El aumento de la demanda de gasoil para el transporte de cargas y maquinaria agrícola, sumado a un clima internacional más que tenso, generó faltantes en ese combustible, y este martes pudieron verse nuevamente carteles en las estaciones de servicio con la leyenda: “No hay gasoil”, bocas de expendio cerradas y largas filas de camiones a la espera de los lugares en donde quedaban suministros.
Se trata de una situación que lleva al menos cinco días, y que había sido advertida por transportistas y dueños de estaciones de servicio luego de los últimos incrementos anunciados por YPF: el 14 de marzo la compañía incrementó sus precios entre 11% y 14%, siendo ese el segundo aumento en lo que va del año (el 2 de febrero, los precios aumentaron entre 9,5 y 13,5% en Mendoza).
El día posterior al anuncio de YPF, desde la Asociación de Propietarios de Camiones (Aprocam), advirtieron sobre diferencia entre “los costos que viene sufriendo el sector desde principios del año” con los que paga el público en general”. Según indicaron, debido a que, en su gran mayoría, las empresas de transportes de cargas tiene cuentas corrientes con las petroleras, sus costos habían subido por encima de los del público en general, es que en este canal aumentaron los valores del combustible más de un 20% (durante la semana que precedió al 15 de marzo).
Ante esta situación, los camioneros recordaron que, “al subir los precios del canal mayorista los transportes comenzarían a abastecerse en las estaciones de servicio”. Todo lo anterior terminó por generar que en algunos surtidores de la provincia debieran aplicarse cupos para la carga de gasoil y, hacia este martes, esperas de una hora en las estaciones de servicio.
Asimismo, desde la Asociación Mendocina de Expendedores de Naftas y Afines (Amena), plantearon que, de no realizarse nuevos ajustes, habrá faltantes de nafta en las estaciones de servicio.
“En cuestión de tiempo, de continuar desactualizado el porcentaje de las ganancias petroleras, si el gobierno no autoriza adecuaciones y/o medidas políticas que impliquen mejoras concretas en las menguadas comisiones de los operadores, y de no mejorar el panorama para el abastecimiento de gas, los faltantes de naftas en estaciones y los cortes de GNC comenzarán a ser más notorios”, explicaron en un comunicado.
El titular de Amena, Isabelino Rodríguez, señaló que la situación geopolítica internacional genera un impacto importante en el sector energético. En este sentido, detalló que Argentina importa el 20% del gasoil que consume y que las petroleras locales lo están elaborando a pérdida, porque el precio promedio de referencia del crudo en el país es de U$S 57 dólares el barril, cuando en el mercado internacional alcanza los U$S 100.
En otras palabras, para los expendedores, para alcanzar una mayor producción de gasoil en las refinerías se tendría que pagar el barril de petróleo al valor de exportación lo que significaría perdidas de rentabilidad.
Frente a la falta de gasoil el presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), Gabriel Bornoroni señaló en declaraciones que a nivel nacional “Hay cupos en todas las estaciones” y que han solicitado entablar diálogos con las secretarías de gobierno para que se garantice pero que solo han obtenido silencio.
Mayor producción de gasoil
En tanto que desde YPF admitieron “una demanda creciente” hacia los productos de la marca y recordaron que se trata de la petrolera provee la mayor cantidad de gasoil grado 2 en la Argentina.
Sin embargo, señalaron: “La refinería de Luján de Cuyo está produciendo con normalidad este combustible, incluso se estima que en marzo el promedio de producción será superior al de los últimos 3 meses”.
Luego de las primeras manifestaciones de las cámaras sectoriales en donde se advertía la falta de combustible, YPF aseguró que “el abastecimiento de gasoil grado 2 es normal en Mendoza y en el resto del país”. Sin embargo, admitieron algunas “situaciones puntuales en algunas estaciones de servicio” en las que se debió trabajar especialmente para “normalizar el suministro”.
Importación condicionada
Según explicó Emilio Guiñazú, ex subsecretario de Minería y Energía de Mendoza, se han dado dos situaciones de forma paralela que conducen al desabastecimiento de combustible diesel en las estaciones del interior del país. Por un lado, la demanda de gasoil a nivel internacional ha aumentado. Eso ha provocado incrementos de precios y escasez a nivel mundial, todo consecuencia de lo que está pasando en Europa.
Por otra parte, en este momento hay un descalce muy alto entre el precio internacional del gasoil y el nacional (dentro del país es mucho más bajo). “Argentina importa gasoil y la diferencia entre el costo del producto importado y el valor de venta al consumidor final la están absorbiendo las refinadoras. Por supuesto que eso no les gusta y mucho menos cuando la brecha se va agrandando”, señaló.
Para Guiñazú, por el momento no hay demasiado riesgo de que esto se replique en otros combustibles que sí se producen en Argentina, aunque no descarta que ocurra en el futuro. “Las petroleras venden más barato, pero también están comprando el crudo dentro el país por un precio inferior a los valores internacionales. Ese escenario puede aguantar un poco más, porque los que están sosteniendo ese sistema son las provincias petroleras, pero tarde o temprano esa situación también va a explotar.”, aseguró.
En relación a las posibles subas de precios, el ex subsecretario de Energía recordó que los valores en boca de expendio hoy responden a una definición política. “El Gobierno busca anclar la inflación y una de las anclas que utiliza es justamente el precio de la energía. Ya estamos viendo una consecuencia de lo que se habla. Los congelamientos de precios artificiales generan desabastecimiento”, remarcó.