Si las audiencias públicas por la segmentación de los usuarios de luz y gas habían generado interrogantes, el anuncio que hizo el jueves Sergio Massa, durante su discurso de asunción como ministro de Economía, dejó aún más dudas. Es que entre las primeras medidas que planteó, mencionó la eliminación de los subsidios a la electricidad a los hogares que consuman más de 400 kw/h. De acuerdo a los cálculos iniciales, la decisión del Gobierno podría dejar sin beneficio a entre 76 mil y 234 mil usuarios residenciales en la provincia.
“En luz vamos a subsidiar hasta 400 kw, alcanzando el 80% de los usuarios, pero solo el 50% del consumo total residencial. En el caso del gas, la quita de subsidios seguirá la misma lógica, pero respetando la estacionalidad de las distintas regiones del país”, lanzó. Y sumó como fundamento que no se puede seguir “con un esquema en el que quien más gasta, más subsidio se lleva”.
La primera pregunta que surge y para la que habrá que aguardar más precisiones por parte del Gobierno nacional es si ese tope de 400 kw/h será mensual o bimestral. En Mendoza, hay 544.682 usuarios residenciales y, según detallaron desde el EPRE (Ente Provincial Regulador Eléctrico), de ellos, el 86% consume menos de 800 kw/h por bimestre (400 kw/h por mes). Esto significa que, si el límite para perder el subsidio fuera de 400 kw/h mensuales, pasarían a pagar la tarifa plena 76.256 hogares.
En cambio, si el máximo fuera bimestral, los usuarios alcanzados por la medida serían 234.213. Se debe tener en cuenta que solo el 57% de los usuarios de Mendoza consume menos de 400 kw/h por bimestre.
Romina Ríos, presidente de la Asociación de Defensa al Consumidor Protectora, consideró que lo más probable es que este tope sea de dos meses, ya que los esquemas tarifarios fijan las categorías de usuarios de acuerdo con el consumo bimestral. Y resaltó que esto reduciría considerablemente la cantidad de usuarios que seguirían manteniendo el subsidio, ya que sólo lo conservarían los que utilicen hasta 200 kw/h por mes.
Por otra parte, señaló que tampoco está claro si los usuarios que superen los 400 kw/h bimestrales perderían por completo el subsidio o si se mantendría una tarifa diferencial hasta ese consumo y el excedente de ese tope se tomaría al valor pleno. Ríos explicó que de este último modo se aplica la tarifa social en la provincia.
El impacto en la boleta
Tampoco está claro cómo impactará en las facturas el pasar a pagar tarifa plena, pero cuando se desarrollaron las audiencias públicas por la segmentación, se presentó el dato de que “el Estado (nacional) cubre, en promedio, más del 70% del costo de la energía que llega a los hogares” y que estaban incluidos en el beneficio los sectores de mayores ingresos.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que el porcentaje subsidiado tiene una mayor participación en AMBA. En esa jurisdicción, el Estado nacional realiza un aporte mayor que en el resto del país. En el caso de Mendoza -como en otras provincias-, uno de los componentes de la boleta, el Valor Agregado de Distribución (VAD), tiene una variación periódica que define el gobierno provincial (ese ítem ha permanecido subsidiado en el AMBA).
De hecho, el informe técnico de la Subsecretaría de Planeamiento Energético de la Nación, que se analizó en la audiencia pública, tomaba como ejemplo las facturas de usuarios promedio del sector residencial del AMBA y se limitaba a plantear que, “para el caso de las distribuidoras de jurisdicción provincial, el traslado del incremento en el PEST (Precio Estacional de la Energía Eléctrica) definido por la metodología resultará en un menor impacto en factura, en la medida que el componente del precio de la energía constituya un menor porcentaje de la tarifa”.
Desde el EPRE plantearon que no tienen disponible el cálculo de cuánto pasaría a pagar, en promedio, un usuario residencial que pierda el subsidio; es decir, con tarifa plena. Hoy, con los dos últimos aumentos, a nivel provincial -del VAD, del 8,8% desde mayo y de 1,5% por el alumbrado público- y nacional -del costo de abastecimiento, del 11%, desde el 1 de junio-, los usuarios con consumos bimestrales menores a 299 kW/h pagan, en promedio, unos $2.280 por bimestre; los que consumen entre 300 kW/h y 599 kW/h bimestrales reciben una boleta media de $6.044 por bimestre; y los que consumen más de 600 kW/h pagan unos $ 27.487.
Ríos expresó que se han multiplicado las consultas a Protectora por parte de personas que plantean que no entienden para qué completaron el formulario de la segmentación si están recibiendo boletas con variaciones importantes. Sobre esto, resaltó que aún no se está aplicando esta división en categorías y que la página web arroja una categorización provisoria. Resta la notificación definitiva a los usuarios, por un lado, y a los entes reguladores nacionales (gas) o provinciales (electricidad), por otro, que deberán elaborar los nuevos cuadros tarifarios y comunicarlos a las distribuidoras, para que éstas comiencen a emitir las facturas con los nuevos montos.
Inicialmente, la quita de subsidios se iba a comenzar a realizar a partir de setiembre, detalló, pero había un cierto debate en torno a si correspondía llamar a nuevas audiencias públicas, para discutir los cuadros tarifarios resultantes o si simplemente se trataba de la aplicación de lo que se definió cuando se analizaron los valores estacionales de la energía -electricidad y gas- y la segmentación. Un interrogante adicional, advirtió, es si las bonificaciones se eliminarán de manera generalizada en todo el país o por zonas, comenzando por ciertos barrios o áreas de mayor poder adquisitivo.
De todas formas, habrá que esperar a que haya mayores precisiones en cuanto a qué implica este límite mencionado de los 400 kw/h, que, en principio, planteó Ríos, estaría modificando lo que se plasmó en las audiencias públicas. Es que la segmentación que se propuso desde el Gobierno nacional se enfocaba en los ingresos de los hogares y en las propiedades (inmuebles, vehículos), mientras que la que esbozó Massa se concentra en el consumo. “Está difícil llevar claridad a los usuarios”, comentó.
En desventaja
En Mendoza existe la problemática de que hay viviendas que, por no estar conectadas al gas natural, utilizan electricidad para cocinar, calentar agua y calefaccionar; lo que hace trepar el consumo. Para entenderlo, en Mendoza, hay 544.682 usuarios residenciales de electricidad, mientras que los hogares conectados a la red de gas alcanzan los 426.182. Y estos últimos son los que, por la modificación de la ley de Zona Fría, reciben un subsidio de 30% o 50%, según el caso; beneficio que el nuevo ministro de Economía dio a entender que se mantendría, al señalar que se respetará “la estacionalidad de las distintas regiones del país”.