El sector de la construcción atraviesa una fuerte crisis, el primer golpe lo recibió con la restricción total que hizo el Gobierno Nacional de la obra pública y se acentuó con la recesión económica que mantiene por el piso la actividad privada.
“Las inversiones privadas en obras cayeron entre el 40% y 50%”, dijo sin vueltas Dalmiro Barbeito, presidente de la Cámara de Empresas Constructoras Independientes de Mendoza (Cecim).
En paralelo, los rubros vinculados directamente a la construcción también sufren el enfriamiento de la economía pero desde otro ángulo. En diciembre los materiales se fueron a las nubes y cerraron el 2023 una suba del 354%.
En el primer bimestre de 2024, hubo una desaceleración brutal de los precios, sin embargo el arrastre hizo que el consumo se desplome y no alcance a repuntar.
“Las ventas vienen a la baja, si se notó este mes, después del periodo de las fiestas, vacaciones y el comienzo del ciclo lectivo en que la gente priorizó sus gastos, que han empezado a aparecer nuevamente”, sintetizó José Luis Saldaña, de Hierros Saldaña, integrante de la Red Edificar Mendoza.
Caída en la actividad
La caída en la actividad de la construcción fue progresiva a lo largo del 2023. Salvo en marzo y octubre del año pasado que tuvieron leves alza, los otros 10 meses cerraron con saldo negativo.
La contracción en la actividad se evidenció en todo su esplendor a partir de la asunción de Javier Milei en la Casa Rosada y el parate total a la obra pública financiada desde el gobierno federal.
De acuerdo a la información del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) en enero de 2024 el indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) reflejó una baja del 21,7% respecto a igual mes de 2023.
Como complemento, el Indec publicó la información relacionada a los puestos de trabajo registrados (efectúan aportes y contribuciones al sistema previsional) en la actividad de la construcción en el sector privado. La información hace referencia a los números de diciembre de 2023.
Según el organismo nacional, ese indicador registró una baja de 3,2% con respecto al mismo mes del año anterior mientras que en el acumulado de 2023 presentó una suba de 7,8% al compararlo con el mismo período del año anterior.
La medición también contabiliza la superficie a construir a partir de las autorizaciones que otorgan las municipalidades con los permisos de edificación. Tomando una nómina representativa de 176 municipios, el Indec informó que en diciembre de 2023 hubo una baja del 9,7% al compararlo con el mismo mes del año anterior.
En tanto que la superficie autorizada a construir, acumulada durante los doce meses del 2023, registró un descenso del 7,8% con respecto al mismo período del año anterior.
Otro indicador que permite observar el nivel de actividad dentro de la construcción es el que elabora la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland.
En los despachos al mercado interno de cemento, en febrero de este año fueron 684.041 toneladas, esta cifra represento una disminución del 10,8% en comparación a enero (766.803 toneladas) y una baja del 23,6% en la variación interanual. En febrero de 2023 se despacharon 895.938 toneladas de cemento.
“Hay expectativa que arranque. Tuvo una disminución importante la actividad privada por la incertidumbre económica y política y estamos esperando que se reactive más temprano que tarde”, sostuvo Dalmiro Barbeito.
El presidente de la Cecim comentó que en la actualidad “se construye, hay inversiones privadas con un dólar que sigue siendo competitivo, aunque ya la brecha se va achicando, pero son pequeños conjuntos inmobiliarios de 10 a 20 unidades. Son inversores privados de los que quieren ahorrar en ladrillo, pero no hay grandes proyectos desenvolviéndose a la vista”, agregó.
Para Barbeito, para la reactivación del sector hace falta “una inflación mucho más controlada, crédito bancario, genuino, y sobre todo que las variables macroeconómicas argentinas se vayan estabilizando. Tenemos un gobierno que lleva 100 días y estamos esperando que se acomode la economía para empezar a ver algunos proyectos que se reactiven. Hay muchas preguntas, vemos que se pide información a las conductoras, pero todavía no se firman los contratos”, detalló.
