La crisis de la cooperativa SanCor no es menor, tiene pasivos por alrededor de u$s300 millones, y sus 2.000 afiliados buscan desde hace tiempo un “salvataje”. El gremio que nuclea a los trabajadores Atilra, tiene buenas expectativas, el Gobierno tendría la “voluntad política” de encarar un plan de rescate, pero el capital para que la firma recupere niveles de producción aun no aparece.
Entre las opciones que se barajan se encuentra una posible ayuda por parte del INAES o de un inversor privado.
El objetivo es obtener dinero para salir a comprar leche y procesarla, recuperar posiciones en góndola, y para ello le propusieron desde Atilra al banco BICE crear un fideicomiso que trabaje sobre las cuestiones financieras y alcance una refinanciación de deuda con los acreedores.
La cooperativa arrastra cinco años de crisis, y le adeuda al Estado alrededor de $6.000 millones (en gran parte a la Afip), y el pasivo a proveedores, al gremio y a los empleados suma otros $6.000 millones, además debe u$s33 millones a un fondo holandés y u$s71 millones al fondo local BAF, más u$s18 millones a Sancor seguros.
Plan de reestructuración
La empresa encararía una tercera etapa del plan que comenzó hace tres años, y desde la firma les informaron a los medios que su situación judicial difiere de la de Vicentín, ya que han logrado “sanear” su situación, lograron acuerdos con sus proveedores.
Sin embargo, ahora requieren del capital para llegar a procesar 1,5 millón de litros de leche en dos años, para recuperar posiciones. Actualmente, Sancor procesa unos 600 mil litros de leche por mes, pero cuenta con una capacidad de 4 millones de litros.