El primer mes del invierno llega con nuevos aumentos, con una variedad de rubros como tarifas de servicios, salarios de servicio doméstico, prepagas y hasta Netflix. Se trata de aumentos ya anunciados con anterioridad, pero que en este mes tendrán su impacto y se sumarán a una inflación acumulada hasta abril de 23,8%.
El más llamativo se da en la factura del gas, de en promedio 18% a partir del 1º de junio. La boleta de ese servicio se compone de cuatro componentes: el precio del gas en sí mismo, el transporte, la distribución y los impuestos y tasas. El primero de estos factores es el que explica el nuevo aumento.
Vale recordar que en marzo ya había subido la tarifa del gas por 21%, por lo que si a ese valor que quedó se le suma el 18 %, implica un aumento acumulado del 42,7%. De todos modos, tras la aprobación de la ley de Zona Fría (que incluyó a Mendoza en ese régimen), los usuarios comenzaron a recibir boletas con un 30% o 50% de descuento desde agosto de 2021.
Al anunciarse el nuevo aumento, Romina Ríos, presidenta de la Asociación de Defensa al Consumidor Protectora, comentó a Los Andes que los usuarios mendocinos del segmento medio tendrían un aumento del 18,5% en las boletas de gas y que el impacto será menor que en otras provincias, por estar incluidos en el régimen de Zona Fría.
Hay otra tarifa que aumentó el 19 de mayo, pero que muchos comenzarán a notar en junio: la electricidad. Ocurre que todos los consumos realizados a partir de esa fecha empezaron a tener un 10,3% de aumento, por una combinación de un ajuste en el Valor Agregado de Distribución del 8,8% en promedio para usuarios residenciales, y del 1,5% por el alumbrado público.
Si alguien recibió su factura el mismo 19 de mayo y consumió la misma electricidad que en el período anterior, no habría notado ningún cambio en su boleta, pero si la recibiera el 19 de junio, notará un valor mayor. En caso de que el consumo incluya la mitad de los días con el cuadro tarifario anterior y la otra mitad de días con el cuadro actual, el cálculo es proporcional.
Los aumentos continúan
El servicio doméstico es otra de las subas para junio. Ocurre que en abril se definió un aumento salarial en tres partes: 6% en abril, 9% en mayo (calculado sobre los salarios mínimos establecidos para abril de 2022) y 15% para junio. Este aumento del 15% es el tercer y último tramo, aunque hay una cláusula de revisión para agosto de este año.
Por otro lado, el gobierno nacional autorizó a las prepagas de salud un aumento del 22% en sus cuotas con una división de tres meses (mayo, junio y julio). El primer aumento fue del 8%, el segundo (a partir del 1º de junio) es el 10% y habrá un tercero en julio de 4%. Las prepagas aumentaron un 22,5% en los primeros meses del año, lo que llevaría en julio a un acumulado del 43%.
Otra suba que genera dudas se refiere a los alquileres que deben renovar sus contratos. Si bien se analiza en el Congreso de la Nación modificar la ley de alquileres, la normativa actual señala que los aumentos se deben hacer en base al Índice para Contratos de Locación (ICL) del Banco Central, disponible en la página web de la entidad (sección “El BCRA y vos”).
Se debe dividir el ICL de la fecha de renovación por el de la fecha del contrato. Si se busca el ICL del 1 de junio de 2022, es de 2,9, que se debe dividir por el ILC del 1 de junio de 2021, que es 1,34. El resultado es 1,56, o sea que el alquiler se debe aumentar un 56%. Si alguien inició un alquiler en junio de 2021 pagando $ 50.000, con la renovación del contrato empezará a pagar $ 78.000.
Un último aumento “de color”, ya que afecta a menos personas que las tarifas o las prepagas, es el de Netflix. La plataforma anunció un aumento de sus tarifas de casi un 27% en Argentina a partir del 25 de junio del 2022. “Esperamos que estés disfrutando todo lo que Netflix tiene para ofrecerte. También queremos informarte que estamos actualizando nuestros precios para traerte más y mejor entretenimiento”, informó la plataforma.
Tarifas e inflación
Economistas mendocinos coincidieron en que el aumento de las tarifas servicios impactará en el índice de medición de la inflación, pero no será responsable de la suba general. Las causas estarían en la emisión monetaria, el desequilibrio de precios y la falta de confianza en el rumbo económico.
“El problema es que hay muchos precios que están distorsionados, como pasa con las tarifas. Algunas variables se acomodan un mes, pero otras se atrasan y luego suben”, comentó Carlos Rodríguez, economista y docente. El tema no sería fácil de resolver por la vía del gradualismo, pero para una política de shock se necesitaría un fuerte apoyo político y un equipo económico que genere confianza.
Además, Rodríguez comentó que aun cuando aumenten las tarifas, el servicio seguirá subsidiado. “Los precios se van acomodando como pueden. Vienen las paritarias y ordenan el sueldo, viene una devaluación y ordena los productos vinculados al dólar. Los precios avanzan ya no solo por la emisión, que es el factor principal, sino porque siguen a los otros precios”, agregó el economista.
Por su parte, Daniel Garro, economista y CEO de Value International Group, afirmó que el aumento de las tarifas generará un impacto en la medición del índice de precios, pero que no se las puede culpar del aumento general: “En meses con tarifas congeladas, ¿la inflación se detuvo o subió? El dólar viene planchado, ¿la inflación se detuvo? En los dos casos continuó creciendo”.
La principal culpable para Garro es la emisión monetaria, ya que “no es que aumenten los precios, sino que desvaloriza el peso argentino”. Es complicado saber cómo repercutirá el aumento en las tarifas hacia más adelante, porque con la recesión económica es difícil que un empresario que usa gas traslade el mayor costo al producto final y la gente está cuidándose en los gastos.