Gerardo Fernández, presidente de la Confederación de Pymes Constructoras de Argentina, consideró que la situación está muy mal “porque no están las reglas del juego clara todavía, entonces están todos en la gatera esperando para salir, pero nadie quiere invertir por ahora”.
Santiago Laugero, presidente de la Federación Económica de Mendoza y hombre dedicado a la construcción, principalmente dentro del mercado inmobiliario, opinó que la merma en la actividad no es nueva y lo vienen padeciendo desde hace tiempo.
“No ha sido tan fuerte (la caída) lo que pasa es que venimos de varios años de poco movimiento y en nuestra experiencia directa, no notamos diferencias fuertes. Sí, para vender hoy desarrollos nuevos hay que sacrificar a rentabilidad y no es porque bajemos los precios sino que los costos son más altos y la rentabilidad se achica”, comentó.
Para el constructor, el panorama va a cambiar en lo que es el mercado inmobiliario cuando aparezca nuevamente “el crédito hipotecario sostenible a los niveles de los salarios, esa es la ecuación que va a cambiar historia, si no, no vamos a tener ni cerca los movimientos que se ven en ortos lados, sin ir más lejos, en Chile”, sentenció.
El consumo no repunta y los precios por las nubes
Un factor que también termina siendo determinante en la caída de la actividad de la construcción dentro del sector privado, son los precios, desde el valor del metro cuadrado hasta el de los materiales.
Los datos del consumo aparente de los insumos para la construcción que informó el Indec muestran que en enero de 2024, hubo caídas entre el 3% y el 40% en distintos artículos, al compararlo con el mismo mes de 2023.
Fueron a la baja, el consumo de yeso un 40,6%; el hierro redondo y aceros para la construcción 38,6%; el hormigón elaborado 28,6%. También disminuyó el 19,9% el consumo de cemento portland; 18,5% mosaicos graníticos y calcáreos; 18,1% en ladrillos huecos; 12,6% en cales; 10,7% en pisos y revestimientos cerámicos; 10,4% en pinturas para la construcción; un 9,1% en el resto de los insumos (incluye grifería, tubos de acero sin costura y vidrio para construcción) y 3,7% en artículos sanitarios de cerámica.
En contrapartida, lo que aumentó fuertemente fueron los precios. Según el índice de precios de materiales de la construcción en Mendoza que elabora la Red Edificar dejó a la vista como treparon a lo largo del 2023, particularmente en diciembre, y como siguió la escalada, aunque a un ritmo mucho menor en el primer bimestre de 2024.
Los productos relevados para armar el estudio son una selección representativa de los ítems: hierro, hormigón elaborado, áridos, madera, ladrillos cerámicos, pisos y revestimientos, loza sanitaria, grifería de baños y cocina, materiales eléctricos, mobiliario de cocinas, vidrio, aberturas de aluminio, pintura de obra e instalaciones sanitarias, agua y gas.
Diciembre fue el mes más abultado del año pasado con una variación de precios en materiales de la construcción del 44,26% respecto a noviembre. Pero además, en el acumulado a lo largo del año el incremento registrado fue del 354,64 %.
Entrado enero de 2024, con el derrumbe de la actividad, los precios pisaron el freno y se desplomaron 37 puntos y quedaron en un dígito. Así fue que en el primer mes de este año los insumos subieron apenas un 7,89%, contra el mes anterior.
“La baja sensible en el aumento de precios, se debió a la importante caída en las ventas de materiales, que según CAME llegó hasta un 31%”, comunicó la Red Edificar.
En febrero, el índice elaborado por la Red Edificar mostró un nuevo aumento de precios pero sensiblemente inferior, se movieron solamente un 3,33% con respecto a enero.
La variación de precios acumulada durante el primer bimestre de 2024 “es de 11,48%, muy similar al valor del mismo periodo del 2023 que fue del 13,48%, tan solo 2 puntos debajo”, indicaron.
