El enorme parate económico que provocó la pandemia del Covid-19 impactó de lleno en todos los sectores productivos de la provincia y, en consecuencia, en los niveles de recaudación del Gobierno de Mendoza durante los últimos años. El punto positivo es que de la mano de la reactivación los números han ido mejorando y el Estado ha empezado a tener cierto “margen de maniobra” con las cuentas públicas; lo negativo, es que la provincia aún no recupera todo el terreno que perdió desde el inicio de la crisis sanitaria.
El seguimiento de la evolución de los ingresos corrientes del Gobierno permite varios puntos de análisis. En el balance general se observa que en los primeros seis meses de este año el Gobierno Provincial percibió unos $ 59.878,9 millones a través de los impuestos provinciales: Ingresos Brutos, Automotor, Inmobiliario, Sellos e Ingresos Varios. El resultado representa una mejora del 5,9% en términos reales (teniendo en cuenta el efecto de la inflación) en relación al mismo período del año pasado.
Sin embargo, cuando se hace una comparación con los primeros seis meses de 2019 (último año normal, antes de la pandemia), se observa una caída real del 5,5%. En detalle, entre enero y junio de ese año se percibieron $ 18.695,7 millones.
A simple vista se podría asumir que este año se recaudó más, pero se debe tener en cuenta que entre 2019 y 2022 hubo una inflación total de 239,1%. De ahí se concluye que los $ 59.878,9 millones de este año en realidad valen un 5,5% menos de lo que valían los $ 18.695,7 millones en 2019.
Números que hablan
Las estadísticas de recaudación permiten conocer un escenario que va mucho más allá de la cantidad de recursos con que cuenta la Provincia. Cuando se analiza la evolución de Ingresos Brutos, por ejemplo, se puede conocer con precisión cómo se está comportando la economía provincial. Es que ese impuesto se paga justamente cuando se concreta una actividad económica.
En este caso, según datos de Administración Tributaria Mendoza (ATM), la provincia acumula en el primer semestre una recaudación de $ 44.614,3 millones en concepto de Ingresos Brutos, lo que dejó como resultado un crecimiento real de 9,8% en relación al mismo período del 2021. Se trata de un número que anticipa un buen desempeño del Producto Bruto Geográfico (PBG) durante el período enero-junio.
No obstante, la comparación con el último año prepandemia revela una caída real del 2,7% en la recaudación de Ingresos Brutos. Esto significa que Mendoza se está recuperando de la crisis producida por el Covid, pero aún no ha vuelto a crecer. Para ello, la provincia debería lograr una mejora con relación al 2019, algo que por ahora no está ocurriendo.
A partir de los resultados de Ingresos Brutos surgen dos grandes incógnitas: La primera es qué sectores se están recuperando y la segunda, qué posibilidades hay de que la tendencia se sostenga en los próximos meses, permitiendo que Mendoza logre mostrar un crecimiento genuino en relación a la prepandemia.
En lo que respecta al primer punto, el economista Carlos Rodríguez señaló que la recuperación en la recaudación de Ingresos Brutos -y por tanto, de la actividad económica- es lógica, teniendo en cuenta que muchas actividades continúan su reparación paulatina, tras la implementación de las restricciones sanitarias a causa de la pandemia. “La construcción, la metalmecánica y los servicios, como turismo, han tenido una buena recuperación durante este año”, comentó.
Un estudio elaborado por el Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE) confirma la lectura del economista. El informe señala que en los primeros cinco meses del año (aún no está disponible el dato de junio) creció 13% interanual la demanda de electricidad por parte de los fabricantes de cemento. También repuntó un 40% el uso de energía de los hoteles y un 68,4% el de la industria metalmecánica. Ese dato, tal como ocurre con Ingresos Brutos, se asocia directamente al nivel de actividad de cada rubro.
Tendencia económica
Los datos de recaudación de Ingresos Brutos demuestran que el nivel de actividad económica se está recuperando, pero aún resta saber si la tendencia podrá mantenerse o no, durante los próximos meses.
