El costo de vida de los trabajadores asalariados subió 2,9% en julio y acumuló así un alza del 28,5% en los primeros siete meses del año, informó este martes el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), respaldado por cincuenta gremios de la CGT y la CTA.
En julio, la inflación que le pega en forma directa a los ingresos de los trabajadores, estuvo 0,4 punto porcentual por debajo de junio, reportó el Instituto que depende de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET).
El informe mensual indicó que julio fue el tercer mes consecutivo de desaceleración de la inflación y la primera vez en 2021 que se ubica debajo del 3%.
En este informe se analiza el impacto de la inflación sobre los ingresos de los trabajadores registrados, a diferencia de la medición que realiza el Indec, que releva precios y hace un promedio de variación.
La inflación interanual alcanzó el 51,8%, al acelerar 1,5 puntos respecto de junio. El resultado es atribuible a que estuvieron saliendo del cómputo meses de inflación moderada (como abril, mayo, junio y julio de 2020) e ingresando meses en los que la inflación fue bastante más elevada.
Recreación y cultura fue el rubro de mayor incremento en julio, con un 7,5%. La principal razón de ello está vinculada con la suba de los paquetes turísticos (+26,4% al exterior y +50,9% de cabotaje) producto de las vacaciones de invierno, según el informe.
Alimentos y bebidas trepó 3,7% en julio, y explicó más del 42% de la inflación del mes. Si bien las carnes tuvieron un mes más “tranquilo” (+1%), hubo subas muy marcadas en verduras (+15,3%, particularmente por el tomate) y bebidas alcohólicas (+9,7%).
Salud aumentó 3,6% en el mes, impulsada por fuertes alzas en las consultas médicas (+12,5% en clínica médica y +22,2% en pediatría). Transporte tuvo un incremento de 3,5%, debido a las alzas del 6,1% en automóviles cero kilómetros (posiblemente impulsadas por el aumento de la brecha cambiaria).
Por debajo del nivel general está Educación con un 2,9% (debido a algunos ajustes en las cuotas de cara a la segunda mitad del año, en cursos de educación no formal y sobre todo en útiles, que subieron 10%). Equipamiento y mantenimiento del hogar se encareció 2,7%, a partir de alzas del 4,3% en electrodomésticos.
Otros bienes y servicios subió 2,3%, debido a peluquerías (+6,5%), pañales (+5,6%) y papel higiénico (+4,4%). En estos dos casos, se están produciendo reacomodamientos de precios tras el fin del programa de Precios Máximos, que había mantenido contenidos los precios de ese tipo de bienes.
Vivienda subió 1,4%, mayormente por los alquileres (+3,2%), en un contexto en donde hubo estabilidad en el precio de los servicios públicos. Comunicaciones registró un aumento del 1,2%, debido a incrementos del 3,2% en teléfonos móviles. Por último, Indumentaria y calzado tuvo una baja del 2,1%, principalmente por motivos estacionales.
Además, el IET analiza la evolución del salario real privado registrado en los últimos años y el impacto de la pandemia en el mismo. En los últimos meses se visualiza una estabilidad (con ligera tendencia al alza) en el poder adquisitivo de las y los trabajadores formales del sector privado, aunque se encuentra aún por debajo del pico de 2013: -18,5%.
De cara a los próximos meses es de esperar una moderada recuperación, de la mano de la reapertura de paritarias en conjunción con una muy paulatina desaceleración de la inflación a medida que se acercan las elecciones, dice el informe.
En al largo plazo, la recuperación sostenible del salario real dependerá de la disponibilidad de divisas del Banco Central, que determinan los riesgos de una posible devaluación, de ahí la importancia de políticas que ahorren divisas, como la promoción de exportaciones y/o la sustitución de importaciones, entre otras.
