Aunque ya se sabía que la nueva gestión nacional iba a eliminar los subsidios a las tarifas de servicios públicos y transporte, el ministro de Economía, Luis Caputo, lo confirmó el martes, cuando anunció las diversas medidas que implementarán para reducir el déficit. Y el vocero presidencial, Manuel Adorni, dio una fecha esta mañana: “sería a partir del 1 de enero”.
“Hoy, el Estado sostiene artificialmente precios bajísimos en tarifas energéticas y transporte a través de subsidios. La política siempre lo ha hecho porque de esa forma engañan a la gente, haciéndoles creer que les ponen plata en el bolsillo. Pero como todos los argentinos ya se habrán dado cuenta, estos subsidios no son gratis, sino que se pagan con inflación. Lo que te regalan en el precio del boleto, te lo cobran con los aumentos en el supermercado”, afirmó Caputo el martes.
Y esta mañana, Adorni agregó que “va a haber un cambio de esquema para dejar de subsidiar de esta forma y mejorar la equidad entre provincias”, lo que permite confirmar que se avanzaría primero en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Calcular el aumento que tendrán las facturas de los servicios públicos cuando se modifique el esquema actual, no es sencillo. Es que, desde que se implementó la segmentación energética, un grupo de usuarios (de ingresos altos) ya paga tarifa plena, mientras otro (de ingresos bajos) mantiene un alto nivel de bonificación y un tercer sector (de ingresos medios) tiene subsidiada una parte del consumo y otra, cuando excede un cierto máximo, con tarifa plena.
Pero, además, no se sabe si los subsidios se eliminarán por completo para todos los sectores o se mantendrán para el de menores ingresos. En particular, teniendo en cuenta que, para compensar la futura aceleración de la inflación, el Gobierno decidió duplicar el monto mensual de la Asignación Universal por Hijo, aumentar en un 50% la Tarjeta Alimentar y sostener el plan Potenciar Trabajo.
Gas
En lo que al gas se refiere, un hogar mendocino de la categoría R2 3, que Ecogas toma como usuario de referencia, está pagando, sin subsidio, un promedio mensual de $7.108. Se trata de aquellos hogares que, a partir de la segmentación que estableció la Secretaría de Energía de Nación, quedaron encuadrados en el grupo de ingresos altos y, por eso, a partir de enero de 2023 están abonando la tarifa plena.
Ese importe en realidad es una media anual. Es decir, se toma el consumo de todo el año y se divide por 12, ya que es un servicio que tiene una marcada estacionalidad. Pero, además, se debe tener en cuenta que todos los hogares en la provincia están incluidos en el régimen de Zona Fría, por lo que reciben subsidios del 30% y 50% en el precio del gas.
Como contraparte, un hogar de la categoría R2 3, pero nivel 2 en la segmentación energética -es decir, de menores ingresos- y que consuma lo mismo que el N1, paga, en promedio, $3.224 mensuales. Esto significa que, de eliminarse los subsidios, pasaría a recibir una factura con un 120% de incremento. Y si llegara a modificarse la ley de Zona Fría (entendiendo que el procedimiento ya no sería tan sencillo), y considerando que los usuarios de menores ingresos acceden al 50% de bonificación, el aumento sería mucho más marcado.
Para el caso de los hogares N3, de ingresos medios, la factura del gas es más variable. Es que tienen un bloque subsidiado y, por encima de ese consumo, pagan tarifa plena. El tope a partir del cual empiezan a pagar el valor real del servicio es diferente según la categoría de usuario y la época del año; por lo que el impacto de la eliminación de los subsidios es más difícil de determinar.
Electricidad
En el caso de la electricidad, desde el Ente Provincial Regulador Eléctrico habían detallado en octubre que el subsidio está en el orden del 80% para los usuarios residenciales, exceptuando los que están categorizados en Nivel 1, que no tienen subsidio nacional (desde mayo de este año, luego de una disminución que se fue aplicando en etapas).
En cuanto a la cantidad de usuarios que tienen un subsidio, el 56,7% (323.509 hogares) está encuadrado en el Nivel 2, de bajos ingresos, y tienen el consumo subsidiado; mientras que el 18,1% (103.355) se encuentra en el nivel 3, de ingresos medios, por lo que tienen bonificado un consumo de 800 kWh bimestrales y pagan tarifa plena sólo por el excedente. En tanto, el 25,2% (143.945 hogares) pasaron a pagar el monto total, sin ningún tipo de bonificación.
En octubre, un usuario de la categoría R2, que consume 500 kWh por bimestre, pagaba $18.338 si era Nivel 1 (sin subsidio); $6.818 si era Nivel 2; $5.381 si era Nivel 2 y cuenta con el beneficio de la tarifa social (que la provincia otorga a unas 126 mil familias); y $7.274 si era Nivel 3. Los valores diferenciales de las facturas para un mismo consumo según la segmentación energética -y el subsidio que perciben por el grupo en el que fueron encuadrados- permiten comprender que, si se retiraran los subsidios, un R2 Nivel 2 (bajos ingresos), que pagaba $6.818, pasaría a $18.338, un 169% más.
De todos modos, el mes pasado se aplicó un incremento, por la actualización del Valor Agregado de Distribución, que tiene un impacto promedio del 53% en la tarifa al usuario final, con lo que los valores de octubre ya tuvieron una suba. Ante la consulta de Los Andes, desde el EPRE plantearon que no pueden determinar cuál será el incremento hasta que no se conozcan detalles sobre la medida nacional de eliminación de subsidios.
Transporte público
El precio del boleto del transporte público en Mendoza es hoy de $160 por la tarifa plana del servicio urbano. Desde la Secretaría de Servicios Públicos de la provincia habían detallado que el costo mensual de este servicio se sostiene con un “72% de aportes del Gobierno de Mendoza, el 13% corresponde a la recaudación por tarifa y el 15% de aportes del Estado Nacional”.
A fines de octubre, el boleto de colectivo subió de $80 a $120. Se trataba de la primera suba. El 1 de diciembre, cada viaje pasó a costar $160. Y, desde el 1 de febrero, se aplicará el tercer tramo de aumento, que llevará el pasaje a $200. De todos modos, se pueden tramitar diferentes abonos, como el de pasajero frecuento o estudiante.
El ministro de Gobierno de la provincia aseguró que ese esquema ya aprobado se va a sostener. Pero agregó que tenían contemplado en la pauta de gastos 2024 la parte de subsidios nacionales para el transporte público que le corresponde a Mendoza. Y si bien Mema destacó que sólo era del 15% del costo, cuando se le suma el aumento del combustible y mantenimiento unidades, por la suba del dólar, el panorama se complica y tendrán que volver a revisar el precio del boleto en febrero.