El panorama de por sí es complicado, teniendo en cuenta el escenario macroeconómico que se conformó desde inicio de año y se profundizó con la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía de la Nación, un hecho que se verá reflejado en las estadísticas de recaudación recién en julio. El avance de la inflación, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y la volatilidad del dólar en sus diferentes versiones, han generado un alto grado de incertidumbre de cara al futuro. Si bien la asunción de Massa calmó un poco al mercado, la incertidumbre sigue vigente.
Carlos Rodríguez consideró que hoy las condiciones no están dadas para asegurar que se mantenga la tendencia creciente. “El escenario macroeconómico no es favorable para Mendoza. La Nación debe enderezar su política fiscal. Medidas como la segmentación de tarifas están bien, pero no se está atendiendo uno de los problemas más graves, como lo es la relación de Argentina con el sector externo”, subrayó.
“No se deben poner más parches. Hay que tener un plan integral que permita eliminar las restricciones, como el cepo a las importaciones, la multiplicidad de tipos de cambio y las retenciones. No fue una solución la diferencia cambiaria para el campo, ni lo será cualquier medida paliativa que se tome”, agregó el economista.
Buscando una mirada más optimista, Rodríguez aclaro que, si se logra el consenso político para llevar adelante un plan serio, el país podría volver a crecer de manera sostenida. “Argentina tiene un gran potencial; ordenando un poco la macro, debería continuar la recuperación de Mendoza y el resto del país. La incógnita es si tenemos capacidad para hacer los cambios que son necesarios”, remarcó.
También compartió su opinión Nicolás Aroma, economista asesor del Partido Justicialista. “La evolución de la actividad economista y de la recaudación de Ingresos Brutos va a depender mucho de cómo pase el invierno el Gobierno Nacional en lo que respecta al ingreso de dólares. Debe haber un buen segundo semestre sin turbulencias para que no se pierda el crecimiento logrado en la primera mitad del año”, opinó.
“El gran problema de la balanza comercial está en los combustibles; por eso hablo de pasar el invierno. Además, el sector agroexportador está especulando a la espera de una devaluación”, agregó.
En vistas a futuro, Aroma indicó que es primordial para la economía provincial y nacional que la inflación no se dispare, para lo que será clave mantener un nivel alto de reservas de dólares. “Argentina necesita sostener el nivel de dólares para importaciones de bienes de capital. Siempre pasa que, cuando las brechas son grandes, hay un problema de incentivos. Por eso el Gobierno deberá hacer todo lo posible para que la brecha entre oficial y paralelo se reduzca. Cuando eso pase, el mercado va a recibir una señal de que realmente no se va a devaluar y los agroexportadores van a empezar a liquidar”, sostuvo.
Cuál es la situación fiscal
En las últimas semanas se ha instalado la discusión de cuál es la situación fiscal de la Provincia y si el Estado tiene holgura o no para enfrentar las negociaciones paritarias. Cabe recordar, que el Gobierno mantiene discusiones con SUTE, Ampros y ATE, entre otros gremios del sector público, por la actualidad salarial del personal. La inconformidad de los trabajadores por las propuestas impulsadas desde el Gobierno, condujeron a la realización de la marcha multitudinaria del martes pasado.
En ese marco es que se ha instalado la discusión acerca de cuál es la situación fiscal de la Provincia. Nicolás Aroma, señaló que no solo la recaudación provincial está aumentando. “Hay otra parte de la película y es que los recursos nacionales también están creciendo con fuerza. Impuestos como el IVA se ajustan muy rápido por inflación. Si a eso se suma la política del Gobierno de pisar salarios y obra pública, en ese modelo claramente le sobran recursos al Estado Provincial”, apuntó el economista asesor del PJ.
“En Ingresos Brutos, por ejemplo, se van a recaudar $ 20 mil millones más de lo previsto inicialmente. Está claro que el Gobierno tiene margen para pagar mejores salarios. Lo que ocurre, es que hay un problema que escapa a la cuestión salarial. Este es un capítulo más de el gran problema, que es el endeudamiento en dólares. Hay un problema estructural”, completó Aroma.
