El Indec dio a conocer la distribución del ingreso en la Argentina durante el segundo trimestre del 2023 y se estiró la brecha entre los que menos tienen con aquellos que más ganan. Según el relevamiento, el 10% de la población con mayor ingreso per cápita familiar acaparó el 30,5% del total del ingreso, mientras que el 10% de la población con menores ingresos concentró solo el 1,9% del total.
Pero, además, del total de los ingresos, hay un 30% de la población que se queda con el 60% de los recursos.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos difundió ayer los datos sobre la distribución del ingreso en el país sobre la base de un relevamiento en 31 aglomerados urbanos que toma la encuesta permanente de hogares.
Sobre un universo de 29.398.839 de personas, el 62,4% de la población total (18.353.333 personas) percibió algún ingreso que tuvo un promedio de $138.595.
En el análisis por escala de ingreso individual, el estrato más bajo tuvo ingresos promedio por $51.196, el del estrato medio $132.455; y los que están en el escalón más alto recibieron un ingreso promedio de $325.695.
Al separar por sexo, en el caso de los varones, tuvieron un ingreso promedio de $161.252, mientras que en las mujeres la media se ubicó en $116.584
En el caso de los hogares, los ingresos laborales representaron el 76,1% del total, mientras que el 23,9% restante fueron los denominados ingresos no laborales que hacen mención a jubilaciones, pensiones, alquileres, cuotas de alimentos o ayudas en dinero de otros hogares, subsidios o ayuda social del gobierno, entre otros.
Precisamente, el peso de los ingresos no laborales fue mayor para los hogares de menores recursos ya que significó el 64,8% del total de ingresos, en la otra punta, en los estratos de ingresos más altos, ese ítem representó 15,1%.
Se estira la brecha
De acuerdo a los datos difundidos por el Indec, la brecha entre los que menos ingresos reciben frente a los que más ganan creció un punto, saltó de 13 a 14, al comparar el segundo trimestre del 2023 con igual periodo del año pasado.
Trasladado a cifras, al medir el ingreso per cápita familiar, el 10% de la población con más ingresos se quedó con el 30,5% del total y el 10% de la población con menores ingresos solo recibió el 1,9% del total de ingresos.
Ahora bien, al mirar toda la pirámide también se observa que el 70% de la población acaparó solamente el 40% de los ingresos. El 60% de la torta restante se distribuyen entre ese 10% de más altos recursos y un 20% de la población que concentra el 29.6% de los ingresos.
Con respecto a la población asalariada, 9.545.762 personas, para el Indec el ingreso promedio fue de $149.048. En tanto para la población no asalariada, el Ingreso medio se ubicó en $119.418
En el caso de los trabajadores registrados, ya que tiene descuento jubilatorio, el ingreso medio estuvo en $186.987 lo que implicó un crecimiento del 108,6% en la variación interanual.
Para los trabajadores del mercado informal, o sin descuento jubilatorio, el ingreso promedio estuvo en $81.736, un 112,4% más que en el segundo trimestre del 2022.
Entre los datos que rescató el economista José Vargas, titular de la consultora Evaluecon, del relevamiento del Indec, puso el foco, por un lado en que “hay una diferencia importante entre los ingresos de los varones y el de las mujeres” y luego también se refirió al denominado coeficiente de Gini “que si bien es algo eminentemente técnico, permite medir el desequilibrio en la distribución del ingreso, dio un valor del 0,417 mientras que para el mismo momento del año pasado estaba en 0,414, prácticamente se ha mantenido”.
Para el economista Carlos Rodríguez, uno de los aspectos importantes del informe está también en el índice que mide la inequidad.
“El tema del coeficiente de Gini que mide la desigualdad en la distribución del ingreso, es un tema importante para mi, es un coeficiente que se usa en Naciones Unidas y es muy interesante, según el Indec da para el segundo trimestre del año el 0,417 y aquí este el tema, es que es alto, porque todo lo que esté por arriba de 0,4 refleja sociedades con bastante inequidad en la distribución del ingreso”, remarcó.
Por otra parte “con relación a las tablas de los ingresos per cápita familiar se puede apreciar que el 20% de la población con mayores ingresos tienen casi la mitad del total de ingresos, el 47,4% y del otro lado, hay un 20% de la población que solo tiene el 5% de los ingresos”, remarcó.
Según Rodríguez, esa brecha entre los que tienen más y menos deja al descubierto que “la pobreza es un tema difícil de superar porque parece que hubiera, más allá de las cuestiones económicas, hay gente que no puede salir de esa situación. Desde la década del 80 hasta ahora hemos visto situaciones económicas de todo tipo y sin embargo no ha variado significativamente, por lo que solo puede tener una interpretación, no es tan sencillo remontar el tema de la estructura de la pobreza”, concluyó.