La Secretaría de Comercio de la Nación decidió rechazar un pedido de medidas antidumping solicitado por tres empresas argentinas que se oponen a la importación de hornos eléctricos provenientes de China. La medida fue oficializada este lunes a través de la Resolución 300, publicada en el Boletín Oficial, y coincide con un cambio en la relación diplomática del Gobierno argentino con la República Popular China.
Las empresas Newsan, Radio Victoria Argentina y BGH presentaron la solicitud, argumentando que las importaciones de hornos de microondas mecánicos y digitales, con o sin grill y con capacidad inferior o igual a 45 litros, afectaban de manera significativa la producción nacional. Estas importaciones eran realizadas por la empresa Whirlpool, una de las principales competidoras en el mercado de electrodomésticos.
Sin embargo, la Comisión Nacional de Comercio Exterior, después de llevar a cabo varias investigaciones internas, concluyó que la producción local no estaba sufriendo “daño importante ni amenaza de daño importante” debido a las importaciones chinas. Según la comisión, no se cumplían las condiciones necesarias para aplicar medidas antidumping, las cuales buscan proteger la industria local de prácticas comerciales desleales, como el dumping, que consiste en vender productos en el extranjero a precios más bajos que en el mercado local.
Sin restricciones adicionales
La decisión del organismo, encabezado por Pablo Levigne, marca un punto de inflexión en la política comercial del país, especialmente en el contexto de las relaciones bilaterales con China. En las últimas semanas, el gobierno argentino ha mostrado señales de acercamiento al gigante asiático, lo que ha suscitado diversas interpretaciones sobre el trasfondo de la resolución.
El rechazo de las medidas antidumping implica que las importaciones de hornos eléctricos chinos continuarán ingresando al país sin restricciones adicionales. Este resultado podría impactar en la competencia dentro del mercado local de electrodomésticos, favoreciendo a consumidores con precios más accesibles, pero generando preocupación en los productores nacionales que deberán enfrentar la competencia directa de productos importados.
Con esta resolución, el Gobierno busca equilibrar las relaciones comerciales y diplomáticas con China, mientras se enfrenta al desafío de mantener el crecimiento de la producción local y proteger a la industria nacional.