La iniciativa que crea un Programa de Sustentabilidad Ambiental y Seguros en el ámbito de la Superintendencia de Seguros de la Nación resultó aprobado por 51 votos a favor, 1 negativo y 10 abstenciones en la Cámara de Senadores y se giró a Diputados para el visto bueno final.
El proyecto del senador misionero Maurice Closs, busca “financiar una política de Estado de un plan forestal”, y para ello se integraría “un aporte obligatorio que deberán realizar los asegurados del seguro del ramo automotor en una proporción de 0,5% de la prima que será liquidada trimestralmente sobre los seguros directos, deducidas las anulaciones”.
Según Closs, en la actualidad el presupuesto para forestación es de 70 millones de pesos, que solo sirven para cubrir “los gastos administrativos”, y con esto se garantizaría la aplicación de los proyectos, además, está previsto que, parte de esos recursos que se recauden a partir de los seguros de autos deberán ser aplicados a “la información sobre los aportes de las compañías aseguradoras, y a tareas de difusión, concientización y capacitación sobre la forestación y su rol para incrementar el secuestro de carbono, reduciendo el impacto del cambio climático y mejorando al ambiente; pudiendo disponer de hasta 2,5 % a los efectos de apoyar la gestión de las Autoridades de Aplicación Provincial de acuerdo a lo ejecutado en cada jurisdicción”.
Aumentos de hasta el 100% en un año
En marzo de este año, Los Andes dio cuenta del incremento interanual que habían sufrido los seguros del automotor, como consecuencia del valor de los vehículos que se aseguran.
Según explicó Edgardo Juchniuk Vicepresidente de Apas Cuyo (Asociación de Productores Asesores de Seguros), a partir de abril, además, se realizó un nuevo incremento, debido a que “los límites indemnizatorios por responsabilidad civil (el dinero que debe pagar el seguro a un damnificado en caso de accidentes), aumentaron, pasando de 10 a 17,5 millones de pesos en el caso de vehículos particulares, y de 22 a 38,5 millones de pesos en el caso de los camiones”.
Las subas en las versiones 0km se trasladaron a los autos usados, y estos también recompusieron su valor en menos de un año, en todos los segmentos. Sin embargo, hubo un mayor impacto en los vehículos importados, con un fuerte impacto por las variaciones del dólar. Así, los modelos más económicos del mercado que, con bonificaciones, costaban alrededor de medio millón de pesos a fines de 2019, pasaron a superar el millón de pesos a fines de 2020.
El mismo camino siguieron los autos usados. Las dificultades para cumplir con programas de producción asociadas a la pandemia y, sobre todo, para traer al país artículos importados han provocado que la disponibilidad de autos cero kilómetro esté reducida y que, para algunos modelos, se deba esperar más de seis meses. Esto ha aumentado el interés en los autos usados y generado que, por una cuestión de oferta y demanda, subieran de valor, al punto que algunos vehículos con unos 2 o 3 años de antigüedad que hasta el año pasado se vendían a $600.000, hoy salgan $1,3 millón.