Desde el pasado lunes 18 de septiembre es posible recuperar hasta $18.800 por los alimentos, bebidas, productos farmacéuticos, de herboristería, cosméticos, tocador y de perfumería que compres con tu tarjeta de débito (el 21% de cada compra, con ese tope mensual por beneficiario).
Así, en el marco de “Compre sin IVA”, muchas personas que utilizaban su tarjeta de crédito para realizar sus compras, y el efectivo lo tenían invertido en Mercado Pago, Plazo Fijo, u otro Fondo Común de Inversión, se replantearon si no resultará más rentable ahora devolver el dinero a las cuentas para poder debitar los gastos, y posiblemente, la respuesta más adecuada, será una combinación de todos esos instrumentos:
Por ejemplo, de acuerdo con Evaluecon, una familia mendocina (de cuatro personas) necesitó $362.100 en agosto para no sentirse en niveles de pobreza. Dentro de ese valor se incluyen los siguientes gastos:
- Alquiler: $160.000
- Impuestos y servicios: $16.000
- Alimentos y Bebidas $78.500 (incluyendo elementos de limpieza, tocador, etc.)
- Gastos varios: $16.000
- Indumentaria: $55.000
- Atención Médica y Gastos para la salud: $18.000 (sin incluir personas con tratamientos permanentes)
- Transporte: $16.800 (sin incluir gastos de vehículo, sólo gastos de colectivos)
- Gastos educación: $1.800 (sin incluir cuotas a colegios privados, ni transporte escolar)
Siguiendo el ejemplo anterior, si se recuperara el 21% del rubro alimentos y bebidas, dicha familia lograría reintegros por $16.485.
Entonces, suponiendo que en cuanto cobra, una familia utiliza la mitad del dinero destinado a compras para adquirir, por ejemplo, fruta, verdura y carne ($39.250), y 48 horas después recibe el reintegro ($8.242,50). Tendrá al menos una semana para dejar el dinero invertido, más el dinero que recuperó por el Compre IVA antes de volver a comprar.
Así, deberán pasar el dinero de la cuenta bancaria (asociada a la tarjeta de débito), al Fondo Común de Inversión, es decir, a Mercado Pago por ejemplo y mantener el dinero invertido durante una semana. La inversión ahora sería de $47.492,50 (la mitad del presupuesto para compras, más el reintegro).
Así, por día, se recuperarán $125 o $881, en una semana, antes de hacer la segunda compra. Ahora bien, será importante que el dinero esté nuevamente en la cuenta en la que se cobra el sueldo, antes de hacer una nueva compra con débito y así repetir la operación.
Antes de la segunda compra, la familia dispondrá de $48.373,50 para comprar alimentos y bebidas, y volver a esperar por una nueva devolución del IVA. Esta vez, de $10.158,43.
En resumen, se trata de dividir las compras en tantas como sea posible, invertir el dinero restante y volver a ingresarlo a la cuenta sueldo entre compra y compra. Así se maximiza tanto el dinero como las devoluciones que hace la AFIP por cada compra.
- Estrategia para aumentar ingresos: mantener el dinero invertido (en Ualá, MP, o cualquier Fondo Común que permita rescatar el dinero de forma inmediata) hasta el momento de comprar, luego, depositarlo en la cuenta para poder debitarlo. Esperar el reintegro y repetir la operación tantas veces como se pueda.
¿Conviene ahora comprar con tarjeta de crédito?
Las compra de supermercado con tarjeta de crédito era una buena opción para “ganarle a la inflación”, siempre que la tarjeta tuviera los gastos bonificados, ya que permitía a una persona realizar una compra el día posterior al cierre y abonarla más de un mes después. Siguiendo esa técnica, muchas familias se adelantaron a los más de 12 puntos de inflación del último mes.
Sin embargo, ahora, la devolución del 21% resulta ser más conveniente y habrá que utilizar la tarjeta de débito si se pretende aprovechar esa posibilidad. No obstante, la devolución de IVA tiene un tope y es de hasta $18.800.
Así, sería una buena opción utilizar la tarjeta de débito para compras por hasta $89.523,81 y pasado ese monto (sumando todas las compras que se realicen en un mes), volver a la estrategia de “patear los pagos”, teniendo en cuenta el cierre de las tarjetas de crédito.