Desde la Unidad de Pasos Fronterizos (UFP), órgano dependiente del Ministerio del Interior y Seguridad Pública de Chile, informaron que desde este lunes 5 de abril, “los conductores extranjeros” deberán presentar un PCR negativo que no exceda las 72 horas anteriores al inicio de viaje desde el punto de origen.
Además, las normativas chilenas indican que los conductores podrán ser seleccionados de manera aleatoria para una prueba en el complejo fronterizo. En caso de que se detectara un caso positivo, y se negaran a realizar la prueba de detección directa para SARS- CoV-2 será derivado una residencia sanitaria para cuarentena obligatoria de 14 días.
Y ese costo de hospedaje deberá ser afrontado por la empresa extranjera de transporte.
Conflictos previos
La Asociación de Propietarios de Camiones viene realizando diferentes protestas para exigir que se reformule el sistema que permite el paso de un país a otro. De hecho, desde temprano, un camión de la Asociación de Propietarios de Camiones en Mendoza (Aprocam) está asentado frente a Senasa para hacer visible el reclamo a toda la sociedad mendocina.
Según explicó Daniel Gallart, presidente de Aprocam, “las demoras son excesivas”, y además de los costos monetarios que implica tener un camión parado en el cruce a Chile, “el malestar de los conductores es muy grande”, y se requiere una solución urgente, por parte de las autoridades nacionales, para “refuncionalizar el sistema”.
“Pueden pasar 24 horas para iniciar un trámite que luego demora de 20 a 30 minutos, y con 500 o 600 camiones parados, el sistema claramente colapsa. Por día pasan 1.000 camiones por el Paso, pero se atienden a alrededor de 25 o 30 personas por hora”, indicó el empresario. En este contexto, señaló que un escritorio más o una persona más no solucionaría el conflicto, sino que quienes están a cargo tienen que idear un nuevo sistema.
La pérdida de tiempo que se genera en el Área de Control Integrado (ACI) Uspallata, se termina trasladando a los costos de exportación, por lo que el titular de la entidad señaló que se traduce en pérdidas para el país, en cuanto a divisas que no ingresarán.
Costos directos e indirectos
“Para la empresa de transporte, el costo directo es medible en parte, es lo que cuesta tener a un conductor parado, pero no es medible en cuanto a la magnitud para todo el sistema de exportaciones argentinas”, señaló Gallart. No obstante, aclaró que se requieren u$s300 dólares diarios para tener un camión parado, más los gastos del chofer.
Un análisis más profundo, permite estimar que alrededor de 500 camiones que no logran pasar, con cargas valuadas en un promedio de u$s50.000 por día (u$s25 millones), conforman las pérdidas potenciales para todo el país. Según advirtió Gallart, ese “número estándar de mercado”, podría incrementarse cuando se toma en cuenta todo el “costo de oportunidad”, es decir el de un sector de la economía que no crece por los problemas de logística.
De igual manera, Carlos Messina, tesorero de Aprocam, señaló que con el inicio de la temporada invernal todo se agravará (con las aperturas y cierres del Paso Internacional, según las contingencias climáticas). “Queremos la rápida atención de los camiones por parte de los organismos”, sumó y recordó que, si bien los problemas no son nuevos, debido a la situación actual por el coronavirus y las restricciones en la frontera, se han agravado.
De acuerdo con Messina, de un tiempo a esta parte, la situación se ha vuelto “insostenible”, la pandemia exige mayores controles a los empresarios para asegurar el bienestar de los camioneros, y los procesos administrativos lentos no colaboran. “Con la pandemia, mantener a nuestro personal en las condiciones que están trabajando en el Paso, nos parece que no es justo, cuando lo que estamos llevando son riquezas que ingresan al país”, comentó.