Apenas 10 días antes de comenzar el receso invernal, los hoteles de la Ciudad tenían entre un 5 y un 10% de reservas. Pero este viernes, la ocupación se ubicaba de 50 y a 65% para el fin de semana, y alrededor de 40% para el resto de la semana. Sin embargo, una de las tendencias para estas vacaciones de invierno es que los turistas definen su viaje con apenas un par de días de antelación, lo que puede cambiar el panorama en pocas horas. Tanto desde el sector privado como el público esperan alcanzar un 75% de ocupación promedio en toda la provincia durante el mes de julio.
Luis Díaz y su esposa Graciela hablaban con un mozo de un café y restaurante en la Peatonal, que les comentaba el menú. El matrimonio había llegado el jueves a la noche desde Corrientes, con uno de los hijos y su pareja, y dos nietos. Aunque ambos conocían Mendoza y durante la pandemia ya habían viajado a Salta y Jujuy, optaron por venir a la provincia para que los pequeños vieran la nieve. Entre sus planes, como habían alquilado un auto, estaba ir a la montaña, a Villavicencio, a Cacheuta y a visitar una bodega. También, llevarse aceitunas, aceite de oliva, chocolates, vinos y cerveza local.
Mientras los más jóvenes estaban en una zapatería, Luis y Graciela contaron apenados que se encontraron con que el Hotel Balbi había cerrado. Pero resaltaron que estaban contentos de salir del encierro, ahora que están vacunados contra el Covid y la gripe, y siguiendo todos los cuidados.
Melita y Laureano, ella de San Luis y él de Río Negro, habían elegido Mendoza como un punto intermedio para una escapada. Mientras sacaban fotos a un artista callejero, contaron que no habían armado planes porque preferían improvisar. Pero sí tenían previsto quedarse en la ciudad y disfrutar de la gastronomía y los bares.
Natalia, de un café y chocolatería céntricos, comentó que a partir del feriado del 9 de julio se empezó a notar un cambio en el consumo. Por un lado, con la llegada de algunos visitantes de otras provincias, quienes no sólo consumen en el local, sino que se llevan algún recuerdo o regalo dulce. Y por el otro, con el mismo mendocino, también de vacaciones, que ya no pide sólo un café, sino que se toma el tiempo de desayunar con otras opciones.
En cambio, Gustavo, de una tienda de artículos regionales, señaló que, si bien ha empezado a llegar un poco de turismo, se nota la diferencia con otras vacaciones. No sólo porque los visitantes están “gasoleros”, sino también por la modesta cantidad de gente que camina por la Peatonal e incluso el número de mesas desocupadas en los cafés.
Aunque en Mendoza –y otras 15 provincias, incluidas Córdoba y Santa Fe- el receso invernal comenzó el 9 de julio, en Buenos Aires y Capital recién empieza este fin de semana. Por eso, el sector turístico tiene la mira puesta en la posible llegada de un buen número de visitantes. En tanto el gastronómico considera que también ayudarán a impulsar las ventas los encuentros por el Día del Amigo.
Datos oficiales
La ministra de Cultura y Turismo de la provincia, Mariana Juri, expresó que la temporada viene muy bien y mucho mejor de lo que se esperaba, ya que el sector privado tenía una expectativa de alcanzar un 20 a 25% de ocupación y este fin de semana se ha llegado al 75%. Mendoza, apuntó, está entre los tres destinos más elegidos por los argentinos y consideró que ha jugado a favor de esto el hecho de que se sostuvo la promoción durante la pandemia, que en todo el país se sabe que la provincia ha estado abierta desde junio del año pasado, y que se obtuvo el sello de destino seguro con la vacunación del personal gastronómico y hotelero. Además, varios líderes de opinión la han elegido para pasar unos días y han encontrado un buen número de servicios habilitados.
En cuanto a las tendencias para estas vacaciones de invierno, indicó que una bien clara es la decisión de último momento. Por ejemplo, si bien las aerolíneas viajan con un 90% de ocupación, recién se llega a este porcentaje 48 horas antes del vuelo. También se observa mucho el plan familiar en auto –por Desaguadero están ingresando unos 2.800 vehículos diarios en promedio- y la elección de actividades vinculadas al turismo de naturaleza, como montaña, aventura, parques temáticos al aire libre. A esto se suma el uso de bicicletas para ciertos recorridos.
Si bien desde el gobierno provincial siempre se han presentado datos de gasto promedio, la pandemia ha provocado diversos cambios. Así, anticipaban que el turista nacional iba a restringirse mucho, pero, como ha salido mucho menos estos últimos meses, cuando lo hace gasta un poco más. Por otra parte, han notado que el segmento alto, que habitualmente viajaba al exterior, ahora elije hacerlo por Argentina y, en el caso de Mendoza, va a los alojamientos más caros y realiza otros consumos.
Un respiro
Beatriz Barbera, presidente de Aegha (Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Mendoza), detalló que, desde la semana del 5 de julio se empezó a ver movimiento de personas provenientes de otras provincias en la Ciudad y que, en el Valle de Uco y el Sur, se sumaron a estos visitantes, durante los sábados y domingos, los mendocinos.
Los hoteles urbanos –tanto del Gran Mendoza como del Sur-, que han sido los más afectados por la pandemia, tuvieron una ocupación de entre el 50 y el 60% el fin de semana pasado y para este habían alcanzado una similar. En cambio, para el resto de julio tienen entre 40 y 50% de reservas, aunque están esperando que, con el inicio del receso en Buenos Aires y Ciudad Autónoma, ese porcentaje se incremente. Barbera explicó que los viajeros se deciden a último momento, porque tienen miedo de que se implementen restricciones, y reservan un par de días antes y hasta el día anterior.
La situación, acotó, es diferente en los alojamientos, principalmente cabañas, de alta montaña, el Valle de Uco y el Sur, ya que muchas ya tienen ocupación completa para todo el mes de julio, porque los viajeros prefieren la naturaleza. Sin embargo, resaltó que siempre pueden optar por alojarse en los hoteles urbanos y trasladarse a estos lugares.
En lo que a la gastronomía se refiere, al haber mayor ocupación también se ha notado un repunte en las ventas. La titular de Aegha señaló que los turistas tratan de darse un gustito para la cena, especialmente la última antes de regresar, y suelen consumir los tres pasos. En cambio, para el almuerzo optan por el menú promocional, que casi todos los restaurantes ofrecen.
Barbera planteó que los locales gastronómicos de ciudad, al igual que los hoteles, han sufrido bastante con la pandemia. Pero que las ventas han crecido un 50% en comparación con junio, de la mano de la ocupación turística. La expectativa, indicó, es que julio va a ser una bocanada de aire para el sector, lo que les permitirá a los que han logrado sobrevivir, a costa de endeudarse, sostener los puestos de trabajo.
Asimismo, añadió que ya están trabajando, en forma conjunta con el gobierno provincial, en Sale Mendoza para que, a partir de agosto, los mendocinos y argentinos puedan acceder a opciones de alojamiento y gastronomía con descuentos de hasta 40%. De esta manera, apuntan a incentivar los viajes en una época del año en la que tradicionalmente la provincia recibía el turismo de congresos.