El ministro de Hacienda de Mendoza, Víctor Fayad, se mostró en completo desacuerdo con la lectura de Aroma. Por un lado, señaló que Nación está recaudando más porque está subiendo impuestos, mientras que Mendoza los está bajando. “El aumento de la presión tributaria nacional se traduce en más recursos, pero a raíz del aporte de los contribuyentes mendocinos. A eso se suman los impuestos que se crearon y no se coparticipan, como el Impuesto País y las retenciones”, comentó.
“Tampoco es cierto que estemos recaudando más de los previsto. Sí hay una diferencia en términos nominales, pero se da solo porque la inflación es mucho más alta a la prevista inicialmente en el Presupuesto. En términos reales la situación es otra”, insistió el funcionario.
“Tomando como referencia los primeros siete meses del año, se observa caída real del 2% en Ingresos Brutos en comparación a 2019 (prepandemia) y bajas en Automotor #(-12% real), en Inmobiliario (-24%) y en Regalías (-30%). Crecen Sellos (5%) y también los recursos de origen nacional (5%), pero el resultado general, sumando todos los recursos, da como resultado una baja del 4%”, aseguró.
También el propio gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, compartió su mirada acerca de la discusión por los salarios y acusó a la oposición de poner trabas en la rueda de las cuentas públicas. A través de su cuenta de Twitter, el Gobernador señaló: “En el contexto de la crisis económica que atraviesa el país, que se manifiesta con una inflación agobiante producto de decisiones equivocadas por la falta de rumbo y el conflicto interno del Gobierno nacional, quiero dejar claro que entiendo la naturaleza del reclamo salarial que se produce en Mendoza por parte de los empleados del Estado, fundamentalmente de nuestros buenos docentes y trabajadores de la salud”.
“El esfuerzo sensible que estamos dispuestos a hacer, en concordancia con la política provincial de reducir la presión fiscal a los sectores productivos y a la gente, será sin aumentar impuestos, solo con recursos producidos por la buena administración que hemos venido haciendo durante todos estos años en un marco de austeridad”, continuó el Gobernador.
Por último, Rodolfo Suárez habló de la “insensibilidad” de parte de la oposición. “Hasta acá, nos impide pesificar la deuda, en una actitud incomprensible que finalmente no daña la gestión de un gobernador como pretenden, sino que le quitan posibilidades al conjunto de los mendocinos”, reclamó.
Fayad, por su parte, destacó que Mendoza debe enfrentar las negociaciones en desventaja, en relación a otras provincias. “Sería muy diferente la paritaria con la planta de personal que tenía el Gobierno hace 15 años, antes de los ocho años de peronismo, o con la coparticipación que tiene San Luis, por ejemplo”, subrayó.
Respecto a este último punto, el ministro de Hacienda planteó que la coparticipación nacional apenas supera los $ 40 mil per cápita en Mendoza, mientras que en San Juan y San Luis ese valor asciende a $ 80 mil y en provincias como Formosa y La Rioja, llega a $120 mil.
El atraso de los #patrimoniales
La recaudación de impuestos patrimoniales atraviesa un presente completamente distinto al de los Ingresos Brutos. Es que los números no solo muestran una retracción en relación a la prepandemia, sino que además revelan una caída real en comparación al año pasado.
Según los datos publicados por ATM, entre enero y junio de este año se percibieron unos $ 5.541,9 millones por el impuesto Automotor, lo que marcó un crecimiento nominal del 44% respecto a los recaudado el año pasado, pero una caída real del 8,9%, tomando en consideración el efecto de la inflación, que promedió el 59,3% durante el período analizado.
En la comparación frente al 2019, se obtiene como resultado una retracción real del 11,5%. En resumen, el monto percibido por el cobro de las patentes no solo está cayendo en relación a la prepandemia, sino que además se aleja cada día más de lo cobrado antes de la llegada del Covid-19.
