En el gobierno de Mendoza analizan no aplicar en el territorio de la provincia la Ley de Alcohol cero que tuvo media sanción ayer por 195 votos a favor y sólo 19 en contra, así lo indicaron anoche miembros del círculo íntimo de decisiones del gobernador Rodolfo Suárez. Es que consideran que la ley puede ser inaplicable porque ni Gendarmería ni la Agencia Nacional de Seguridad Vial pueden sancionar el exceso de alcohol en sangre de los conductores.
Recordemos que ayer los diputados mendocinos del Frente de Todos Adolfo Bermejo y Liliana Paponet votaron a favor del proyecto de alcohol cero y se abstuvo Marisa Uceda, también del Frente de Todos. En contra votó Eber Pérez Plaza, del Frente de Todos, Julio Cobos, Lisandro Nieri, Pamela Verasay y Jimena Latorre de Cambia Mendoza y Omar De Marchi y Alvaro Martínez del Pro.
Si el gobierno de Mendoza, una vez sancionada la ley, decide no aplicarla en Mendoza, será un gesto de apoyo para la industria vitivinícola de la provincia, que obtuvo una fuerte derrota ayer en la Cámara de Diputados. Es que si bien la decisión de Suárez permitiría mantener la prohibición de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre, el problema real de la industria pasa por lo que suceda en provincia de Buenos Aires, en donde a nivel local ya tiene media sanción también una ley de alcohol cero, y lo que disponga Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, debido a que son los principales centros urbanos en donde más vino se consume. “Si miramos las ventas, para la industria lo de Suárez termina siendo un gesto que sirve pero que no impacta en el negocio”, señalan conocedores de la industria.
Es conveniente recordar que el consumo de vino en Argentina viene cuesta abajo, en 2019 llegó a los 19,6 litro per cápita. La pandemia hizo crecer el consumo de vino, en el 2020 llegó a los 21 litros per cápita, la cuarentena fue más exitosa que cualquier campaña del Fondo Vitivinícola de Mendoza. Pero en el 2021 la caída fue fuerte y sólo se registraron 18,2 litros per cápita de consumo en el país.
Es importante tener claro que el sector vitivinícola, tanto la industria bodeguera como el impacto de los productores viñateros, viene perdiendo participación dentro de las actividades económicas de la provincia en el Producto Bruto Geográfico (PBG). Entre 1946 y 1954 la actividad industrial de las bodegas y el sector vitícola representaban una tercera parte del PBG de Mendoza, hoy sólo llegan al 8%.