Entre enero y agosto, las exportaciones de vino a granel lograron una recuperación del 17% según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura, y varios referentes del sector prevén cerrar el año con unos 80 millones de litros colocados, prácticamente el doble de lo vendido el año anterior.
Un dato a destacar es que casi el 90% de lo exportado corresponde a vino varietal, mientras que el resto son vinos básicos. Aunque el granel representa una oportunidad significativa para las bodegas argentinas, especialmente en términos de volumen y acceso a mercados internacionales, también es válido considerar el impacto local de no vender el vino embotellado en origen y la pérdida de valor agregado. Así, el vino a granel está recuperando protagonismo en el mercado internacional y demuestra ser un negocio estable y rentable para un puñado de bodegas argentinas, según explican en off algunos referentes.
La mejora de la macroeconomía y el aumento en los stocks de vino les permiten competir con mayor flexibilidad en el mercado global. El precio promedio actual del litro de vino a granel ronda los USD 1,01. Estados Unidos e Inglaterra son dos de los principales destinos para el granel argentino, y alrededor de diez empresas están impulsando este negocio de manera significativa.
Con la previsión de repetir una cosecha en Argentina de características similares a la de este año, el sector se ilusiona.
Los exportadores, de reojo, ya miran la cosecha en España, uno de los jugadores mundiales en ese segmento, y hacen sus apuestas. Según publicó EFEAgro, “las organizaciones agrarias mantienen su previsión para la vendimia de este año, en la que esperan una producción ‘normal’ de entre 38 y 39 millones de hectolitros, después de dos malas campañas, especialmente la de 2023, cuando, por culpa de la sequía, el rendimiento fue de 32 millones de hectolitros”.
Todavía hay que esperar que efectivamente se alcance ese volumen, pero en el mismo reporte ya hay quejas de productores españoles por el bajo precio del producto y su escasa rentabilidad.
¿Volverá España a ofrecer producto por debajo del dólar y dejará fuera a los exportadores locales?
Por lo pronto, en el sector ya esperan un cuarto trimestre más dinámico y con mejores opciones de venta.