Quejas de productores porque no consiguen semillas para plantar

Para los cultivos frutihortícolas se suele utilizar material importado y, por las trabas, algunas empresas no reciben la autorización y otras sufren demoras de meses.

Quejas de productores porque no consiguen semillas para plantar
Productores hortícolas y viveristas expresaron su preocupación porque, por la falta de semillas, podría peligrar la siembra de la temporada primavera-verano.

El fin de semana pasado, luego de conocerse que la inflación de abril llegó al 8,4% y que, en gran medida, esta suba se explica por la suba de los alimentos, que en un mes treparon 10,1%, el Gobierno nacional anunció que iba a importar productos frescos y no perecederos para controlar los precios. Sin embargo, productores y viveristas mendocinos se expresaron muy preocupados porque no están llegando las semillas que necesitan para iniciar los cultivos de primavera.

Una de las principales incógnitas que generó el anuncio es de dónde iban a aparecer los dólares para traer alimentos del exterior -exentos de impuestos-, cuando a las empresas que traen insumos al país, y entre las que se encuentran las comercializadoras de semillas, se les rechazan o demoran las importaciones durante meses, porque no hay divisas. El malestar fue manifiesto en cuanto a que uno de los puntos que siempre señalan desde el sector productivo es que la alta carga tributaria les resta competitividad y ahora se planea quitar aranceles a lo que se traiga desde afuera al Mercado Central de Buenos Aires.

Miguel Fernández, productor hortícola del Valle de Uco, comentó que, cuando se cosecha, lo primero que se intenta hacer es comprar los insumos para la próxima campaña. Pero está difícil conseguir semillas de diversas variedades de zanahoria. De hecho, la que más se implanta en el Valle de Uco no se ha liberado (para su importación).

Explicó que se trabaja, en un 90%, con semillas híbridas, porque las que se producen en la provincia se utilizan para terminar de completar un cupo, pero suelen dar como resultado zanahorias deformadas, que se rajan fácilmente; es decir, la calidad del producto es muy distinta. Y esa hortaliza no se puede exportar, por lo que se pierde el espacio ganado en los mercados externos.

Pero advirtió que el problema no se da solamente con la zanahoria, sino que la lechuga capuchina o repollada se cultiva con semillas provenientes de California (Estados Unidos) y la mayor parte de los productores no las tienen. Y tampoco hay material para cultivar remolachas y cebollas precoces o más firmes (que también se exportan).

“Cuando escuchás al ministro (de Economía, Sergio Massa) decir que va a importar alimentos y no nos deja importar semillas para producirlos acá…”, lanza con frustración. Fernández detalla que algunas importadoras están esperando que les liberen los embarques, pero a otras directamente no les han aprobado la importación.

A algunas empresas no les autorizan la importación, mientras otras traen los contenedores pero se quedan meses a la espera de su liberación.
A algunas empresas no les autorizan la importación, mientras otras traen los contenedores pero se quedan meses a la espera de su liberación.

Si bien el año pasado ya empezaron a registrarse estos problemas, porque faltaba material para siembra, pudieron suplantar por otras variedades, pero ahora todos están en la búsqueda, Esto, porque hasta fin de año hay cultivos, pero no se sabe qué pasará con los que se deberían implantar a partir de agosto y cosecharse en enero y febrero, ya que no tienen semillas para la próxima campaña.

Carlos Freites, de Vivero San Nicolás, que comercializa semillas para cultivos hortícolas y también plantas de vid, comentó que los distribuidores de semillas, sobre todo de tomate, que es el rubro en el que se especializan, tienen demoras, porque no les aprueban las Siras (autorización para importar) o sólo en forma parcial.

Si antes sabían que iban a contar con determinada cantidad de estos materiales, ahora el distribuidor llama para ofrecer las que consiguió y no hay certeza de cuándo, o si, va a recibir nuevamente. De ahí que quienes comercializan estos insumos tampoco le puedan dar certezas al productor, salvo que cuenten con un stock remanente del año pasado.

Freites indicó que, si bien los problemas con las importaciones se extienden a una buena cantidad de insumos para el agro, si faltan rulemanes para un vehículo, ejemplificó, se puede esperar un mes a que lleguen, pero el tiempo es crucial en el caso de las semillas, porque hay un momento propicio para la siembra y si se reciben después, se perdió esa temporada.

“Para el tomate estamos a tiempo. Todavía no estamos desesperados, pero sí muy preocupados”, comentó. Asimismo, expresó que ha aumentado el precio en dólares, aunque prefirió no arriesgar un porcentaje promedio, y sumó que hay compañías que, hasta que no reciben la semilla, no dan un presupuesto, porque no saben cuáles van a ser los costos cuando puedan entregarlas.

Alejandro David, quien tiene un emprendimiento familiar de cultivo de hortalizas y verduras en el cinturón verde de Guaymallén, planteó que el problema para conseguir semillas es muy grave. Añadió, al momento de la consulta de Los Andes, que diez minutos antes una de las empresas proveedoras les había informado que habían logrado ingresar un contenedor después de tres meses de espera. Otra, añadió, hace más de un mes que no le permiten importar estos elementos desde Israel, y que lo mismo les sucede a una francesa, una norteamericana, una holandesa y varias muy conocidas en Argentina.

Como señaló que estas dificultades no son nuevas, sino que empezaron a manifestarse en 2005, siempre se aseguran de tener un stock para el año siguiente. De ahí que en 2023 tengan elementos para plantar tomates, cherries, sandías, melones, pimientos. Pero también reconoció que, para una finca de 10 hectáreas, como la de ellos, necesitan invertir unos US$ 20 mil. De ahí que a los productores que tienen 50, 100 o hasta 300 hectáreas se les complica tener tanto material disponible.

Además, los David se dedican a tener varios cultivos, pero hay fincas en las que un año cultivan zanahoria y, al siguiente, por cuestiones de mercado, pueden cambiar a otra hortaliza, por lo que compran semillas cuando deciden qué van a cultivar. Y si bien se consiguen en la provincia las de ajo, papa, ciertas variedades de cebolla y zanahoria, y zapallo inglés y coreano, las de otros productos, como tomate redondo, perita y Cherry, pimiento y berenjena se traen del exterior. En el caso del maíz, acotó, todas son híbridas y vienen de afuera.

El productor señaló que, si bien tiene semillas para este año, intentará ir comprando para el próximo, a medida que vayan autorizando los ingresos. Es que añadió que, en general, dejan entrar los contenedores en setiembre y octubre, cuando ya pasó la temporada.

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