El ministro de Economía, Sergio Massa, aseguró hoy que la caída de las reservas internacionales responde a que el Gobierno ha tomado la decisión de “soltar un poquito” las divisas del Banco Central para garantizar la importación de energía de la cual dependen los hogares, la industria y el comercio, para no frenar la recuperación energética.
Massa habló en un acto en la localidad bonaerense de Salliqueló. Allí, junto al presidente Alberto Fernández, puso en marcha la firma de contratos para la obra civil de construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner.
Participaron también del evento los gobernadores, Axel Kicillof, Sergio Zilliotto y Omar Gutiérrez, el vicegobernador de Río Negro, Alejandro Palmieri; el ministro del Interior, Eduardo de Pedro; la secretaria de Energía Flavia Royón; y el titular de Energía Argentina, Agustín Gerez.
El ministro de Economía pidió ver las tapas de los diarios del exterior de los últimos treinta días para entender lo que está pasando en el mundo. En España hay decisión de apagar vidrieras; en Francia se apaga la iluminación de monumentos y museos; y Alemania está saliendo de la ruta verde de transición energética para volver a la quema de carbón como estrategia energética o a la leña en los hogares.
“Esto nos describe cual es el escenario en el que estamos viviendo. Un escenario que tiene precios para los países. Esto obliga a quienes gobernamos a elegir”, dijo Massa. Y en ese sentido, defendió la decisión política de garantizar la importación de energía más allá de los elevados precios actuales.
El funcionario admitió que la agenda de debate público hoy está enfocada en gran medida en la situación de las reservas internacionales. En ese sentido, señaló que el mayor impacto en esa caja de divisas estuvo dado desde marzo en la necesidad de sostener las importaciones de energía.
“Cuando en diciembre nos rechazaron el Presupuesto, el país tenía una proyección de valores y gastos para la energía. Estos se han multiplicado por entre cinco y diez veces”, comentó Massa para dar cuenta del impacto en las reservas.
Luego, dijo que como gobernar es tomar decisiones, el Gobierno optó: “Entre dejar salir un poco más de reservas o cortarles el gas y la luz porque tuvimos que importar gas, gas licuado y diésel para sostener el nivel de actividad, nuestra decisión fue soltar un poquito de reservas pero garantizarles a los argentinos que pudieran tener calefacción en casa, la computadora funcionando, las máquinas de las empresas funcionando. Y que a pesar de que el mundo vive la crisis del gasoil, las cosechadoras y las fábricas siguieran adelante”.
La estrategia de asegurar el suministro energético había sido trazada por el antecesor en Economía, Martín Guzmán, y quien fue el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, en conjunto con el actual presidente del Banco Central, Miguel Pesce.
Por eso, comentó que el primer tema que hay que tener en cuenta para entender lo que significa este nuevo gasoducto es como le hubiese ido este año a la Argentina si el mismo ya estuviese hecho y si estos 11 millones de metros cúbicos que van a empezar a fluir desde Vaca Muerta hubiesen estado hoy al servicio de los argentinos.
“Creíamos que era importante que el ritmo de crecimiento que traía la Argentina no se detuviera. Todos los meses, 25.000 argentinos más ingresan al mercado formal de trabajo. Pero si hubiésemos tenido el gasoducto, esos más de 4.100 millones de dólares que nos costó la guerra, probablemente en su gran mayoría los hubiésemos ahorrado. Eso para entender la importancia que tiene esta obra en términos de estrategia para el país”, dijo.
Por otro lado, Massa afirmó que el Estado garantiza que tiene los fondos para sostener esta obra y dijo que espera que quienes tienen que hacer la construcción cumplan con su parte del contrato y entreguen en tiempo y forma. “Esto nos va a permitir el año que viene ahorrar entre 1.300 y 2.200 millones de dólares de importación”, señaló.
Massa pidió públicamente a Gerez que en “no más de treinta días” se esté licitando el segundo tramo para ya poder empezar a exportar en el mediano plazo el gas que sale de Vaca Muerta.