Las proyecciones económicas de la Argentina lucen cada día un poco peor y se agudizan al no observarse señales concretas por parte del sistema económico y financiero internacional sobre un plan para superar la grave coyuntura.
Mientras la Bolsa de Comercio Rosario publicaba este jueves un informe en el que anunciaba un nuevo recorte en sus estimaciones para la cosecha de soja y maíz, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ratificaba su postura de reclamarle al gobierno que implemente el ajuste necesario para cumplir con la meta de déficit fiscal de 1,9% del PBI prevista para este año.
Con la diplomacia característica, la titular del organismo, Kristalina Georgieva, reconoció el impacto que la sequía produjo en la economía argentina, pero al mismo tiempo le reclamó al gobierno que profundice el recorte de gastos. Le apunta a subsidios energéticos y al gasto adicional que generará la moratoria previsional.
Previo a este explícito reclamo, Georgieva le pasó la mano por la espalda al equipo económico al reconocer que durante el segundo semestre de 2022 “encaminó los esfuerzos para desarrollar una gestión prudente y cumplir con los objetivos del programa”.
Acto seguido fue tajante al enfatizar que el éxito “redunda en la implementación, y la implementación seguirá siendo lo importante incluso en estas circunstancias tan desafiantes”.
La Directora Gerente del organismo se refirió a la Argentina durante una conferencia de prensa en el marco de la Reunión de Primavera del FMI que se está desarrollando en Washington. En el mismo sentido se había pronunciado el martes su segunda, Gita Gopinath, en una entrevista a un medio español.
En ambos casos no hubo señales de relajación de metas ni de ayudas adicionales para sostener a la economía argentina.
El ministro de Economía, Sergio Massa, llegó en la mañana de este jueves a Washington para participar de la Asamblea del FMI y espera por mejores noticias.
En su vuelo hacia la capital estadounidense en la noche del miércoles Massa hizo escala en República Dominicana para entrevistarse con la subdirectora la subsecretaria del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Wendy Sherman, quien estaba en viaje hacia la Argentina. Sherman fue la designada por el presidente de los Estados Unidos Joe Biden para seguir las relaciones con la Argentina. El interés por el encuentro abrió especulaciones sobre un apoyo del gobierno americano del que aún no hay indicios.
No obstante, en su primer día de reuniones en Washington Massa logró que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anuncie la aprobación de un primer tramo de U$S 200 millones de un programa para inversión en infraestructura que prevé un desembolso total de U$S 600 millones.
En medio de las necesidades del país el volumen luce exiguo, pero al mismo tiempo expresa cierta intención de los organismos de crédito.
Durante la presentación del encuentro con pre candidatos presidenciales del miércoles en Buenos Aires, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) afirmó que la sequía le resta ingresos al país por U$S 20.000 millones.
En el informe que presentó este jueves con la medición de marzo, la Bolsa de Cereales de Rosario redujo de 25 a 23 millones de toneladas la cosecha de soja y de 35 a 32 millones de toneladas la de maíz.
“Para tomar dimensión del fenómeno, las 23 millones de toneladas de soja es un 53% de lo que se esperaba al principio de la campaña, en tanto que los 32 millones de toneladas de maíz representan un 40% menos”, señaló el trabajo de la entidad.
BCR sostuvo que “tras la ola de calor, hay importantes ajustes en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. En términos de rindes, el mayor descuento es en Córdoba, con 4,1 qq/ha menos que hace un mes, y un recorte de casi 2 millones de toneladas”.
Pero estos números podrían llegar a empeorar con el correr de los días cuando las máquinas ingresen de pleno a los campos que aún falta cosechar y se cuente “poroto por poroto”.
Dado este escenario es que se esperan señales que sean superadoras a un par de créditos por montos menores de organismos multilaterales.
Mañana la Argentina deberá pagarle al FMI un vencimiento por U$S 648 millones, que se suman a los U$S 1.296 millones que pagó el viernes pasado y a los U$S 681 millones que deberá abonar el 21 de abril. Cuando esto suceda se habrá consumido la totalidad de los U$S 5.300 millones girados el 31 de marzo.
En 2023 el flujo neto de fondos entre la Argentina y el FMI es de unos U$S 1.900 millones, lo cual resulta una presión adicional sobre las reservas.
En la jornada de hoy y superadas las dudas sobre las reglamentaciones y disposiciones comenzó la operación activa del dólar agro y el Banco Central pudo adquirir U$S 332 millones, el monto más alto desde fines de diciembre del año pasado.
Se espera que la tendencia se afirme en los próximos días hasta alcanzar un ingreso no menor a U$S 6.000 millones, aunque el gobierno aspira a que ese monto ascienda a U$S 9.000.