Baja en retenciones: el empresariado celebra la medida, pero pide incentivar inversiones

La disminución parcial y temporal de las retenciones al campo así como la quita a las economías regionales es aprobada por los privados que piden que el objetivo sea mayor que conseguir dólares.

Baja en retenciones: el empresariado celebra la medida, pero pide incentivar inversiones

El Gobierno nacional anunció que bajará las retenciones al campo de manera temporal, por un lado. Por el otro, confirmó la quita de este impuesto a productos de economías regionales que todavía pagaban derechos de exportación. No es el caso de la vitivinicultura mendocina que cerró este capítulo cuando en la negociación por la Ley Bases todos los productos de esta industria quedaron con retenciones cero. El reclamo no es nuevo en el sector, que en los últimos tiempos había insistido en el pedido en función de un dólar planchado y una sequía que vuelve a acuciar.

Por este motivo, el vocero presidencial Manuel Adorni confirmó el jueves la baja de las retenciones a los principales cultivos de la zona pampeana. Entre ellos se puede mencionar: soja, porotos, aceite, harina, trigo, cebada, sorgo, maíz y girasol desde el lunes hasta fin de junio. El promedio de baja generar ronda el cinco por ciento. De este modo, hasta junio los porcentajes de retenciones queda de la siguiente manera: Soja de 33% al 26%, Soja derivados de 31% al 24,5%, Trigo de 12% al 9,5%, Cebada de 12% al 9,5%, Sorgo de 12% al 9,5%, Maíz de 12% al 9,5%, Girasol de 7% a 5,5%. Por otra parte, se comunicó la eliminación total de las retenciones a las economías regionales que todavía las tenían como tabaco y azúcar.

Desde el sector empresario celebraron la medida en general, pero hicieron observaciones en particular. Diversos representantes del campo apuntaron que la disminución de los derechos de exportación trae alivio en un contexto de suba de costos. En este marco, desde la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), expresaron que la medida es “muy importante e inteligente de parte del Gobierno”. Es porque observaron que descomprime una situación extremadamente crítica para los productores. “Es una gran señal, una palmada en el hombro hacia la producción agropecuaria y los productores”, comunicaron desde esta entidad. Agregaron que se trata del inicio de un camino en el que se debe continuar la discusión con el fin de eliminar las retenciones definitivamente.

Urgencia y mejoras estructurales

En este marco, los referentes de Coninagro sumaron que los derechos de exportación son una pata más de la alta presión tributaria de la Argentina que es preciso comenzar a bajar. Este un reclamo del sector privado no solo ligado al campo sino en líneas generales con el fin de facilitar la producción y disminuir los costos en general. En esta línea, Diego Stornini, empresario vitivinícola y vicepresidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), destacó que la baja de retenciones a la soja celera uno de los principales ejes de generación de dólares del país, lo cual es positivo. “Sin embargo, mientras se refuerza este sector, las economías regionales todavía están resistiendo y enfrentan trabas estructurales que limitan su competitividad”, precisó Stortini más allá de la baja de las retenciones a estas áreas.

Del mismo modo, Rubén Palau, referente local de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), señaló que la medida es un intento por parte del Gobierno de sumar dólares ya que las inversiones no llegan. Observó que tanto a la zona núcleo como a las economías regionales la disminución o eliminación de los derechos de exportación alivia la situación en general. Sin embargo, opinó que la decisión se apoya más en la “necesidad de dólares” que en una estrategia para favorecer o impulsar los sectores agropecuarios o a los productores en general.

En este marco, el vicepresidente de la FEM destacó que más allá de las medidas hace falta trabajar con una mirada integral sobre las cadenas de valor de las economías regionales. “Esto incluye reducir burocracias e impuestos al consumo (al cheque, al valor agregado, a los ingresos brutos)”, puntualizó Stortini. Desde su punto de vista es importante impulsar acuerdos bilaterales para abrir nuevos mercados de exportación, fomentar la tecnificación y resolver problemas de logística que encarecen muchísimo los costos de producción. Se trata de un desafío que requiere tiempo y planificación en medio de las urgencias generales ya que la producción local pierde competencia en precios con los mismos productos en Chile, Brasil u otros países.

“El ingreso de más de 72 toneladas de cerezas chilenas el mes pasado mostró cómo competimos contra costos de producción hasta un 40% más bajos”, ejemplificó Stortini para quien Mendoza corre el riesgo de quedar a mitad de camino en media de esta transformación. Por su parte, Rubén Palau destacó que las pymes continúan relegadas y con problemas de todo tipo relacionados con el ajuste que todavía pagan los más chicos. “La baja de las retenciones es una estrategia para obtener dólares, pero las economías regionales y el mercado interno siguen con grandes problemas en medio de inversiones que no llegan”, subrayó Palau.

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