El anuncio de que a partir de hoy se aplica un 25% adicional de recargo sobre el dólar oficial para compras en el exterior, generó muchas dudas en el sector turístico, además del temor de que se reduzcan las operaciones. En la previa, muchos viajeros adelantaron la reserva de sus viajes para la temporada de verano, pero no hay certezas de cómo se comportará la demanda de cara al futuro.
Aunque desde hace tiempo se venía hablando del “dólar Qatar”, recién ayer se anunció oficialmente la medida. Si bien se había especulado con distintas posibles medidas – desde fijar un tipo de cambio similar al blue hasta desactivar la devolución de Ganancias-, finalmente se aumentó la carga tributaria, con un 25% de adelanto a cuenta de Bienes Personales, lo que llevó el recargo a un 100% sobre el dólar oficial. Esto es: 30% de impuesto PAIS, 45% de adelanto de Ganancias y, ahora, un 25% adicional en las compras que superen los U$S 300.
El nombre “extraoficial” de Qatar quedó desactualizado, ya que quienes planean viajar al mundial concretaron la compra de pasajes y de entradas, como también la reserva de alojamiento con bastante antelación (aunque podrían cargar en la tarjeta otros consumos una vez que estén disfrutando del evento deportivo).
Por otra parte, desde las agencias de viaje habían planteado que, ante la inminencia de la implementación de un nuevo tipo de cambio -se esperaba que fuera a partir del 1 de octubre-, quienes tenían planeado viajar al exterior desde noviembre y hasta mayo inclusive del año próximo, adelantaron sus compraras para adelantarse a la variación.
Dudas y temor
Pablo García, vicepresidente de la Asociación Mendocina de Agencias de Viajes y Turismo (Amavyt), confirmó que mucha gente se anticipó a la modificación del tipo de cambio, pero consideró que es probable que disminuyan las ventas en los meses de temporada alta, porque “no todos fueron previsores”. El impulso, en ese caso, lo darían quienes tienen dólares “bajo el colchón”, opinó.
Por otro lado, el empresario señaló que hasta ayer a la mañana no sabían si el recargo se aplicaría solo a quienes paguen con tarjeta o también a quienes vayan a cancelar en efectivo.
Asimismo, indicó que las agencias funcionan como un agente de retención, pero que desconocen de qué manera se debe facturar; es decir, a qué normativa deben hacer referencia en la factura. Por otra parte, planteó que ellos deben cobrar ahora un 100% por encima del valor del pasaje o paquete y luego deben pagar a AFIP el impuesto al cheque sobre el total, ya que no pueden descontar esos impuestos. Como la transferencia al organismo es mensual, van depositando las retenciones al cliente y, al sacarlo de la cuenta, el banco les cobra el impuesto al débito.
Edmundo Day, vicepresidente de Aehga (Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Mendoza), expresó que la primera preocupación que tienen ante esta medida se vincula con el impacto que va a tener en las aerolíneas, porque las empresas reclaman y necesitan que haya un flujo recíproco de viajeros entre dos destinos. Esto explica, por ejemplo, que Córdoba, que es una ciudad más grande que Mendoza, tenga menos vuelos internacionales, ya que nuestra provincia recibe más visitantes extranjeros.
Day también señaló que, con la pandemia, se perdió 20% de la oferta hotelera en todo el país, desde cabañas hasta hoteles tres estrellas, y todavía no se ha recuperado. Es decir que, con menos opciones y más dificultades para viajar al exterior, se producirá presión sobre los precios en el mercado interno y será difícil poder seguir ofreciendo un PreViaje con valores diferenciales.
Desde la empresa Despegar consideraron que la medida tendrá un efecto negativo sobre el turismo. En un comunicado que emitieron para expresar su oposición a la decisión del Ejecutivo nacional expresaron que desalienta aún más a los argentinos a viajar, debido a las altas cargas impositivas.
“Sumado a los constantes cambios de reglas, que continúan afectando al turismo, esta nueva medida pone en mayor dificultad a una industria que todavía no se ha recuperado de la enorme crisis de los últimos años y no resuelve el desafío de generar ingresos a través del turismo receptivo”, criticaron desde la empresa de viajes. Asimismo, resaltaron que la actividad es generadora de empleo genuino, a través de las agencias, aerolíneas y todos los servicios turísticos que tienen presencia a lo largo del país.
Qué quiere el Gobierno
El economista José Vargas, de la consultora Evaluecon, señaló que está clara la intención del Gobierno nacional de implementar un dólar más caro para el turismo y las compras en el exterior: disminuir la salida de divisas por el mundial y la temporada de verano; teniendo en cuenta que, hasta marzo, la situación será bastante difícil en cuanto al ingreso genuino de dólares.
Sin embargo, estimó que el impacto en el turismo va a ser mínimo, porque muchos argentinos adelantaron sus gastos en el exterior y la compra de viajes al extranjero, por lo que sólo incidirá en quienes lo pudieron hacerlo antes. Sin embargo, indicó que la medida va a generar un nuevo piso para el dólar blue que, a partir de ahora, tendrá un valor por encima de los $300.
En tanto, Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, planteó que el turismo representa apenas un 7% de la demanda total de divisas y que el problema es que no ingresan dólares por el turismo receptivo (por la brecha con el oficial, los viajeros cambian en el mercado paralelo).
En este sentido, consideró que la medida tiene afán recaudatorio. Para ilustrarlo, detalló que un paquete a Madrid, con vuelos y estadías para dos personas, tiene desde hoy un valor de $ 1.791.000, de los que sólo $ 895.500 corresponden al valor del viaje en dólar minorista sin impuestos. A este importe se le suman: $ 268.650 por el impuesto PAIS, $ 402.975 por adelanto del impuesto a las Ganancias y $ 223.875 de adelanto de Bienes Personales.
