¿Cuánta agua consumimos? ¿Cuál es el uso que le damos? Son dos cuestiones fundantes para entender el plan de sostenibilidad del recurso hídrico de la UNCUYO. En tiempos de pospandemia y de cambio climático, esta acción, llevada adelante por un equipo de profesionales, resulta imprescindible para generar un acto reflexivo colectivo hacia dentro de la casa de estudios.
Es una forma de comprender el contexto que nos circunda, nos condiciona y nos obliga a repensar nuestra posición frente a un bien cada vez más escaso y, al mismo tiempo, cada vez más necesario, como es el agua. Es entender que debemos adoptar una “conciencia desértica” para obrar con un sentido participativo, reconocer que cada vez hay menos agua y cada vez somos más personas las que la requerimos.
Frotar la lámpara para que se iluminen los cuentos recuperados
Estas son las primeras conclusiones de la disertación de la politóloga Laura Ortega y la geógrafa Anabel Acosta en las Jornadas de Gobiernos Locales organizadas por la Municipalidad de Guaymallén, entre el jueves 3 y el sábado 5 de noviembre. Allí, en el Espacio Cultural Julio Le Parc, las profesionales, que trabajan en el Instituto de Ciencias Ambientales (ICA) de la Universidad Nacional de Cuyo, brindaron la disertación “Dimensiones de la sostenibilidad: gobiernos locales y recursos hídricos”.
Relevar para reflexionar
En tiempos de restricciones preventivas sanitarias, en la UNCUYO se inició un diagnóstico del abastecimiento de agua, tanto de riego como potable, en el predio de la Universidad, que fue terminado a fines de 2021.
Repasa Ortega su recorrido en este plan. Luego de retomar las actividades, comenzaron el relevamiento edificio por edificio universitario; todavía está ocupada en esta etapa de revisión de cada ámbito. La idea, una vez finalizado este relevamiento, es diagramar las líneas de acción más eficientes para cada unidad académica. El proyecto se extiende, en una segunda etapa, a las otras dependencias universitarias, como las escuelas y el Hospital Universitario.
“¿Cuál es la idea que subyace? En un contexto de mayor crisis hídrica, la idea no es solo que la Universidad, desde distintos ámbitos, marque cuál sería el rumbo a seguir respecto del uso eficiente del recurso hídrico a través de sus investigaciones y de toda la comunidad académica. También es una herramienta más introspectiva sobre cuál es el uso que le damos nosotros al agua, en nuestro propio día a día, y al quehacer de la Universidad”, explicó la profesional que impulsa el plan desde el Programa de Recursos Hídricos de la UNCUYO.
Por otro lado, confirma Ortega a Edición U, la estrategia Race to Zero, que se firmó este año, abarca este plan de sostenibilidad del agua porque tiene en cuenta otros factores. El ICA, que el año próximo cumplirá 20 años, se ha convertido en un área estratégica para esta política. Esa introspectiva, que se impulsa y que hace foco en el uso del recurso hídrico, irradia y provoca que la mirada se extienda también al uso de la energía y los residuos dentro de las unidades académicas y dentro de las organizaciones públicas. Es el Plan integral de Descarbonización. Estas acciones ya llegaron a los edificios universitarios de San Rafael.
Un grifo que gotea, un mingitorio que derrama y el reúso de las aguas grises (aguas jabonosas) son registrados por este trabajo para luego generar recomendaciones de actos sostenibles que lleven a la eficiencia de uso del recurso.
La comunidad académica de la UNCUYO, a través de la Red de Universidades Argentinas para la Gestión Ambiental y la Inclusión Social (Red Uagais), que incluye a las distintas universidades del país, participa en este estudio del uso eficiente de los recursos hacia dentro de las unidades académicas, que a la vez se inserta en una corriente internacional, muy desarrollada en España y los países centrales, que ya sí tienen instaladas sus líneas y sus estrategias de utilización eficiente.