La flexibilización del acceso a dólar para el pago de importaciones de unos 150 productos de la canasta básica ya empezó a palparse en los supermercados de Argentina. La medida, según el Gobierno nacional, busca potenciar la competencia, sumar marcas para el consumidor y promover ofertas, en un marco de desaceleración inflacionaria y expectativa a la baja.
En concreto, la medida fue implementada por el Banco Central a través de la comunicación A 7980, que estableció facilidades para el acceso de divisas a unos 150 productos de la canasta básica. Por su parte, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) suspendió el pago de algunos impuestos para esas importaciones.
Lo que hace la medida es acortar a 30 días el plazo para el acceso a los dólares para el pago de importaciones, aunque en la práctica se tradujo como una “apertura” a la competencia y la llegada de marcas que estaban ausentes en las góndolas argentinas por las trabas administrativas y cambiarias.
El anuncio fue en marzo pasado. Y dos meses después comienzan a verse algunos nuevos productos en los supermercados, especialmente, en rubros como limpieza, conservas de tomate, fideos, conservas de pescado, café en cápsulas y lácteos.
Con la entrada de proveedores extranjeros, se busca poner en jaque a los fabricantes locales más fuertes que, ante la menor competencia, tienen una posición dominante a la hora de fijar precios.
La fase de mayor amplitud de productos importados está prevista que se produzca entre agosto y diciembre, con la entrada de nuevas categorías y proveedores. “Este último tramo incluye todo tipo de alimentos: pan lactal, galletitas, mermeladas. De todo”, adelantó una fuente a Clarín. Por ahora, el origen es de Brasil, Uruguay, México, Paraguay y países de Europa.
La marca Conaprole ya se consigue en Argentina
Una de las marcas que arribó es la famosa Conaprole, de origen uruguayo y focalizada en la producción de leche, yogures, jugos, postres, dulce de leche y quesos.
En la cadena de supermercados Coto, de gran presencia en el país, ya se consiguen los productos Conaprole.
La manteca extra con y sin sal Conaprole, por 200 gramos, cuesta $2.799, es decir, un poco más cara frente a los $2.681 de La Serenísima o los $2.323 de Ilolay (mismo tamaño) que se ven en Coto.
El dulce de leche Conaprole, que viene en frasco de vidrio por 400 gramos, sale $4.600, por encima del precio de La Serenísima colonial ($2.661) o el Ilolay clásico en envase plástico de la misma cantidad ($2.380).
Otra opción de la marca uruguaya es el queso untable Requesón, tanto entero como light. El pote trae 250 gramos y se consigue en Coto a $4.900, también por arriba del precio del Casancrem de 290 gramos (más grande) a $2.169,96 con descuento del 35% ($3.338,40 lista) o el pote de Milkaut Crematto de 285 gramos a $2.690.
Por último, la crema de leche Conaprole por 250 ml / 247 gramos es conveniente si se la compara con una marca líder en Argentina: la uruguaya cuesta $2.599 frente a los $2.881 de la crema para batir La Serenísima por 230 ml que aparece en Coto.