que en los últimos dos años, signados por la pandemia Covid-19. Sin embargo, la invasión rusa en Ucrania despertó las alertas en una economía globalizada, y cabe preguntarse cómo se pueden ver afectadas las ventas mendocinas en el exterior.
“Respecto de lo que veo de las exportaciones, creo que las empresas locales se deben centralizar en el mercado latinoamericano, un poco por el tema logística. Son plazas cercanas a las que se puede llegar de forma terrestre”, analizó Graciela Rovera, presidenta de la comisión de Comercio Exterior de la Federación Económica de Mendoza (FEM). El comercio dentro de una misma región gana fuerza frente a las complicaciones de trasladar por mar.
Especialmente, Rovera cree que se puede aprovechar aún más la relación de Mendoza con Chile, ya sea para exportar a ese país como para vender “a través” de ellos hacia el Pacífico: “Hay muchos beneficios para las empresas que puedan comercializar o hacer una apertura en un encadenamiento productivo. Chile es un mercado al que hay que prestar mucha atención, lograr más exportaciones a ese lugar y transformarnos en un proveedor a largo plazo”.
Mario Lázaro, gerente general de ProMendoza, coincidió con las dificultades logísticas a nivel mundial y afirmó que “el desafío este año es no perder clientes, aunque nos compren menos”. La razón es que el conflicto en Ucrania y las sanciones a Rusia generaron aumentos de costo en varios productos, como la energía, y los consumidores europeos van a priorizar pagar esas tarifas energéticas antes que consumir productos importados como el vino.
Hay que recordar que en los mercados que no son de cercanía para Mendoza (como Reino Unido, Países Bajos o Alemania) el vino representa la mayor parte de las ventas, y competidores como España tendrían ventaja por estar cerca. “No creo que EEUU se vea muy afectado por la guerra en Ucrania. Quizás por el problema de logística se retrasen embarques y el proceso sea más lento, pero no creo que se afecte como Europa”, agregó Lázzaro.
Para Mario Bustos Carra, gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, el mercado exterior tiene una cara positiva y una negativa: la mejora de la situación sanitaria tras la pandemia y la incertidumbre por la invasión en Ucrania. Se trata de “una expectativa favorable, pero con mucha cautela”, analizando el estado de los medios de transporte y cómo el aumento del precio del combustible afecte al valor de los fletes.
De todos modos, Bustos Carra cree que, además de ver la situación externa, es importante solucionar problemas internos como la brecha cambiaria y la inflación: “Yo más que prestar atención a cómo evolucionan los mercados externos, le prestaría atención a qué es lo que hacemos nosotros los argentinos para mejorar nuestra propia situación. Tenemos que hacer el propio esfuerzo para ser competitivos y poder ayudar al crecimiento de toda la región.”
El motor externo para Mendoza Recientemente, el Ieral Mendoza presentó su informe anual de 2021 y las perspectivas de 2022 para la economía mendocina. Dirigido por los economistas Gustavo Reyes y Jorge A. Day, ahí se señalaba que, durante 2021, la economía mundial ayudó a una recuperación de los precios y las exportaciones mendocinas, pero, por la brecha cambiaria y la inflación, el poder adquisitivo de estas ventas se redujo.
¿Qué observan estos economistas para 2022? Un mundo “bastante más complicado y con fuertes amenazas”, como una fuerte desaceleración en los socios comerciales de Mendoza, las tasas de interés en alza para frenar los avances de la inflación en varios países, y la enorme incertidumbre por la dinámica del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
De ese modo, se señala que las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para 2022 muestran que el mundo crecerá a un ritmo bastante menor que en 2021, cuando los países Emergentes (incluyendo socios de Mendoza como China y Brasil) mostrarían la mayor desaceleración relativa. Incluso, las proyecciones del FMI auguran un bajo crecimiento para América Latina y el Caribe: mientras que la región en 2021 creció 6,8 %, en 2022 crecería 2,4%.
Respecto de las tasas de interés, el informe del Ieral Mendoza apunta que las tasas en EEUU empezaron a aumentar anticipando una política monetaria restrictiva (contractiva) de la Reserva Federal (el Banco Central de EEUU) para atemperar la escalada inflacionaria en ese país. En otras ocasiones, esa medida fortaleció al dólar, “generando bruscas caídas en las mercados financieros y en los precios de los principales commodities expresados en dicha moneda”.
La otra amenaza que observan se refiere al conflicto bélico en Ucrania que, si bien generó aumentos en algunos cereales que exporta Argentina, también despierta el temor de mayores primas de riesgo para países emergentes y menos crecimiento mundial, entre otros. De todos modos, en los últimos años, Rusia perdió participación en las exportaciones locales: el 36% de lo que se le exporta es vino, pero eso es sólo el 1 % de las ventas totales de vino.
“En resumen, las perspectivas del motor externo de la economía mundial para 2022 lucen poco expansivas y con varios e importantes riesgos”, sintetizaron los economistas del Ieral Mendoza.