La semana económica después de las PASO estuvo signada por la devaluación del 20% aplicada por el gobierno nacional, la disparada del dólar “blue” hasta los $ 720, y los esfuerzos del titular del Palacio de Hacienda, Sergio Massa, para evitar el traslado a precios.
Como contraste, para los próximos días Massa prometió recomponer ingresos de los asalariados, mejorar la situación de jubilados, aumentar las asignaciones familiares y el ingreso de U$S 7.500 millones que enviará el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Poco después de culminar el recuento provisorio de las primarias, el gobierno cumplió con la palabra empeñada al FMI y ajustó el tipo de cambio subiendo el valor del dólar oficial a $ 365,50 y el del mayorista a $ 350. Al mismo tiempo se comprometió a mantener estas cotizaciones sin cambios hasta fin de octubre.
En la plaza bursátil, se limitaron aún más las operaciones por disposiciones de la Comisión Nacional de Valores (CNV) y el MEP subió hasta $ 659,70, mientras que el Contado con Liquidación lo hizo a $ 745,03.
El impacto se reflejó de inmediato en el mercado paralelo donde la divisa aceleró la tendencia que traía de jornadas previas e inició una escalada que lo llevó a costar $ 800 en el intradiario del miércoles.
Entre el jueves y el viernes el mercado se calmó, pero de todas maneras el precio se estableció en $ 720, $ 120 por encima de su valor previo al acto eleccionario.
La brecha entre el dólar oficial y los alternativos volvió a ampliarse, poniendo en jaque el acuerdo con el FMI y reactivando el “rulo” de comprar MEP para vender en el “blue”.
Como acto reflejo ante al desmadre financiero comenzó la suspensión de entrega de mercadería y las remarcaciones de precios en todos los rubros.
El Gobierno reaccionó con la creación de una Unidad de Negociación de Precios, desplazando de esa tarea al secretario de Comercio, Matías Tombolini, y poniendo a cargo al titular de la Aduana, Guillermo Michel.
La primera acción de esta unidad fue anunciar que el Programa Precios Justos que vencía el 15 de agosto se renovaba con aumentos de 5% mensual por los próximos 30 días.
Sin embargo, aún las empresas proveedoras no lo suscribieron y se mantiene en la nebulosa su efectividad.
El mismo modus operandi ocurrió en el caso de los combustibles. Axion, Shell y Puma fijaron un aumento en los combustibles de 12,5%, al que YPF adhirió 48 horas después.
Luego de un encuentro en el Palacio de Hacienda el jueves por la noche el gobierno comunicó que había llegado a un acuerdo con las petroleras y que el precio de los combustibles se mantendría sin cambios hasta el 31 de octubre.
Desde el lado de las empresas le bajaron el tono: “Vamos a ver qué sucede”, fue la escueta respuesta de un directivo que dejó trascender que ese supuesto pacto sólo seguirá en pie si la situación cambiaria no se modifica y el gobierno cumple con la promesa de aprobar importaciones.
A sabiendas de la erosión del poder adquisitivo que provocaron las remarcaciones de entre un 30 y 50%, Massa definirá en las próximas horas el monto de una suma fija para asalariados, decisión que aún es resistida por los gremios.
Anticipándose a la jugada, los principales sindicatos salieron a reclamar la reapertura de paritarias para sumarse a la foto de la recomposición salarial. Camioneros, Bancarios, Mercantiles son los más representativos.
Por otro lado, desde el entorno ministerial señalan que también habrá dinero extra para jubilados y pensionados y beneficiaros de planes sociales. Los montos de cada uno de esos beneficios y la modalidad de pago son los que por estas están en discusión.
Todo se conocería antes del lunes cuando Massa viajará a Washington. Según dejaron trascender en Hacienda, el ministro mantendrá reuniones con la cúpula del FMI previo a la reunión del Directorio que el miércoles 23 debiera aprobar un desembolso de U$S 7.500 millones que servirán para darle un mínimo oxígeno a las alicaídas reservas del Banco Central. No obstante, se cree que Massa intentará obtener fondos frescos adicionales para el tramo final de la campaña.
En otro orden, el FMI se reunió hoy con el candidato a presidente por La Libertad Avanza, Javier Milei, quien le presentó los lineamientos básicos de su eventual gobierno.
Fue escuchado por el titular del Hemisferio Occidental, el chileno, Rodrigo Valdés, quien el día anterior había hecho lo propio con el equipo económico de Patricia Bullrich que encabezó Hernán Lacunza.
El FMI sabe que es posible que la revisión de noviembre en la que debe aprobar un nuevo desembolso por U$S 2.600 millones deberá abordarla con alguno de ellos, que en definitiva no serán los responsables del cumplimiento de las metas impuestas.
En materia financiera, la secretaría de Finanzas realizó una licitación para renovar vencimientos por $ 100.000 millones y recibió $ 1,1 billones en oferta, producto que el menú de títulos estaba compuesto en su mayoría por bonos ajustados por CER en un momento de alta inflación.