En marzo del año pasado comenzó la perforación de dos pozos exploratorios en la lengua norte de la formación de Vaca Muerta, que se encuentra en Malargüe. Sin embargo, los trabajos de perforación enfrentaron algunas dificultades y tuvieron una demora de unos tres meses. Recién el mes que viene comenzará la etapa de ensayo productivo, que permitirá determinar el potencial del área.
El hito del inicio fue celebrado desde el Gobierno provincial, ya que fue parte de un compromiso que suscribió, en 2021, con YPF y a través del cual la petrolera acordó desarrollar inversiones en Mendoza. Sólo en estos dos primeros pozos de exploración, la inversión alcanza unos U$S 17 millones. Pero, sobre todo, la mira está puesta en que, de ser positivo el resultado, se podría llegar a unas 200 perforaciones (y unos US$ 1.500 millones).
Sin embargo, hubo demoras y habrá que esperar a principios de febrero para que esos dos pozos comiencen a producir, lo que permitirá realizar mediciones para calcular su potencial. El director de Hidrocarburos de la provincia, Estanislao Schilardi, detalló que YPF tuvo problemas operativos en el subsuelo -se rompió una herramienta y tuvieron que reemplazarla-, lo que provocó que se extendieran los plazos previstos para la perforación, aunque ya se concluyó esa etapa.
Se debe recordar que en esas áreas en el sur de Malargüe se decidió perforar dos pozos de unos 2.500 metros de profundidad. Desde ese punto, las perforaciones se extendieron de modo horizontal por otros 1.000 metros, uno de ellos hacia el norte y el otro hacia el sur.
En marzo del año pasado, se estimaba que esta etapa podía tomar entre tres y cuatro meses, y luego llegarían equipos de grandes dimensiones para comenzar con la fractura hidráulica; es decir, la inyección de agua a presión, para romper la roca, y arena, para evitar que esos intersticios que se crearon vuelvan a cerrarse por el peso del material y permitir que el crudo que se encuentra atrapado fluya.
Schilardi detalló que YPF está terminando esta fase de estimulación hidráulica y que ahora la empresa podrá empezar a evaluar la producción de los pozos, lo que, en términos generales, podría tomar unos seis meses más. Pese a eso, indicó que la petrolera es la que deberá determinar cuánto tiempo es suficiente para analizar la rentabilidad de las áreas -Los Andes se comunicó con YPF, pero no accedió a estos datos-, ya que, en un primer momento, se extrae una mayor cantidad de crudo, pero luego se estabiliza.
En cuanto a si esta demora compromete el acuerdo de inversión, planteó que ha sido de unos dos a tres meses y que sabían de antemano que se trata de un proyecto exploratorio de riesgo. Sumó que es distinto el comportamiento de un concesionario que dice que va a llevar un equipo y no lo hace, al de uno que sí lo lleva y tiene inconvenientes técnicos durante una etapa del proceso de exploración.
La lengua norte de Vaca Muerta en Mendoza incluye dos áreas. En una de ellas, la petrolera estatal tiene un permiso exploratorio, con lo que, si no cumplía con las inversiones acordadas, al momento del vencimiento debía pagar el saldo pendiente (lo que no hubiera invertido). Sin embargo, el director de Hidrocarburos de la provincia detalló que venció cuando ya estaban realizando la estimulación hidráulica y la demora estaba justificada técnicamente, por lo que le otorgaron una prórroga por 10 años más, ya que no hubo incumplimiento.
De esta manera, el Gobierno provincial deberá esperar hasta mediados de año para conocer el potencial de la Vaca Muerta mendocina. Esto es, si el volumen de petróleo que se extraiga justifica la inversión en instalaciones e infraestructura para comenzar a producir en forma masiva. De ser así, el petróleo podría volver a ser una actividad que motorice la economía y revertirse el proceso de declive productivo -se obtiene un 30% menos de crudo que hace 10 años-, asociado a la madurez de los pozos de producción convencional.
Como parte de la estrategia para desacelerar el ritmo de descenso, se implementó recientemente un nuevo sistema de licitación permanente de áreas petroleras, que el gobernador Alfredo Cornejo podrá lanzar con doce áreas cuyos llamados ya están listos (son nueve de exploración y tres de explotación). Se trata de una modalidad continua, a partir de la cual los llamados no se declaran desiertos, sino que se mantienen abiertos hasta aparecer interesados.