“El sector continúa con una actividad alicaída con bajas ventas e importantes ajustes en los precios tendientes a incentivar al consumidor. A esto se suma que la obra pública no ha dado señales de arrancar nuevamente ya que el Gobierno Nacional no se ha pronunciado claramente sobre cuándo podrán retomarse las obras suspendidas”, remarcaron desde la Red Edificar.
José Luis Saldaña, aseguró que “las ventas están mejorando en comparación a lo que fue enero y febrero. Igualmente están muy por debajo de lo que teníamos a esta altura, el año pasado”.
El titular de Hierros Saldaña también sostuvo que por estos días “los precios se han reacomodado, incluso hay valores más económicos que en diciembre. Eso contribuyó a que la gente se vuelque a invertir en nuevos proyectos o remodelaciones”.
El valor del metro cuadrado
Todos los meses, Apymeco, que es la Asociación de Pymes de la Construcción de Buenos Aires, elabora un índice con respecto al valor del metro cuadrado que sirve como referencia a las empresas del rubro a lo largo y ancho.
De acuerdo al relevamiento de Apymeco, en febrero el valor del metro cuadrado se ubicó en $1.161.766. Esto representó una suba del 8,3% con respecto a enero y la variación interanual arrojó que el alza fue del 288,44%, contra febrero del otro año.
En tanto, al realizar la medición del valor del metro cuadrado pero en dólares, la entidad informó que “registró un aumento del 23,31% pasando de US$946,86 porm2 a US$1.167,60.
Para Apymeco “se observa una desaceleración del aumento de precios, sostenida durante los últimos dos períodos, que totalizan 21,71 puntos porcentuales”.
“El descenso se justifica en la fuerte recesión reflejada en los índices de actividad de la construcción, especialmente por la paralización de la obra pública”.
En el país de “por las dudas”
Quienes están en el rubro de la construcción, tanto desarrolladores como comerciantes, admiten que la incertidumbre fue tal, que los precios subieron por encima de toda expectativa. Sin embargo también dejaron en claro que la caída en el consumo también creció por encima de cualquier previsión y, siguiendo las generales de la ley de la oferta y demanda, ahora se están reacomodando e incluso van a la baja.
“Nadie entiende porqué somos el país más caro de todos, porqué un kilo de hierro que históricamente estuvo en US$ 1 dólar llegó a estar a US$1,70. Además, ahora se están reacomodando, pero no bajan. Y la respuesta es por las dudas, acá siempre es por las dudas”, comentó entre reflexión y queja un empresario dedicado a la construcción.
“Hubo tal desorden de precios que nadie sabía nada, no había referencia alguna. Cada uno ponía lo que le parecía. Y el problema es que no se sabía a qué valor se iban a reponer los productos. Igualmente hubo aumentos muy fuertes. Es más, en diciembre, después de la devaluación los precios volaron, pero fíjate como son las cosas, en enero con una inflación del 20%, siguieron aumento las cosas pero muy por debajo. Es ya habían subido casi todo el mes anterior”, lanzó otro empresario.
Para resumir y ofrecer una descripción de lo que ocurrió y lo que puede suceder hacia adelante, otro empresario de la construcción afirmó: “Lo que le pasa a la gran mayoría y que no lo quieren decir, no lo quieren blanquear, es que están con los galpones atestados de mercadería que compraron con un dólar de $1.300 y ahora no les da la ecuación para venderlos, con un dólar de $800 o $1.000, ahí reside todo el problema”.
El rezongue de los empresarios constructores no cayó en saco roto e inmediatamente apareció la voz comercial que cantó “quiero retruco”.
“Es muy cierto que hubo un aumento fuerte y era preferible tener el stock que vender, pero hoy entramos en las generales de la ley, salvo a algún loco que aparecía y compraba igual, no le vendimos a nadie y los precios empezaron a bajar”, se sinceró un comerciante.
“Pero acá hay un correlato, los precios ya venían altos, Hacindar llegó a retirar la lista de precios en su momento y hoy en día pararon la producción. La caída en las ventas se siente mucho”, agregó.