En el último informe de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha) se señala que el 60% de las estaciones de servicio en el país corren serios riesgos de cerrar sus puertas (tres de cada cinco expendedoras).
En Mendoza hay 215 estaciones de venta de combustibles activas, de las cuales 129 son las más afectadas por la caída de las ventas.
A nivel nacional, durante setiembre, se comercializaron 465,815.3 m3 de combustible; un 32% menos en el volumen total en el canal minorista durante el mismo mes de 2019.
El registro del Ministerio de Energía de la Nación advierte además que el 58% del total de lo comercializado correspondió a la demanda de gasoil, en tanto que el 42 por ciento fueron naftas.
En este marco, el 67% de las estaciones de servicio se encuentra trabajando a pérdida, en el caso de Mendoza este número ascendería a 144 expendedoras de combustible, de las cuales 129 estarían más afectadas. Las mismas están trabajando por bajo del punto crítico y sus ingresos no alcanzan a cubrir los costos de la operación (valor del producto, impuestos, servicios, salarios, etc.), lo que implica un alto riesgo de cierre.
Esta situación se agravó recientemente tras la exclusión de las estaciones –a partir de noviembre- del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP).
Haciendo números
Si bien existió una recuperación de las ventas en mayo y junio (los volúmenes alcanzan 86.7 en gasoil, 61.1 en naftas y 74.3 en el total de combustibles líquidos), luego se cayó en una meseta por debajo del 25% respecto al volumen de combustibles líquidos registrados en febrero.
En comparación a uno de los meses de menor demanda, hay un temor fundado por el posible cierre masivo de estaciones. “No tenemos más espalda”, aseguran algunos referentes del sector.
Aun con el horizonte sanitario un poco más despejado, la pandemia está muy lejos de terminar para varios sectores de la economía argentina.
El funcionamiento de las estaciones de servicio es un termómetro de la abrupta caída de la circulación (un 32.9% más bajos que previos a la pandemia).
Según un informe de Cecha, 3 de cada 5 corren serios riesgos de cerrar. Mendoza es la plaza más importante de Cuyo, cuenta con 215 estaciones activas, por su parte en San Juan operan 66 y en San Luis, 60 establecimientos de este rubro.
Desde Cecha advierten sobre los efectos de la “nueva normalidad” y la circulación restringida, en un informe elaborado junto a la consultora Economic Trends, una estación necesita vender 292.000 litros de combustible al mes para poder alcanzar el ‘punto crítico’, es decir, aquel umbral que le permite pagar los costos operativos.
Recuperaciones acotadas
Hoy, el 67,1% de las estaciones no superan este punto crítico y trabajan a pérdida. Por su parte, un 18% de estaciones lo supera pero no alcanzan el ‘punto de equilibrio’, aquel que les permite generar un margen de rentabilidad.
“La verdad es desesperante, estamos golpeando todas las puertas porque ser excluidos del ATP puede significar para muchas estaciones bajar las persianas. Sería muy triste que hayamos pasado la mayor parte de la pandemia para ahogarnos a esta altura, que dicen que falta menos para que se empiece a vacunar”, sostuvo Gabriel Bornoroni, presidente de Cecha.
Con la excepción de Misiones, que ya recuperó el 84.1% de la pérdida de volumen producida entre febrero y abril, y Chubut, con el 61.6%, el resto de las provincias ha recuperado menos del 60%, porcentajes que se han mantenido estables durante los últimos meses.
Al comparar la realidad de Cuyo observamos que San Juan (57%) fue la provincia de mayor recuperación en la región, le sigue Mendoza (46%), y por último San Luis (28 % ).