Pasa lo mismo con el impuesto Inmobiliario. Las estadísticas oficiales reflejan que por ese tributo ingresaron a la Provincia unos $ 2.624,4 millones a las arcas provinciales durante el primer semestre de este año. En ese caso, la diferencia real es de -4,7% respecto al 2021 y de -21,1% en comparación a los primeros seis meses del 2019.
¿A qué se debe la caída? hay dos grandes factores a tener en cuenta. Por un lado, es un hecho que ambos impuestos patrimoniales han tenido ajustes anuales por debajo de la inflación. Cabe recordar, que tanto el Automotor como el Inmobiliario se calculan en función una tasa que se aplica sobre la valuación de los bienes en cuestión. A lo largo de los últimos años los aranceles se han mantenido fijos, mientras que las tablas de valuaciones han tenido topes de aumento que siempre han cerrado por debajo del IPC.
El otro punto a tener en cuenta es que existe un alto nivel de morosidad. El accionar del Gobierno Provincial -con la implementación de un nuevo plan de pagos - confirma que la capacidad de cobro ha disminuido considerablemente desde el inicio de la pandemia.
La presión tributaria cae, pero sigue siendo alta
Con algunos matices debido a la crisis económica, el Gobierno de Mendoza continúa con la implementación del plan plurianual de baja de alícuotas de Ingresos Brutos. El programa condujo a que en 2021 la provincia tuviera la menor presión tributaria en el transcurso de ocho años.
Sin embargo, un informe del Consejo Empresario Mendocino (CEM) demuestra que la situación está muy lejos de ser la ideal. Tomando como referencia a los Ingresos Brutos, se observa que hoy la recaudación por ese impuesto representa un 5% del Producto Bruto Geográfico (PBG) de Mendoza. Eso significa que de cada $ 100 que se generan en la economía provincial, $ 5 van a parar a las arcas del Estado a través de ese tributo. Años atrás, en 2004, la relación entre Ingresos Brutos y el PBG era de solo el 2%. Es decir que de una punta a otra la presión tributaria por ese impuesto creció tres puntos porcentuales. Si bien es cierto que el escenario mejoró en relación a la última década (en algún momento se llegó al 6%), está claro que aún queda un largo camino por recorrer en ese sentido.
Se ha dado una situación similar en Sellos. La recaudación por ese impuesto pasó de representar el 0,4% del PBG en 2004 al 0,7% en 2021. En lo que respecta a los patrimoniales, el Automotor subió de 0,4% a 0,5%, mientras que el Inmobiliario bajó de 0,4% a 0,3% en el período analizado.
En términos generales, sumando todos los impuestos provinciales, se observa también un empeoramiento de la situación a largo plazo. “La presión tributaria provincial se ha duplicado entre 2004 y 2021 (pasó de 3,2% a 6,5%), con el mayor incremento entre los años 2010 y 2015, y un incremento adicional hasta 2017; desde entonces este indicador bajó hasta ubicarse en 6,5%. El ordenamiento fiscal iniciado en 2016, la racionalización del gasto público y la disminución de la presión tributaria provincial constituyen un aporte del Estado provincial a la competitividad de Mendoza, en el que se debe seguir trabajando”, comentó Gustavo Rivarola, asesor económico del CEM.
El ministro de Hacienda, Víctor Fayad, aseguró que el objetivo es seguir bajando impuestos, para acercarse más a la presión tributaria del 2004, pero aclaró que la reducción será moderada. “No queremos ir a un ritmo que nos haga tener que dar un paso atrás. Queremos sostener el mensaje de que somos una provincia que no sube presión tributaria”, explicó.
Continuando con Ingresos Brutos, otro estudio del CEM, elaborado en forma conjunta con el Ieral (Fundación Mediterránea), advierte que algunos sectores tienen gravámenes relativamente bajos, mientras que otros tienen alícuotas bastante altas en comparación a otras provincias. Los que se encuentran en mejor situación son los sectores del agro y la construcción.