Los primeros meses del año suelen ser tranquilos en lo que a toma de decisiones empresarias respecta. El periodo de vacaciones y la espera de que las actividades vuelvan a un ruedo “pleno” pospone para fines de febrero o marzo los movimientos más importantes. Una encuesta publicada por Manpower Group para el primer trimestre de este año mostró que los empleadores argentinos anticiparon una expectativa Neta de Empleo (ENE) para el primer trimestre de 2025 de -1%. Esto implicó una disminución de 5 puntos porcentuales en la comparación trimestral y sin cambios en la interanual.
En este marco y en función de la consulta a 700 empleadores en Argentina, los resultados revelaron que el 29% planea aumentar sus dotaciones de personal y el 28% disminuirlas durante los tres primeros meses del año. A esta suerte de empate técnico se suma que el 39% de las encuestadas no espera realizar cambios mientras que el 4% restante no sabe si los realizará. De allí surge la cifra casi imparcial de una expectativa de empleo de menos uno por ciento para estos tres primeros meses. El dato se contrapone con los resultados globales de este mismo trabajo en donde la ENE para este periodo fue de 25% positivo. Para esta encuesta se consultaron a 40.413 empleadores de 42 países y territorios.
Un punto llamativo del análisis es que –a diferencia de lo que podría esperarse- son las micro, pequeñas y medianas empresas las que más dispuestas se manifestaron para aumentar su personal. De este modo, el 7% de las pequeñas –entre 10 y 49 empleados- y el 6% de las micro, con menos de 10 personas en su planta, reflejaron las expectativas más fuertes de contratación. En tanto, el 3% de las compañías hasta 999 colaboradores expresaron que podrían tomar personal mientras que las grandes firmas mostraron números negativos de entre 8% y 18%. Si bien en Mendoza hay pocas organizaciones de entre 1.000 y 5.000 empleados afincadas en su totalidad en la provincia, sí suele haber subsidiarias o sedes estas marcas importantes.
En esta línea, Diego Rodríguez, psicólogo especializado en Recursos Humanos, señaló que para este año hay una buena sensación con relación al empleo. “Venimos de años de achicamiento y se prevé un aumento en la producción, lo cual requerirá más personal”, explicó Rodríguez. Agregó que aunque para el primer trimestre las encuestas anticipan un escenario más equilibrado y que a partir del segundo –y con distintos grados de optimismo- se espera un mayor impulso en esta área. Sin embargo, observó que el criterio que primará será el de la austeridad.
María Paz Gómez, licenciada en Recursos Humanos y cofundadora de Pizca Relaciones Más Humanas, observó que los datos de la encuesta de Manpower son acertados con la sensación de las empresas locales. Y agregó que los primeros meses del año siempre son de bajo movimiento en lo que a contrataciones refiere. Por su lado, Paula Pía Ariet, economista y directora de Gestión Consultores, observó que en términos generales se estima que la economía va a crecer este año y que, en este marco, las expectativas de tomar personal son mayores que las que se esperaban hace un año.
La tecnología al servicio de casi todo
Con relación a qué sectores empujarán más la oferta laboral, la encuesta mencionada puntualizó a la Tecnología de la Información, que lidera las intenciones más sólidas de la muestra con un 16%. Le siguen Energía y Servicios Públicos con un 13% de las expectativas mientras que Industrias y Materiales quedaron en tercer lugar con el 10% de las ENE. En línea y desde una perspectiva global, las mayores esperanzas se ubicaron en el Noroeste argentino donde la minería de litio ha implicado un boom para la zona no solo para esta industria sino para las existentes que viven un reacomodamiento de personal por este motivo. En esta región, las perspectivas de tomar personal se ubicaron en un 15%.
Aunque en el estudio de Manpower no lo mencionan, hay que tener en cuenta que la mayor apuesta para este año se encuentra en el sector energético con la Vaca Muerta de Neuquén a la cabeza. En Mendoza, se esperan reacomodamientos por la cesión de las áreas maduras por parte de YPF. Sin embargo, para el primer trimestre de este año, Cuyo es la segunda región que lidera las expectativas de tomar nuevo personal con el 13% de las elecciones. El resto de las áreas mostró números negativos y le siguen el AMBa(-1%), la región Pampeana y la Patagonia (las dos con -3%) y el Noreste con -7%.
En este contexto, Paula Pía Ariet comentó que la proyección en cuanto a personal dependerá del rubro en el que cada una se encuentre. “Las áreas que van a tener competencia con los mercados que se han comenzado a abrir vía importaciones podrían estar más complicadas”, observó la profesional. Así, en especial las industrias manufactureras tendrán que hacer un fuerte trabajo de eficiencia interna para sostenerse primero y poder crecer después. Gómez y Rodríguez, en tanto, coincidieron en que los sectores que mayor personal requerirá son los de tecnología y la energía. La primera no solo relacionada con las compañías de software y de un ámbito que avanza a pasos agigantados sino como una necesidad cada vez más extendida en todas las áreas que tiene que ver con la automatización de procesos.
Hay que tener en cuenta que en función de los cambios en el mercado de trabajo y de las dificultades que las empresas a veces tienen para mantener a las personas dentro de sus equipos, la apuesta por la Inteligencia Artificial (IA), la robotización y la eficiencia es prácticamente ineludible. “Para el 2030, las capacidades de la IA y la automatización en l fuerza laboral completarán la evolución de aplicaciones para tareas específicas a agentes interconectados con responsabilidades más amplias y un poder cada vez mayor”, destacó Manpower en uno de sus últimos informes.
