Con la resolución favorable de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial por salir en estas horas, YPF podrá comenzar a desarrollar la inversión para iniciar la exploración en dos pozos no convencionales, en áreas petroleras ubicadas en el extremo sur de Malargüe. Si el proyecto se desarrolla al ritmo esperado, estarían en condiciones de realizar la estimulación hidráulica a partir de marzo.
La directora de Protección Ambiental de la provincia, Miriam Skalany, comentó ayer a la mañana que estaba escribiendo la resolución de aprobación y que, luego de recibir el visto bueno de la Asesoría Letrada, se notificará a la empresa, como también a cada una de las entidades que elaboraron informes sectoriales para la evaluación de impacto ambiental, de que el proceso está aprobado.
De esta manera, YPF estará en condiciones de comenzar los trabajos en el área. Se trata de un proyecto piloto, que tiene como objetivo evaluar el potencial de producción de la formación Vaca Muerta en el sector sur de Malargüe. Sin embargo, el Gobierno provincial todavía no ha emitido la resolución que establecería la extensión por 10 años de la concesión del área Paso de las Bardas Norte -en donde se desarrollará la inversión-, que vence este 15 de noviembre.
Pese a eso, la empresa ya ha comenzó con los primeros movimientos para construir la locación y adecuar la zona en donde se perforarán los pozos, para poder comenzar con la estimulación hidráulica en marzo. La inversión prevista para este proyecto es de U$S 17 millones y se enmarca en el compromiso que la petrolera estatal suscribió con el Estado mendocino en julio del año pasado, entre las que se encontraba la exploración del lado mendocino de Vaca Muerta.
El proyecto contempla la realización de dos pozos horizontales, partiendo desde una única locación, ubicada en el límite de los bloques Paso de las Bardas Norte y CN VII A. Cada pozo tendrá una perforación vertical de aproximadamente 2.500 metros y, a partir de esa profundidad, una extensión de rama horizontal de 1.000 metros.
Esta rama horizontal de uno de los pozos se perforará en dirección al área CN-VII A y la del segundo, se dirigirá hasta el bloque Paso de las Bardas Norte siempre dentro de una misma locación. La exploración en el área CN-VII A permitirá la adquisición de datos e información para determinar la viabilidad de un desarrollo en la zona.
En cuanto al proceso de evaluación, Skalany detalló que YPF presentó los estudios preliminares a principios de julio. A partir de esto, el Área de Petróleo de la Dirección de Protección Ambiental estudió el proyecto y designó como organismo evaluador a la Facultad de Ingeniería de la UNCuyo. También se dispuso que la Municipalidad de Malargüe, la Dirección de Patrimonio Cultural y Museos, la Dirección de Recursos Naturales Renovables y el Departamento General de Irrigación elaboraran informes sectoriales.
La comuna, detalló la funcionaria, hizo algunas recomendaciones sobre el tratamiento de los residuos peligrosos que se puedan generar durante la operación, como también de los sólidos urbanos en las instalaciones y encomendó la colocación de una planta de tratamiento de efluentes cloacales.
Patrimonio intervino por tratarse de la zona arqueológica de Cañadón Amarillo, donde en el pasado se encontró el omóplato de un dinosaurio. Y si bien es un área en la que ya ha habido explotación petrolera -convencional- desde hace años, hicieron algunas observaciones sobre el proceso de apertura de caminos y de construcción de la locación donde se harán los pozos, para preservar cualquier potencial nuevo hallazgo.
Irrigación, en tanto, señaló algunas cuestiones sobre la localización de los pozos de monitoreo y los cuidados que la empresa deberá tener en la perforación para proteger los acuíferos. Y Recursos Naturales señaló que deberán permitir el paso de la fauna autóctona y preservar la flora nativa.
Skalany resaltó que los informes sectoriales incluyen una serie de recomendaciones que son de cumplimiento obligatorio. Y sumó que la UNCuyo también realizó varios requerimientos de información adicional, que la empresa presentó y fueron evaluados, para llegar a un dictamen en el que se establece que YPF cumplió con los requisitos y que el proyecto se encuadra dentro de lo que reglamenta el decreto 248/18 para la evaluación de impacto ambiental de los pozos de estimulación hidráulica.
Vaca Muerta es una formación geológica de 30.000 km² ubicada principalmente en la provincia de Neuquén, pero también en el sur mendocino y el oeste de Río Negro, que contiene grandes volúmenes de gas y petróleo a más de 2.500 metros de profundidad. En función de los resultados de este proyecto piloto, YPF podría avanzar con el desarrollo de otros pozos en la zona, para pasar de la etapa de exploración al desarrollo del no convencional en la provincia.
Otras inversiones
Con esta inversión de YPF, la provincia podría empezar a revertir la pronunciada caída en los niveles de producción de petróleo. De hecho, en el primer semestre de 2022 fueron los más bajos de los último 20 años. A ella se suman otros proyectos que se encuentran en desarrollo: tres pozos de Hattrick Energy en Lindero de Piedra, cuatro de Petroquímica Comodoro Rivadavia en el Sosneado, otros cuatro de YPF en la zona de Llancanelo y 34 de Pluspetrol en diferentes áreas de Mendoza.
Por otra parte, la petrolera estatal avanza en un proyecto de recuperación terciaria en las áreas Cerro Morado Este y Chachauén, que demandaría una inversión total de U$S 71 millones. Sin embargo, para concretarla, la compañía aguarda que el Gobierno provincial apruebe la reducción de hasta 50% en la alícuotas de regalías; algo que también está incluido en la carta de intención que firmaron el gobernador Rodolfo Suárez y el presidente de YPF, Pablo González.