“Desde fines del año pasado, el patrón de consumo de las familias mendocinas cambió considerablemente llegando al punto de intentar ‘sobrevivir’ en esta crisis de consumo que estamos viviendo”, plantea un informe de la consultora Evaluecon. Entre las estrategias que adoptan, para tratar de hacer rendir la mayor cantidad de días del mes los ingresos familiares, están la elección de segundas o terceras marcas, la atención a las promociones y la diversificación de canales de compra.
El relevamiento incluyó a familias en Mendoza, con trabajos formales e informales que alcanzan a cubrir la canasta básica, del Hogar Tipo 2 (es decir, dos adultos y dos chicos en edad escolar). Esto, dado que el análisis cambia si hay más o menos integrantes en el grupo familiar, tanto por las necesidades nutricionales como habitacionales. Se simplificaron los patrones de consumo para poder hacer el estudio lo más resumido y lo más claro posible.
La consulta reveló que el 68% de los participantes resignó el consumo de primeras marcas para optar por segundas y terceras, mientras el 20% ya lo venía haciendo y mantiene esa conducta y 18% no modificó su hábito de compra. También, que el 81% de los encuestados le presta más atención a las promociones o descuentos y sólo el 19% no lo hace.
Asimismo, el 72% de los encuestados diversificó sus consumos y no sólo compra en supermercados, sino también en mayoristas, almacenes, verdulerías, mercados cooperativos y otros. El 20% mantiene este comportamiento y 8% concentra sus compras en un solo lugar.
En algunos casos, suma el informe, los jefes de familia tienen hasta dos y tres empleos para sostener en nivel de compra. “Pero las condiciones cambiaron considerablemente en los últimos meses, producto de los aumentos (desmedidos en algunos casos) de precios y de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones. Frente a este panorama, los hábitos de consumo cambiaron muchísimo, en una sociedad como la mendocina que se caracterizaba tradicionalmente como conservadora”, detalla.
Otro relevamiento reciente de Evaluecon reveló que una familia mendocina de cuatro integrantes necesitó $759.300 en marzo para no percibirse pobre; es decir, para poder cumplir con las condiciones necesarias para sentir “que viven dignamente”. Los principales gastos, promediados mensualmente y redondeados para obtener valores más precisos y claros, fueron:
- Alquiler: $335.000
- Impuestos y servicios: $27.000
- Alimentos y Bebidas $135.000 (incluyendo elementos de limpieza, tocador, etc.)
- Gastos varios: $24.000
- Indumentaria: $85.000
- Atención Médica y Gastos para la salud: $30.000 (sin incluir personas con tratamientos permanentes)
- Transporte: $48.000 (sin incluir gastos de vehículo, sólo gastos de colectivos)
- Gastos educación: $75.300 (sin incluir cuotas a colegios privados, ni transporte escolar)