Se agregó que los principales referentes del trabajo en el mundo creen que las tecnologías basadas en IA tendrán un impacto positivo en el rendimiento empresarial y en la formación, contratación, incorporación, compromiso y diversidad de los empleados. En este sentido, la directora de Gestión Consultores destacó que con relación a las nuevas contrataciones de personas jóvenes con poca o nula experiencia, las compañías realizan inversiones importantes. Más allá de la creación del puesto de trabajo en sí, la profesional explicó que las firmas invierten varios meses en formar a esas personas que, durante ese lapso, son poco productivos. A eso se agrega que parte del personal capacitado resta horas de trabajo propio para formar al nuevo.
“Son inversiones muy grandes que hacen las empresas y por eso se apunta a potenciar lo más que pueda en dichas automatizaciones para, entre toras cosas, facilitar estos momentos de ingresos”, apuntó Ariet. Hay que tener en cuenta que los tiempos de permanencia en las empresas son cada vez más cortos por lo que para las compañías es un paso importante abrir una vacante. Tal vez por este motivo, desde la percepción de María Paz Gómez, se ve cada vez más el trabajo informal o tercerizado a través de monotributistas.
En esta línea, el licenciado Diego Rodríguez –también especialista en entrevistas laborales- detalló que muchos de los que ingresen al mercado laboral necesitarán capacitaciones diversas. “Sobre todo, las competencias más relevantes se orientan hacia las habilidades blandas así como a las relacionadas con el uso de la IA propia para cada sector”, subrayó Rodríguez. Agregó que este será el “gran tópico” para este año ya que la irrupción de dicha tecnología en el mundo ha llevado a estar en formación constante para mantenerse competitivo en el mercado laboral.
Flexibilidad como palabra clave
“Este año se verá mucho todo lo relacionado con el bienestar, la digitalización y la implementación de tecnologías para mejorar el desempeño en las diversas posiciones”, sumó la cofundadora de Pizca. Esto se relaciona directamente con los requerimientos de los jóvenes a la hora de buscar o aceptar un trabajo. Tanto ella como el resto de los consultados destacaron que existen diferencias entre quienes poseen las necesidades básicas cubiertas o poseen un empleo y los que no y necesitan uno para vivir al momento de las pretensiones acerca de un trabajo. Hecha la aclaración, Rodríguez precisó que las nuevas generaciones priorizan aspectos que trascienden el salario. Y sintetizó: “El foco estaría en tres variables: clima laboral, flexibilidad y liderazgo”. De este modo, un punto clave pasa por un buen ambiente de trabajo sumado a oportunidades concretas de desarrollo profesional así como figuras de liderazgo que sean accesibles, éticos y posean experiencia. Para el psicólogo, los jóvenes buscan trabajar con sentido y una cultura alineada con sus valores personales.
En consonancia, María Paz Gómez observó que las posibilidades de desarrollo, un trabajo con propósito y la cada vez mayor puesta en valor del cuidado del ambiente son cuestiones valoradas por las nuevas generaciones. “Para ellos el empleo es una instancia más de la vida y creo que en líneas generales la flexibilidad, con modalidades híbridas están en el top uno de las aspiraciones”, observó la licenciada en Recursos Humanos. Del mismo modo, Paula Ariet apuntó que no las nuevas generaciones valoran más las condiciones que, por caso una relación de dependencia. Por este motivo, apuntó que las empresas trabajan cada vez más en los beneficios debido a que, además del salario, se pretende una buena calidad de vida.
La opción de trabajar desde casa algunos días a la semana es un requerimiento que parece haber llegado para quedarse. Del lado de las empresas, por otra parte, las realidades son diversas. Sin embargo, la mayoría no ha podido escapar –dentro de las posibilidades del rubro- de la hibridez mencionada. Para Gómez, lo que hoy se ve mucho es el empleo no registrado y con personas que facturan al mismo tiempo que se prioriza el trabajo full time que deja afuera a los jóvenes que estudian. En este marco, Rodríguez expresó que las empresas implementan diversas estrategias para captar y retener al talento joven por lo que contar con una marca atractiva es fundamental y algunas compañías trabajan muy fuerte sobre la idea de employer branding. Así, las compañías comienzan a subirse cada vez más a la propuesta de los beneficios que si bien no es nueva, son formas de mejorar el clima laboral. Sin embargo, desde el punto de vista del psicólogo falta claridad al momento de conciliar expectativas mutuas de desarrollo así como políticas relativas a las oportunidades de crecimiento económico y profesional dentro de las organizaciones. “Falta una gestión real sobre clima interno, así como un mayor compromiso con la diversidad e inclusión y todo lo relativo a Responsabilidad Social y Ambiental”, puntualizó Rodríguez.
En síntesis, los expertos en recursos humanos expresaron que el trabajo por objetivos, la flexibilidad, el home office part time es lo que se impone dentro del mercado. Después, hay compañías con mayores o menores beneficios que, de no actualizarse, corren el riesgo de no lograr atraer a postulantes, con las pérdidas económicas que ello implica. Así, pese a que en Mendoza queda mucho por hacer, lo que se prioriza es la cultura del bienestar tanto desde el punto de vista organizacional como personal. Además, son cada vez más las compañías que ponen el ojo en las habilidades blandas. Según Rodríguez: “Se valora a las personas que muestran inteligencia emocional, es decir que sepan regularse, ser empáticos y que puedan trabajar con otros en contextos colaborativos”.
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