En las últimas horas del domingo, YPF envió un comunicado en el que informaba que, a partir de las 0 del lunes, las estaciones de servicio iban a registrar una variación en sus pizarras del 9,5% en promedio en el precio de los combustibles básicos y del 11,5% en el de los premium. Se trata del segundo aumento que la petrolera estatal aplica en lo que va de 2022 y manifestaron que se explica, principalmente, por la suba del valor internacional del petróleo.
De esta manera, el precio de la nafta súper pasó de los $ 99,40 a $ 111,30 (+11,97%), la Infinia subió de $ 117,30 a $ 133,70 (+13,98%), la Ultra diésel aumentó de $ 93,40 a $ 104,60 (+11,99%) y la Infinia diésel costaba $ 111,60 y ahora cuesta $ 127,20 (+13,97%). Con los nuevos valores, llenar el tanque de 50 litros de un vehículo mediano con nafta súper demandará $5.565 y, si el combustible utilizado es Infinia, se debe pagar $6.685.
Desde la petrolera estatal detallaron que el ajuste “responde a la evolución de las principales variables que conforman el precio de venta al público, sobre todo el aumento de los precios internacionales del petróleo y los niveles de demanda superiores a la prepandemia, que requieren importaciones para complementar la oferta local”.
En cuanto a los precios internacionales del petróleo, expresaron que han tenido un incremento significativo durante las últimas semanas, lo que ha llevado a alcanzar niveles récords, un 50% por encima de los precios de inicios de febrero de 2022.
Un mes atrás, antes de que comenzara la guerra entre Rusia y Ucrania, el valor del barril de crudo se ubicaba entre los U$S 92 y U$S 96. Sin embargo, el conflicto hizo que comenzara a trepar hasta superar los U$S 138 el 8 de marzo. Y si bien ayer había descendido a alrededor de los U$S 108, porque las nuevas negociaciones entre ambos países han reducido el temor a un desabastecimiento, en el último año la suba ha estado por encima del 60%.
Para entender la dimensión del problema, Roberto Carnicer, director del Instituto de Energía de la Universidad Austral, detalló que Rusia es el primer productor mundial de crudo y que destina el 50% de su exportación a Europa, un 30% a China, y el resto a países de la ex Unión Soviética y otras naciones.
De ahí el temor a que las sanciones comerciales que tanto Estados Unidos como Europa le han impuesto a Rusia se extiendan a dificultades en el abastecimiento, no sólo de petróleo, sino también de gas. En este último sector, la situación es bastante más crítica para los países europeos ya que el 65% del que consumen proviene de Rusia.
Entre los motivos de la nueva suba, aplicada ayer, YPF señaló que también ha aumentado, incluso por encima del crudo, el precio internacional de los combustibles con los que se complementa la oferta local: el etanol y el biodiesel.
Últimos aumentos
La primera suba de 2022 en el precio de los combustibles, que YPF aplicó el mes pasado, llegó después de que, en mayo de 2021, la petrolera anunciara que no iba a aumentar más sus precios en lo que quedaba del año (y, efectivamente, así fue). Entre febrero de 2021 y el mismo mes de este año, los combustibles habían subido un 34% promedio en Mendoza.
Esto representa un porcentaje bastante por detrás de la inflación. Es que, si bien recién hoy se conocerán los datos del Indec correspondientes al segundo mes de 2022, en enero la suba interanual de los precios al consumidor había sido de 50,7%.
Esta variación del 34% ya incluía el ajuste de entre 9,5 y 13,5% en el precio de sus combustibles que la petrolera estatal aplicó el 2 de febrero en las estaciones de Mendoza. En ese momento, la empresa expresó que la suba tenía como objetivo “sostener su plan de crecimiento para 2022, en un contexto de prudencia financiera y en el marco de la evolución de los últimos meses de ciertas variables macro locales e internacionales”.
Luego de este ajuste, detallaron desde la compañía, continuarán “monitoreando la evolución de las variables que inciden en la formación de precios, teniendo en consideración las particularidades del contexto macroeconómico del país y la realidad internacional”. Y, como suele suceder, es de esperar que esta suba impacte en los valores de surtidor de las estaciones de servicio de otras empresas (Axion, Shell, Dapsa).
Consumo
Según datos de la Secretaría de Energía de la Nación, en 2021, las ventas al público de nafta súper en la provincia alcanzaron los 244.123 m3, lo que implica un incremento del 33% con respecto a los 183.216 m3 que se habían consumido en 2020 –que fue un año de caída importante, asociada a la disminución de la movilidad por el aislamiento- y una cifra casi idéntica a la de 2019 (243.112 m3); es decir, previo a la pandemia.
En tanto, las ventas de naftas ultra llegaron a los 109.776 m3 el año pasado. Esto es, un 39% por sobre los 78.946 m3 de 2020 y un 5% más que los 104.417 m3 de 2019. El incremento más marcado en el consumo de este combustible, en comparación con el de la nafta súper, se debe, en parte, al congelamiento de precios que la petrolera estatal estableció desde mayo del año pasado y que favoreció que algunas personas optaran por la premium, que es más costosa, pero también tiene un mejor rendimiento y cuida más el vehículo.
De hecho, en 2017, la relación de consumo de nafta súper y premium era de 60%-40%, pero en 2019, por la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, se modificó y empezó a ser de 70%-30%. Y pese a que en el acumulado de 2021 se observa esta última proporción de uno y otro, en enero de 2021, la súper representaba casi el 70%, pero en diciembre, por el efecto del congelamiento, había caído al 66%, al tiempo que la premium había ganado 3 puntos de participación.