Gastón Ragazzone, de la empresa Uco Drone, se convirtió en el ganador del Premio Joven Empresario Argentino Edición 2020, que otorga la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). De esta manera, la provincia suma su cuarto reconocimiento, ya que también lo ganaron Alexis Atem, con Energe (2012), Martín Benito, con Biosano (2017) y Mauricio Pío De Amoriza, con Madera Plástica Mendoza, (2019).
En junio de este año, Ragazzone había sido distinguido con el Premio Joven Empresario Mendocino, que entrega la Federación Económica de Mendoza (FEM) y Jóvenes FEM. En ese mismo concurso, también se hizo acreedor a una Mención de Honor en la categoría Desarrollo Tecnológico.
Uco Drone es una empresa que presta servicios de fumigación de plantaciones agrícolas con drones. Desde la empresa señalan que, mediante la utilización de estos dispositivos, se logra un manejo sustentable de las tierras, haciéndolo más seguro, eficiente y económico. Se busca, también, erradicar el uso irracional de agroquímicos.
En una entrevista con Los Andes, en junio, Ragazzone contó que, además de ser uno de los socios de Uco Drone, trabaja de abogado. De hecho, reconoció que no estudió una carrera vinculada al agro, aunque, como su familia tiene viñedos, lleva 20 años escuchando sobre las diversas problemáticas de los productores. Pero, al momento de definir su futuro profesional, se inclinó por Abogacía.
Como hasta ahora, lo que ganan con la empresa, lo reinvierten y necesita sostener a su familia, se dedica a las dos trabajos. Por eso, en más de una ocasión, ha viajado con el traje colgado en la camioneta para dirigirse a alguna propiedad en la que tiene que utilizar los drones para fumigar y después vuelve a ponerse la ropa formal para retomar su trabajo de abogado. “Es divertido y cansador”, planteó.
La empresa, contó, nació de la experiencia familiar “de renegar” con la maquinaria vieja, y a veces obsoleta, con la que realizaban las aplicaciones en los viñedos. A partir de esto, empezaron a ver qué tecnología les podía resolver ese problema y, cuando aparecieron los drones, adquirieron esos dispositivos. El paso siguiente fue ofrecer el servicio a otros productores, con lo que tuvieron que hacer una tarea de demostrarles que servía, para poder convencerlos de hacer las cosas de un modo distinto al tradicional.