Desde un gran ventanal al sur se puede tener dominio general del paisaje, se puede espiar el paso del día. Desde la cercanía de la montaña hasta las columnas que empiezan a levantarse para darle forma a la nueva obra, a un edificio moderno de espacios abiertos, de grandes terrazas y balcones, cuyo nombre está inspirado en un árbol de África. En la oficina corporativa el ambiente es minimalista, sobrio, pero impactado tanto por la nobleza de los materiales como por los colores propios del desierto. Richard Brake, con paso largo, atraviesa el corredor que nace o termina en el amenity del primer piso, allí un mural formado por tres relojes cuentan -en diferentes horas- un poco de su vida. Londres, Ciudad del Cabo y Mendoza.
En su español amable, con un dejo del acento inglés, sentado del otro lado del escritorio, como a un piano, el Chairman del Grupo Kaikoura sostiene que “la ciudad está creciendo hacia el sur; mucha gente ha elegido este lugar para vivir. Es una oportunidad para crear un segundo centro de la ciudad”. No hay objetos personales a la vista, pero sobre uno de los muebles la imagen del Master plan proyecta los distintos edificios que conforman esta isla de casi once hectáreas diseñadas en el pedemonte para generar una sinergia de trabajo. Drago es el nombre del edificio –de 5.000m2- que se está construyendo en el costado sur del complejo de Chacras Park, en Ruta Panamericana.
Federico Méndez, vicepresidente del grupo desarrollador, participa de la charla, actúa como un segundo anfitrión sin dejar de mostrar su orgullo por el lugar. Cuenta que el primer edificio del complejo, el Ceibo, “de puertas hacia adentro, bien podría estar en Santiago o Buenos Aires. Es más que un edificio triple A por la altura de sus techos, por la calidad de su materiales, pero la gran ventaja que tiene es el resto, además del paisaje son los servicios que ofrece, los amenities del edificio más los restaurantes y cafés, que generan un ambiente de coworking, de integración, no solo dentro de la oficina sino también afuera”. La curiosidad la aportan los nombres de cada edificio, propios de los árboles más importantes de cada país.
Richard Brake observa, se respalda y agrega “Argentina y Sudáfrica tienen mucha similitud en como socializa su gente, en Estados Unidos hay espacios abiertos que son similares a este pero viven en otra cultura. Chacras Park es un lugar amable, con estacionamientos y con seguridad. Por nuestra cultura también necesitamos de espacios de interacción, para reunirnos y es parte de los servicios que ofrecemos”.
El empresario, el ingeniero que nació en Inglaterra, hace 10 años vive en Mendoza y en Ciudad del Cabo. Sostiene que ambas ciudades son antiguas y que es difícil poder “crear un lugar, con estas características, para poder vivir, trabajar y disfrutar. Tanto en Ciudad de Cabo como en Mendoza la gente comenzó a desarrollar emprendimientos en los alrededores; aquí la ciudad está creciendo hacia el sur y genera una buena oportunidad para crear un segundo centro”.
-¿Chacras Park puede convertirse en ese centro?
-Algunas historias nos hicieron decidir instalarnos en este lugar, sostiene Brake. “En uno de mis primeros viajes observe que una empresa internacional alquilaba una casa como sede de trabajo y me di cuenta que hacían falta oficinas. Compramos un terreno en calle Belgrano para construir un edificio pero la idea no nos terminó de convencer, después vimos otro terreno en Chacras de Coria pero el desarrollo también era complejo. Este terreno estaba abandonado, cuando lo vimos entendimos que era el futuro. Planteamos este concepto, que no estaba en el país; esta isla de 148.000 m2 de construcción aprobados.
“Invertir en Argentina es complejo”, explica Federico Méndez. “Más allá del dinero, se requiere de una valentía importante; Richard se enamoró de Mendoza y decidió tomar ese riesgo. Antes de este proyecto construimos tres edificios en la 5ta sección. Él tiene mucha experiencia el real state en Inglaterra y Sudáfrica, y decidió traerla para volcarla no solo para generar puestos de trabajo con la construcción, sino para crear un lugar de trabajo e incentivar los negocios. Volviendo a lo que Richard vio en esa casa, con la empresa internacional, no solo se cubrió una necesidad, sino que además se creó una nueva necesidad. Y ese nos pasó con las navieras, una vez que se instaló una en este edificio la demás quisieron tener su lugar”.
-¿Qué es necesario para desarrollar un proyecto?
-Infraestructura -sostiene Brake-. Hay mucho trabajo oculto antes de poder crear. Mucha paciencia para desarrollar un negocio pensado para varios años más adelante. Entendemos que Mendoza es muy exigente y si uno las cosas bien la gente responde. Utilizamos las mejores recetas de otros lugares del mundo y las replicamos aquí, adaptándolas a la gente; mejoramos la estrategia.
La pandemia ha cambiado la forma en la que quiere trabajar la gente, necesitamos flexibilidad para cambiar nuestra oferta. Hemos invertido lo mismo en infraestructura que en el edificio, era un lugar secano que no tenía agua ni servicios. Estamos trasformando eso que en su momento era había que tener una visión.
A partir de allí una idea que definirá el diseño de Drago. “La flexibilidad, es el concepto que nos dejó la pandemia. Hoy no full hay un office y tampoco todo el tiempo es trabajo en casa. Son necesarios espacios modernos de interacción”, agrega Méndez.
-¿Cuál es el concepto de Drago?
-Invertimos en uno de los mejores arquitectos de Argentina, contratamos al estudio A4 de Mendoza para hacer un producto de calidad. Empezamos con los materiales, las estructuras de los techos, los ascensores traídos de Japón, las áreas comunes. Lo vemos como un todo, trabajamos sobre nuestro Master plan y lo adaptamos para mejorar la experiencia. El nuevo edificio tiene vista 360, con la pandemia aprendimos que son necesarios los espacios al aire libre; tiene una grandes terrazas y una sala de reunión al aire libre; vamos mejorando basados en las necesidades de nuestros clientes, puntualiza Federico Méndez.
“Mendoza es la ciudad más bonita para vivir en Argentina, esa es mi opinión”, explica Brake. “En Mendoza hay un economía con mucha diversidad; turismo, agricultura, petróleo y posiblemente minería. Hay muchas actividades que son el motor de su economía. Pero aquí también se puede trabajar más cómodo y estar conectado -en forma remota- con las grandes ciudades. Se busca calidad de vida y muchas empresas grandes están mudando sus oficinas, esa es una tendencia que observamos”.
La charla hace un stop obligado en la tendencia, en la imagen del futuro más cercano. Una visión que comienza a cristalizarse. “Hay 7.000 personas trabajando codificando programas en Mendoza. Una importante compañía de España no dijo que tiene 150 codes trabajando en casa en la provincia y que necesita de un espacio para poder crear un ecosistema. Los mismos trabajadores, piden por un lugar en el que puedan reunirse, verse las caras. Esa es la dinámica que se presenta y hay mucho por trabajar aún para mejorar en la calidad de los servicios; pero sentimos que estamos en el camino correcto”, explica Brake.
La validación de la propuesta de Chacras Park se traduce en números, con casi un 50% de la superficie del nuevo edificio vendida antes de su lanzamiento. Propietarios que decidieron invertir basados en las referencias de los clientes del lugar. Las columnas de Drago comienzan a erguirse, el trabajo de base está hecho y pronto comenzará a asomar en el paisaje.
-Richard, ¿cuándo será la presentación?
-En septiembre, hoy hace frío…