Una familia mendocina necesitó poco más de $350.000 para no ser indigente y por encima de los $800.000 para no caer en la pobreza. Así lo reveló el informe de la Dirección de Estadísticas mendocina (DEIE).
Según el organismo estadístico, una familia mendocina compuesta por cuatro integrantes (dos adultos y dos niños) tuvo que disponer durante septiembre de $357.955 para cubrir los gastos de la Canasta Básica Alimentaria y así no caer en la indigencia.
En tanto, si una familia contó con $876.991 el mes pasado, logró ubicarse por encima de la línea de pobreza ya que cubrió la Canasta Básica Total (alimentos y servicios).
El dato va en consonancia con el índice de Precios al Consumidor que en septiembre fue del 2,7%, ya que la movilidad ascendente fue ínfima en la canasta alimentaria.
En agosto una familia cubrió las necesidades básicas de alimentos fue del $357.124, es decir que a septiembre aumentó solamente $871.
En cuanto a la CBT la variación entre agosto y el mes pasado fue de $5607.
En el país, para no ser pobre una familia necesitó $964.620
Una familia tipo en el país necesitó ingresos por 964.620 pesos en septiembre para no ser pobre, según el INDEC.
Durante septiembre, la variación mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) fue de 1,7% mientras que la de la canasta básica para una pareja con dos hijos (CBT) fue de 2,6%.
La CBA y la CBT acumulan en el año incrementos del 78,1% y 94,6% y resultaron en variaciones interanuales del 189,9% y 202%, respectivamente.
La canasta implica comprar la comida indispensable, indumentaria y transporte, y no caiga en la pobreza, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El organismo dio cuenta también que el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que solo reúne la comida mínima para la subsistencia, aumentó 1,7 % el mes pasado, por lo cual el mismo grupo familiar necesitó contar con ingresos por $ 428.719 para no caer debajo de la línea de la indigencia.
En los nueve primeros meses del año la CBT aumentó 94,6 % y la CBA el 78,1 %. Esta diferencia se debe a que las tarifas de los servicios públicos, y el transporte, se encontraban con mayores aumentos, a diferencia de lo que pasaba durante el gobierno de Alberto Fernández y Cristina de Kirchner.
El Índice de Pobreza alcanzó al término del primer semestre del año al 52,9%, informó el Indec. De esta manera, se ubicó por encima del 41,7% de finales del año pasado y del 40,1% del período enero-junio del 2023.
Por su parte, el Índice de Indigencia, entendido este como los pobres cuyos ingresos no son suficientes ni siquiera para comprar la cantidad mínima de comida que permita la subsistencia, se ubicó en 18,1%. A finales del año pasado había trepado al 11,9%, y entre enero y junio del 2023 se ubicaba en 9,3 por ciento.