En la Nave cultural, de Ciudad, abrió por primera vez en el interior del país el festival de gastronomía llamado Bocas Abiertas, evento que nació en 2012, en el Bajo de San Isidro, y que en esta oportunidad –a beneficio de la Fundación Conin- también sumó los sabores de las empresas locales. La feria ofrecerá, hasta el domingo, una gran carta de comidas y bebidas, tanto de marcas mendocinas como de invitados nacionales.
Previo a su apertura en la Nave, el jueves en la tarde-noche hubo una reunión de presentación en el hotel Hyatt. En el “pre opening” estuvieron presentes el intendente de la ciudad, Ulpiano Suáez; destacados cheff y el doctor Abel Albino (representando a la fundación Conin), entre otros invitados destacados. Sobre la feria Albino destacó: “esperamos que acuda mucha gente al evento, que nos acompañen. El espíritu de esta propuesta también tiene un fin solidario”.
“Lo que más queremos es que el público pase un gran momento, la gastronomía simplemente es una excusa y hay propuestas para todas las edades; la feria es un espacio de encuentro para la familia, para los amigos… para comer y beber escuchando buena música”, explicó el chef Diego García Tedesco, uno de los creadores de esta feria en Buenos Aires. La expectativa de los organizadores es muy alta y esperan el paso de 15.000 comensales a lo largo de los tres días de su duración.
El festival Bocas Abiertas, que ya ha cumplido una década de vida, se fortaleció a partir de la participación de los emprendedores gastronómicos de la zona y del apoyo del municipio. La intención desde su inicio fue potenciar el polo gastronómico y colaborar activamente con el barrio, teniendo ese colorido que propone lo “hecho en casa”. El escenario ha cambiado, del otro lado del país, la propuesta también sumó los sabores locales.
“Creo que la gastronomía de Mendoza ha crecido mucho; el primer festival que hicimos era con una comida más básica y las propuestas que fueron ingresando al festival subieron la vara. Hoy tenemos una oferta más amplia”, agregó García Tedesco. Dejar de ser competencia fue un riesgo que decidieron correr y fue recompensado con la continuidad, esta experiencia es la que llega la provincia de la mano de la organización, que explicó que el mayor valor que posee el evento es ser facilitador para lograr una comunidad gastronómica, de artistas y de músicos.
El arribo a Mendoza se dio a través de Maru Botana, que trabaja asiduamente con Conín; a partir de su gestión comenzaron las charlas con la Municipalidad de Mendoza y la feria, que abrió ayer con una alta concurrencia de público, se transformó en una realidad. “Estoy súper contenta, emocionada, con la apertura de la Feria”, destacó Botana. Ella contó que en marzo comenzaron las gestiones para su realización, “Con Nacho y Diego, que son los organizadores de Bocas Abiertas, y junto a la Municipalidad logramos que la feria se realice en setiembre. Espero que este fin de semana la feria estalle y haya cola para entrar”, puntualizó la cocinera.
Aptos para todo gusto
Osvaldo Gross, considerado uno de los pasteleros más importantes del país, dictó ayer una clase magistral en el marco de la feria. En la nave, durante la siesta, brindó una charla sobre pastelería abierta al público, en el que se mostraron recetas clásicas para que la gente pueda reproducir sin tanto nivel de complejidad. “La actividad que tengo programada en Mendoza es participar en la feria y visitar productores locales”, comentó Gross. Sobre su actividad docente destacó que el único cambio que han hecho es la incorporación de una carrera de cocina vegana. A la hora de hablar sobre un recomendados en la feria destacó que las carnes asadas y un buen vino siguen siendo una de las grandes tentaciones.
Al referirse al buen momento que vive la gastronomía, el pastelero puntualizó: “Creo que luego de la pandemia, al abrirse la actividad la gente trató de darse pequeños gustos. No sé muy bien cuál es la situación de Mendoza, porque hace poco que estoy, pero en Buenos Aires concurren masivamente a los restoranes. Parece una contradicción, ante la situación económica que atravesamos en la que todo se encarece, pero se entiende porque la gente después de todo lo que pasamos vive más el presente y se da esos pequeños placeres posibles”.
En Bocas Abiertas todas las actividades giran en torno a la comida, aunque no es lo único que tiene para ofrecer. Su misión es promocionar y potenciar la actividad económica local, dando a conocer las propuestas culinarias de los cocineros y la oferta de los productores locales: vino, cerveza, cocktails, destilados, conservas, delicatessen, panificados, charcutería, lácteos, aceites y café serán algunos de los productos a los que los visitantes accederán.
