“El paciente con discapacidad no entiende el tratamiento odontológico”; “el único tratamiento posible con ellos es la exodoncia” (extracción); “no se pueden rehabilitar con prótesis”; “no cuidan su boca”.
Los mitos alrededor de la atención odontológica de las personas con discapacidades son muy extendidos, pese a que hoy el abordaje de estos pacientes ha desarrollado nuevos métodos y conocimientos que permiten cumplir con una premisa básica: toda persona tiene derecho a recibir el mejor tratamiento odontológico posible.
Claro que en este tipo de pacientes las terapias que se aplican requieren de otra clase de abordaje en el consultorio del dentista. Esto implica realizar una buena planificación, ejecutar el procedimiento con los materiales y equipamiento correctos y establecer el seguimiento del paciente para sostener en el tiempo lo logrado.
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Por este motivo, en los últimos años se hizo necesario que los odontólogos comenzaran a especializarse para atender estos casos, así como lo vienen haciendo en muchas otras áreas de su disciplina. En este contexto, la UNCUYO acaba de abrir una nueva carrera de posgrado, la Especialidad en Odontología para Personas con Discapacidad.
Se trata de una propuesta casi única en el país (solo en la UBA hay una carrera similar) que viene a saldar una deuda con “un grupo vulnerable cuya salud bucal estaba ausente en la atención”, como reconoció la decana de la Facultad, Patricia Di Nasso.
“La odontología debe ser inclusiva y debe llegar a todas las personas, con o sin discapacidad –continuó. “Entonces, el profesional odontólogo debe aprender y debe formarse en cómo adaptar la odontología que aprendió cuando se estaba formando en su carrera de grado, para poder aplicarla con la mejor calidad en una persona con discapacidad que tiene distintas particularidades”.
Adaptar los tratamientos
En un artículo del odontólogo y docente Walter Lopresti, publicado en el N°10 de la revista de la Facultad de Odontología de la UNCUYO en 2016, ya se advertía de cómo esta disciplina estaba adaptándose a un nuevo abordaje de los pacientes con discapacidades. Y recordaba que la Academia Interamericana de Odontología para Pacientes Especiales (AIOPE), formada en Santiago de Chile un año antes, promovía un cambio en la conducta del odontólogo “para rever su visión sobre lo que implica el tratamiento odontológico en personas con discapacidad”.
La entidad destacaba, entre otros aspectos, que anestesiar totalmente a los pacientes no debía ser la única alternativa para tratarlos, sino más bien “una de las últimas de tratamiento, tratando previamente de agotar otras instancias que son mucho menos agresivas para lo cual es necesaria la colaboración del paciente”. Antes de recurrir la anestesia –decía AIOPE–, se debe trabajar mucho con la motivación, tratando de generar vínculos afectivos con el paciente que abren la puerta a un trabajo sin dificultad en la atención.
Lopresti, por su parte, recordó que cuando se habla de personas con discapacidad “es importante tener en cuenta que muchas veces nos encontramos con pacientes médicamente comprometidos, con discapacidades severas, con graves dificultades cognitivas o motoras que limitan el tratamiento a realizar”. Entonces, en su abordaje es clave no solo trabajar con el paciente sino también con el familiar que lo acompaña, con el maestro o tutor para generar hábitos de higiene bucal y realizar el tratamiento adecuado.
“No existe una odontología especial para pacientes con discapacidad, ya que depende de cada tipo de discapacidad. Por lo tanto, hay que adaptar los tratamientos odontológicos a la atención de este tipo de pacientes para obtener una odontología inclusiva”, concluyó el docente de la UNCUYO.
Odontólogos especializados
En este contexto de necesidad de formar odontólogos que adapten sus tratamientos a este tipo de pacientes, nace la nueva Especialización de posgrado en la Facultad de Odontología, carrera que ya se ha presentado ante la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau).
“El objetivo es formar profesionales que puedan integrar un equipo de salud con la solvencia y la base científica suficiente para el abordaje y tratamiento de pacientes complejos”, explicó Di Nasso. La decana agregó que se trata de un área que “ha alcanzado un nivel de desarrollo social, científico, sanitario e inclusivo que la posiciona dentro de las especialidades de la salud y de la odontología. Además, representa una necesidad sentida de las personas con discapacidad y sus familias”.
Cabe destacar que con el mismo objetivo de avanzar en la especialización de los odontólogos, la Facultad también creó otra carrera de posgrado: la Especialidad en Diagnóstico por Imágenes Bucomaxilofaciales, otra área que requiere cada vez más de profesionales híper especializados.